Malik

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La mayoría de las personas se encontraban ese día lunes, afuera de su casa pasando un buen rato con familiares sentados en varias sillas alrededor de una mesa, acostados en el cemento de su casa con una colcha o en una banca con su pareja o amigos, simplemente por la oscuridad tan marcada esa noche donde las pequeñas lentejuelas que se encontraban en el cielo se veían mucho más brillantes, logrando un espectáculo nítido, peculiar y hermoso, además todo este escenario era acompañado con una briza que era la mezcla perfecta entre el calor del mediodía y el frío de la mañana.

Entre los techos, saltando de una casa a otra pasaba un gato negro, que se camuflaba completamente con el entorno, pero para no delatar su precencia de vez en cuando debia cerrar los ojos o desviar su mirada frente a los humanos, ya que su vista era de un tono turquesa claro, medio azulado y tenia un fuerte efecto en la presencia de la gente, provocanco terror en algunos y el trance en otros... Por lo menos eso fue lo que escuchó de sus dueños cuando lo dejaron en la calle.

Su misión desde que tiene memoria es encontrar comida, pero estos días donde la gente se encontraba casi siempre afuera era realmente complicado, por eso se emocionó demasiado cuando encontró una tarta de pescado recién hecha que sacaba un humito blanco esparciéndose por todos lados.

Esa tarta atraía demasiado, por lo menos a los gatos que tenían una mínima cantidad de hambre, por eso el felino fue en dirección a la ventana donde se encontraba la tarta lo más rápido que sus cuatro patas largas y peludas le permitían, antes de que otro gato le robara su alimento de la semana.

Con un solo salto llegó a la ventana que estaba a un metro del piso y cuando le iba a dar el primer bocado escucha un ruido provocado por el aire comprimido de un arma y un poston lo atravieza, el gato cae un metro hacia el piso que tenía el pasto muy alto, actuando como una almohada.

–!!!mierda!!! solo le di en las patas trasera, ¿Como puedo tener tan mala puntería...– se acerca a la ventana y apunta el rifle–...Acabemos con tu sufrimi...– lentamente baja el arma y la deja a un lado, el gato se encontraba recostado en el pasto y consciente, pero con dolor, lo unico que podia hacer era mirarla–...tus o-ojos... dan mucho miedo... ¡¡me encantan!!... – la señora salió al patio y lo sostuvo con sus manos para entrarlo a la casa–...eres perfecto... espera ¿eres macho o hembra?... – le revisa – macho... sabes, tienes una pinta de que te llamas Malik, ¿Sabes porque? Porque ese nombre significa rey y realmente pareces un rey, serás mi hermoso rey... – La mujer le quitó el poston que ella misma había puesto, le dio la tarta de pescado, le puso un collar del color de sus ojos y lo curó, al final lo único que quedaba de la herida era una pequeña cicatriz y el poston que la mujer había guardado para reutilizar y no comprar más, ya que estaban muy caros.

El gato se encontraba muy dudoso con respecto a lo que estaba pasando, porque hace mucho que alguien lo dejaba entrar en su casa y sin siquiera pensarlo le daba comida, pero lo que más le extrañaba es que recibiera estos tratos solo por... ¿su mirada?, definitivamente Su dueña Keres, asi se llamaba, era la mejor, aun considerando que era una señora de 50 años que mide cientosesenta centimetro, habla sola, tiene ojos desorbitados, mandibula un poco chueca, una melena que mide un metro de largo y por ultimo ocupa la mayoria de su tiempo para atraer gente a la casa utilizando la excusa de ser muy vieja para hacer cosas como mover muebles, organizar libros, limpiar la casa, entre otros dirigiendo a las personas al sotano y utilizando sus infinitas maquinas de tortura.

Aquella mujer era muy buena con Malik, incluso utilizaba al animal para provocar terror o confusión en sus víctimas, también cuando terminaba de divertirse con sus bebés, refiriéndose a las máquinas, bañaba y le quitaba todo vestigio de manchas rojas que pudieron haberse salpicado en su pelaje al separar alguna extremidad, sacar una córnea o apretar alguna parte con demasiada fuerza.

De la Pluma al EscenarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora