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Yo antes lo intente. Y mis sueños no logré defender.
Había pasado bastante tiempo desde la última vez que me sentí completamente dichoso, desde mi caída del cielo solo era capaz de ver la crueldad y malicia del mundo que habían causado mis actos, totalmente avergonzado de todo aquello que había provocado, apague cualquier atisbo de sueños, tanto de mi corazón como de mi mente, perdí la voluntad de volver a soñar en algo que no podría lograr. Tiempo después de mi incidente el infierno llegó a crecer de forma desatada y de alguna forma tomar tanto poder que Sera temió por una rebelión que para infundir miedo en el infierno, junto a Adán propusieron el exterminio, el cual sin opciones tuve que acceder con algunas cuantas condiciones, ninguna de ellas eran mi mayor orgullo. Mi único mayor orgullo era mi hija, pues Lilith había desaparecido del infierno, haciéndome quedar absolutamente singular, sin ningún motivo para seguir, me aisle de todo aquel que tuviera conexión conmigo, eso incluyendo a mi hija. Cualquier decisión que tomara me llevaba a recaer en una pena interminable, no podía escapar de aquel pesado dolor que constantemente sentía.
Ahora únicamente me quedaba Alastor... Temía perderlo.
Nota: Aunque aquí sea un punto de vista de Lucifer lo demás será narrado por Alastor.
