7

459 64 6
                                    

Volvemos a la narración habitual, de Alastor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Volvemos a la narración habitual, de Alastor.
Espero esto los haga sentir calientito el corazón.

—. ¿Lucifer? .—

Fueron mis primeras palabras al entrar a casa.

Durante el día había estado con Charlie, mi mente no se había perturbado tanto como al llegar a casa, todo estaba a oscuras, no era ninguna sorpresa pero si era algo que siempre removía un sinfín de ideas dentro de mi cabeza y el escuchar murmullos me hizo pensar aun mas, eso hizo que apresurara el paso hasta donde provenía el sonido, con temor y rapidez me acerque, esperaba Lucifer no estuviera en malas condiciones, el nunca entendería la forma en la que podría llegar a preocuparme por el.

Respire hondo y observe la situación, trate de analizar todo alrededor ahí estaba Lucifer hecho un ovillo sobre el suelo, con sus alas alrededor suyo como si e algo se estuviera protegiendo, cuando quien de más debía protegerse era de si mismo, quien mas daño le hacia, era el mismo. El se repetía un sinfín de palabras para si mismo, a veces me decía que su cabeza no podía parar, que sentía que entre mas se dejaba mas escuchaba sus palabras resonar. Yo conocía todo eso, sabia lo que sucedía en este momento, simplemente era el, en un mal día, ahora que bien lo pensaba no temía, ni me asustaba al menos por el, me asustaba la idea de que se hiciera daño, al menos un daño que no tenga vuelta atrás, pues los daños se pueden reparar, por mas roto que este, siempre hay una forma de arreglar. Eso era lo que de verdad me daba miedo, pero verlo a el de esa forma, solo me hacia querer correr hacia el y quitarle todo dolor, llevarme todo eso de una buena vez, todo eso que lo hacia sentirse de tal forma, nunca podría entenderlo por completo, pero trataba de hacerlo, siempre trataba de hacerlo.

Y así como deseaba correr por el y nunca mas soltarlo, fue lo que inicio mis siguientes movimientos, ahí entre el silencio interrumpido por sus lagrimas y lamentos, pude acercarme, lentamente me agache hasta la bolita que estaba frente a mi, se repetía las mismas palabras, se hablaba a si mismo entre murmullos, yo sabia lo mucho que el deseaba mejorar, que no era su intención estar de tal forma, supongo que nunca había sido una persona tan paciente como lo era con Lu, quien constantemente me pedía y necesitaba que tuvieran paciencia con el y yo no tenia forma de negarme a ello, yo había entregado todo mi ser y corazón a el.

—. Hey, Lu, cariño...—.

Solamente quería llamar su atención, incluso en esa situación, sabia que escuchaba fuera de sus pensamientos que tanto lo ahogaban, con cuidado de no lastimarlo, levanté lentamente una de mis manos y la pase por sus alas que se aferraban a cubrirlo, el tacto contra sus alas era suave, increíblemente suave, casi nunca era capas de pasar mía manos sobre estas, pero tenia esta oportunidad para tocarlas lentamente.

Al poner mi mano, estas se contrajeron un poco, se echaron para atrás, cerrando aun mas la bolita que era, yo sonreí con tal acción, después se regresaron a su lugar, a veces pensaba que podrían reconocer el tacto que ya antes las había tocado, y de esa forma me indico que sabia que yo estaba ahí, que me dejaba consolarlo.

—. Lu, dime ¿Qué es lo que tanto te perturba esta noche? Dime, cuéntame el dolor que llevas en tu pecho.— solté mis palabras automáticamente, deseaba poder saber que era lo que necesitaba, que era lo que tanto lo molestaba, lo que tanto le prohibía seguir en estos momentos.

Bajo su respuesta solo recibí el sonido de sus manos contra su rostros, incluso el sonido al sorber, buscando así calmar su inquietud, permití que se tomara el tiempo que quisiera, a veces se tomaba mucho tiempo, pero también poco, no sabía cuánto tiempo llevaba ahí, pero no lo presionaría a salir, dejaría que me diera una respuesta después, debido a que notaba que no respondería a mis preguntas, solo siguió dentro de su refugio, sabia que aun lloraba, que muy probablemente su cabeza seguía, entonces trataría de hacer lo siguiente.

—. Bueno... Luci... debo admitir que te extrañe todo el día, que Charlie te manda saludos siempre que me ve me pide que te lo diga, incluso desea verte, de alguna forma todos se preocupan por ti, incluso tú mismo, ¿No?, estoy seguro que si.—

A veces solamente debía hablar, de esa forma evitaba todo aquello que lo consumía, trataría de desviar sus pensamientos a mis palabras, trataría de hacer que se concentrara en lo que yo le hablaba.

—. Me imagino que no acabaste con la comida, ¿Quieres que prepare algo? Sabes, no necesito respuesta, estoy seguro de que quieres algo dulce, algo relacionado con manzanas déjame adivinar haha.— Sonreí ante la idea de que para Lucifer, lo mejor en este mundo, eran las manzanas.

—. Lu, a veces creo que te conozco de toda una vida, tal vez lo hago, pero se siente incluso más allá de una vida, es como si compartiéramos muchísimo mas, ¿No lo sientes igual?—. En ese momento pare, empezaba a pensar en lo que acababa de decirle, incluso pare las caricias que hacia sobre sus alas, estas de alguna forma se mantuvieron igual que antes, pero exigían que siguiera con las caricias. Entonces eso fue lo que hice.

Ahora que pensaba eso sobre conocerlo de mucho tiempo, incluso quizás otra vida, me pareció interesante, ¿Qué tan normal era ese sentimiento? No lo sabia, solo sabia que Lucifer era el único capaz de hacerme sentir tanto en un solo momento, no detuve mi sonrisa, con el eran específicamente divinas.

—. No necesitas responder, estoy seguro de que siente lo mismo, y si no es de esa forma... bueno, supongo que son tus sentimientos.—

Sin duda el compartir tanto tiempo con la hija de Lu, me había hecho mas blandito con mis cercanos, especialmente con el, de alguna forma tan mío.
Esta vez me levanté y solté sus alas, al parecer eso no le gusto, pues se hizo aun mas una bolita en si mismo, me moví por la cocina, ahora me disponía a limpiar la zona.

—. A veces también pienso en lo bien que lo haces solo, aunque para ti no sea tan claro Luci, al menos yo a veces logro notar el avance que haces tu solo, caer es normal, pero ya sabes, creo que no esta de mas recordarte eso, que yo estoy a tu disposición de alguna forma, bastante atenta.—

Me disponía a cocinar un pay de manzana, lo quisiera o no en ese momento, esperaría a que saliera de su capullo. Entonces seguí moviéndome, incluso aunque no existiera una buena iluminación lo podía hacer. Gracias a Lucifer, me había obligado a aprender a cocinar, había descubierto que lo disfrutaba y mas si se trataba de cocinar para el.

—.  Me imagino que no habrás hecho mucho durante mi ausencia, ahora recompensaré por tardar tanto Mon Amour—.

Seguí haciendo mi trabajo, tarareaba algunas de las melodías favoritas de Lucifer mientras lo hacia, no era difícil después de tantas veces de hacerlo para el.

De esa forma pasamos la próxima hora, hubo un punto en el que Lu había dejado de hacer pequeños ruidos y ya no se escuchaba ni una lagrimas mas, parecía empezar a calmar, sabia que de alguna forma había funcionado el hablar para calmarlo.  Ahora que ya había finalizado todo, limpie mis manos y me acerque a el, nuevamente agachándome frente a el, esta vez parecía mas dispuesto a responder, había calmado la rigidez de sus alas, volví a acariciar antes de hablar.

—.Hey... Hola, otra vez cariño, ¿Deseas hablar? O ¿Quieres jugar? Hoy con Charlie jugaron aquella actividad, ¿Te gustaría escuchar de que va?—.

Esta vez, como si fuera magia para que regresara en si mismo,  bajo un poco sus alas y me dejo ver sus ojos, aun escondido me observo con cansancio y movió su cabeza de forma afirmativa.
Inmediatamente sonreí y lo mire directamente a los ojos, uno de los detalles mas lindos entre toda la belleza que era Lucifer, su rostro era armonioso, con solo ver sus ojos era claro.

—. Muy bien cariño, juguemos.—











Fin, que calor hace estos días.

Buenas noches.

𝒚𝒐𝒖 𝒘𝒊𝒍𝒍 𝒃𝒆 𝒘𝒊𝒕𝒉 𝒎𝒆?   'RadioApple'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora