Mi Ángel Caído (Alastor x T/N x Lucifer) {The Hazbin Hotel}

🍓III🍓

Pasaron semanas, empecé a observar que cada vez empezaban a incrementar los niños no bautizados huérfanos y muertos por falta de alimentos. Odio que pase eso, así que decidí hablar con padre después de llevar a unos niños al limbo.

Este día toco Exterminio, como lo odio, pero no queda mas que hacer el trabajo, una semana atrás, Gabriel parecía algo preocupado o algo así, pues al parecer le enviaron una carta a padre, según el, la carta tenia una idea muy chistosa y muy boba a la vez, raro, ya que esa carta había llegado del infierno  y los únicos que escriben desde el infierno son Lucifer y Lilith, en este caso, Lucifer, ya que Lilith desapareció hace seis, casi siete años, aun que tenia una idea de quien podía ser, me gustaría pensar que Lucifer no descuidaba tanto las cosas que tenían que ver con el cielo. 

Al llegar al infierno, se hizo lo de siempre, Armas, sangre, Muertos, Tiempo, chao, al cielo de nuevo, esta vez mate mas de la cuenta, estaba bastante enojada con todo lo que empezaba a pasar en el Limbo.

 Al Regresar, me empecé a arreglar para ver a padre, me puse mis audífonos y salí a comprar algo, hasta que empecé a escuchar intervención en el audio de mi música, lo que estaba escuchando, se cambio a una canción un tanto peculiar.

Me resulto peculiar la canción, se me quedo grabada la frase, "Todo demonio tiene su arcoíris", supuse que de alguna manera tenia un poco de razón, solo que sonaba algo absurdo querer redimir a pecadores.

Ya estaba a punto de ir a hablar con padre, cuando volví a escuchar una interferencia en mis audífonos, aquí es donde me pregunto ¡¿QUE TIENEN CON TRANSMITIR CANCIONES EN MIS AUDIFONOS?!, la canción, igual era algo curiosa, pero mas era la voz de aquel personaje misterioso que la cantaba, solo estaba segura de algo, esas canciones venían del infierno.

Paso la canción y ya estaba a punto de ir con padre, pero, cierto Ángel que se llama Adán decidió visitarme, ya se había tardado la verdad, después de eso, estuve un tanto ocupada con mis deberes, hasta que me desocupe, sin previo aviso, fui directo a Padre, el cual estaba sentado en su trono.

-Hola padre.-Hice una reverencia.- Un gusto verlo.

-T/N, Hija, ¿A que se debe tu tan inesperada visita.- dijo después de que yo recuperara la postura.

-Padre, hay unas preguntas que quisiera hacerte.-dije algo dudosa si era lo correcto.

 -Pregunta, contestare aquellas dudas que carcomen tu conciencia y por días no te han dejado dormir en paz.- Dicho aquello, respire profundo y hable.