Thogether In The Dark ©

CAPITULO 2

Los pasillos estaban llenos de alumnos dirigiéndose a sus clases, como en mi caso que me tocaba artes oscuras, con darkness en el hombro sigo mi camino.

Todos se abrían a mi paso con cierto temor de mi apellido, oh, y claro que también embobados por mí. El uniforme sin la túnica me quedaba de maravilla marcando mis curvas,

La sala de clases se encontraba levemente oscura con un par de alumnos en esta, me senté al fondo en una esquina dejando a darkness en mi regazo a que duerma en lo que comienza la clase.

—estas en mi puesto

lo observo de arriba abajo

—no sabía que lo habías comprado, malfoy —le sonrío apoyando la cabeza en mi palma sobre el pupitre.

Resopla negando y una leve sonrisa se posa en sus labios, agarra la silla junto a mi para luego sentarse en ella. me enderezo mientras la sala se va llenando de apoco.

—¿siempre te la pasas con... eso? —señala a darknes durmiendo en mis piernas

—se llama darkness y si, es mi linda compañera. —la acaricio

—¿muerde? —pregunta con los ojos fijos en ella.

—solo si no le agradas —levanta la mirada hacia mi rostro y me acerco levemente —oh... si yo se lo ordeno.

Nos quedamos mirando unos segundos hasta que cojo su mano con lentitud y la dirijo hacia mi hurona, acaricia el pelaje negro con mi mano sobre la suya guiándolo. Darkness se encontraba de lo más feliz aceptando las caricias. Hicimos nuevamente contacto visual, y había que admitirlo, era guapo.

—¡¡malfoy!! —nos sobresaltamos por el grito alejándonos uno del otro —¡traicionero!

—¿qué pasa, blaise? —suspira con molestia draco.

—¿qué pasa? No ha pasado un día y ya me cambias por la nueva, me siento muy ofendido.

La situación se me hace de lo más divertida.

—calla y siéntate, no hagas un espectáculo —draco le señala en puesto de al frente.

La clase comenzó y fue bastante interesante a pesar de que el tema me lo sabía, me encantaba leer sobre las artes oscuras, y también aplicar lo aprendido en mis torturas.

Sentía la mirada de Harry y se las devolvía con una sonrisa borrando su ceño fruncido por malfoy a mi lado, cambiándolo por enrojecimientos en sus mejillas. no era un secreto de que se odiaban.

La clase terminó y me puse a explorar los pasillos en lo que comenzaba la próxima. Darkness se había ido a cazar así que estaba completamente sola.

Entre a un pasillo muy lejano a los lugares principales de Hogwarts por lo que no había ni un fantasma siquiera, era tenebroso en total oscuridad lleno de telas de araña. Hermoso.

—¿perdida?

Me giro encontrando a mattheo riddle bajo la tenue luz de la única antorcha.

—para nada —le sonrío —¿necesitas algo?

Se acerca a pasos firmes hasta detenerse frente a mí.

—quería pedirte un favor —dice con una sonrisa macabra.

Esto no pintaba nada bien.

—dime —aun con mi sonrisa, a pesar de que su actitud no me gustaba en lo más mínimo.

Se acerca un paso más, quedamos tan cerca que tengo que levantar mi rostro.

—estoy al tanto sobre tus manías de quemar escuelas y matar a profesores.

Bufo con burla.

—me investigaste —afirmo con gracia —¿y con esto quieres llegar a....?

—quiero que no se repita el patrón acá, arruinaría el plan.

—no tenía planes de hacerlo, no te preocupes.

—lo que me preocupa... es que te encariñes con algún sangre sucia, arruinaría nuestra reputación.

Me tenso por completo. Él no podía saberlo. Nadie lo sabía. Nadie....

—¿dónde quedo la máscara de niña encantadora? —se ríe levemente inclinando la cabeza —ahora que nos quitamos las máscaras, mi padre no lo sabe, ¿no?

—¿cómo lo sabes? —le susurro llena de rabia.

Mis puños estaban apretados a tal punto que mis uñas se enterraban en mis palmas. Mis dedos cosquilleaban por sacar mi varita y torturarlo hasta decirme como se enteró.

—eso no es lo importante. ¿qué diría lord Voldemort al saber que su famosa ahijada ha tenido un romance con un sangre sucia?

Estoy pálida, eso es un hecho. No porque sepa lo que he tenido con el... sino porque sabe que soy la ahijada de su padre.

Todos saben que Voldemort tiene una ahijada, su consentida, su elegida. Nadie podía tocarle un pelo a su niña. aparte de mi padre y Aleix, nadie sabía que yo era esa tal ahijada. Él no debía de saberlo. Nadie podía saberlo. Aun.

Trato de sacar mi varita, pero antes de que pueda tocar la vara me acorrala contra la pared con ambas manos a los lados de mi rostro.

—¡hijo de puta! —me quedo sin aliento ante el impacto.

—yo no haría eso si fuera tu —sonríe con superioridad

Si las sonrisas de mi hermano me hacían perder los nervios, estas me daban ganas de estrangularlo con mis propias manos.

—será mejor que me sueltes, riddle.

Este se lo pasaba en grande mientras yo me moría por dentro. Es el primero en lograr afectarme de tal manera.

me asegurare de que sea el último.

—¿o qué?...

Agarra mis muñecas con una mano, aun si no logró zafarme. es fuerte el muy imbécil.

—quieta... —no le hago caso y me afirma la mandíbula dejando nuestros rostros a milímetros. —no querrás que le haga una visita a... ¿cómo se llamaba? ¿Dereck?

—¡no te atrevas a tocarlo, imbécil!

—¿te sigue gustando? —sus ojos se ensombrecen ejerciendo más presión en mi mandíbula. —¡contesta!

—¿¡quién mierda te crees que eres!? —me suelto logrando empujarlo lejos de mí, tomándolo por sorpresa.

—¿Dana? —Aleix aparece al inicio del pasillo, por donde vine. —¿todo bien?

Estaba completamente serio pasando su mirada entre riddle y yo.

—si —le contesto sintiendo la pesada mirada de mattheo

—me avisaron que faltaste a clase.

Las clases... mierda

Le doy una última mirada a riddle quien me la devuelve con un claro mensaje...

Esto no ha acabado.