CAPITULO 4

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La sala común estaba vacía después de las clases, a excepción de draco quien tenía una calurosa conversación con una chica.

interesante

No se habían percatado de mi presencia, así que me quede de espectadora, ¿Por qué no?

—¡no, pansy! Entiende que solo fue sexo, nada más. Te lo deje muy claro antes de follar —draco quito el brazo que intentaba llegar a él.

—¡pero, draqui! —hiso un puchero la chica —¡No puedes hacerme eso, yo te amo! 

—no seas tan patética pansy —la observó con asco.

lo mismo pensaba yo

—¿espiando hermanita? —el susurro de Aleix en mi oreja me sobresalto

—cállate que se está poniendo bueno —le murmure sin mirarlo

Escucha su leve risa detrás mío, pero se quedó en silencio

—¡draco, por favor, yo te amo! ¡Se que tú también solo no quieres admitirlo! —se le tiro encima tratando de besarlo.

—¡para ya, pansy! —la afirmo por ambos brazos alejándola de el —¡deja de comportarte como una zorra!

—¡¿yo, una zorra?! —se alejó varios pasos como si le hubiesen golpeado —¡tú eres el puto que se acuesta con cualquier coño que se le cruce! —luego le pego una abofeteada para girar e irse a las habitaciones sollozando. 

Me gire para mirar a mi hermano quien me devolvió la mirada e inevitablemente estallamos en carcajadas. Nos acercamos a malfoy aun riéndonos quien nos miraba con ganas de matarnos.

—epa, malfoy. No tenía ni idea que prestabas ese tipo de servicios, ¿Cuánto cobras?... ¿O lo haces gratis por amor al arte? —me burle y mi hermano estallo a carcajadas.

Mire a malfoy con una sonrisa divertida mientras el me correspondía fulminándome con la mirada. Lo mire de arriba abajo y no me encuentro para nada ciega para no admitir que estaba bueno... muy bueno.

—¿de qué me perdí? —pregunta Blaise con diversión al acercarse

—nada importante —le comento —solo de unos servicios que malfoy da, de los cuales estoy muy interesada. —le guiño un ojo a draco sin dejar de sonreírle

Aleix se queda completamente serio, mirándome con enfado.

Por otro lado, noto a malfoy nervioso

—y-yo... —carraspea antes de seguir — yo me retiro — así sin más se fue

ay, que divertido.

—Dana —me advierte Aleix al quedarme mirando a draco mientras se iba. 

Una de las razones de mi cuerpo ansioso era esa: necesitaba follar

—¿si, hermanito? — lo miro fingiendo una sonrisa inocente

—disimula, ¿quieres? —me miro molesto y se fue hacia las habitaciones.

—bueno... solo quedamos los dos, así que....

—adiós, Blaise —lo corte de inmediato dirigiéndome hacia mi habitación.

Subí por las escañeras hasta llegar a la puerta de mi cuarto, necesitaba una ducha con urgencia.

Al entrar y prender las luces darkness se subió a mis pies queriendo de mi atención, la tome en brazos y la mime un rato, luego me dirige al baño para deshacerme de mi uniforme y darme una ducha fría

Todos piensan que darkness es arisca, pero es un amor, con las personas indicadas por lo menos.

Me envolví en la toalla para luego salir del baño. Me dirigí a mi closet con la intención de vestirme, pero al llegar se me hiso raro no sentir a darkness y el hecho de sentirme observada me inquieto aún más. 

Me gire lentamente para encontrar a nada menos que a... 

mattheo riddle...

Recostado en mi cama, con darkness...

Viéndose jodidamente sexy.

se encontraba sentado en mi cama apoyado sobre el respaldo de esta, con Darkness en sus brazos mientras la acariciaba. estaba sin túnica con la camisa rematada hasta los codos y con los primeros botones desabrochados dando un vistazo de su marcado torso.

Su mirada me recorría el cuerpo de arriba abajo mirándome como un depredador a su presa

¡¿yo su presa?! De ninguna manera

—¿qué haces aquí, mattheo? —Me cruzo de brazos tratando de mantener la calma para no sacarlo a Crucio de mi cuarto.

—sabes... no tienes ni idea de las ganas que tengo de matarte —dice con una sonrisa siniestra capaz de hacer temblar a cualquiera, pero no a mí.

—¿Qué quieres? —digo con burla — ¿Qué te aplauda?

—no... pero sería gratificante tenerte de espectadora mientras destripo a cierto sangre sucia. —sonríe con maldad sin dejar de caricias a darkness

—inténtalo —me coloco seria al instante acercándome lentamente frente de la cama —y te tendré de rodillas suplicando me por piedad. Yo no soy de hacer algo tan vano y sin gracia como lo es el matar sin más... yo torturó, mattheo. De formas que ni tu retorcida cabeza puede imaginar. —me acerco hasta que mis rodillas tocan la cama y me inclino lentamente para apoyarme sobre mis manos —créeme cuando te digo que tu papito no hará nada al respecto.

Me observa con interés y enojo, pero el brillo de lujuria no pasa desapercibido para mí.

—darkness —la llamo sin despegar mi mirada de la de mattheo —ve a cazar, cariño.

Darkness acata mi orden dirigiéndose a los conductos de ventilación para desaparecer por allí.

Me enderezo para acercarme a mi closet dándole la espalda al sujeto en mi cama.

—no creo que sea necesario decirte donde está la puerta, riddle.

Abriendo los cajones encuentro mi pijama; un top de tiras y un short corto, ambos de seda negra. Tengo la intención de girarme, pero una presión en mi cuello me empuja hacia tras para apegarme al duro torso de mattheo.

—lo haces a propósito ¿no? —siento su aliento en mi oreja apenas una leve caricia. la presión en mi cuello aumenta acortando un poco el aire haciendo que mi corazón palpite como loco. Los fríos anillos de su mano me dan escalofríos que me recorren todo el cuerpo, aquellos mismo que se entierran en mi piel. Su otra mano se aferra a mi cintura.

—¿hacer que, mattheo? —le pregunto con falsa inocencia mientras siento la presión entre mis piernas

—sabes el que, Dana —dice con voz ronca apretándome más contra su cuerpo caliente — ya tengo la primera orden que tienes que acatar... quieta.

Mattheo

Acató mi orden dejando una sensación exquisita en mí. Tantos años soñando poder tenerla entre mis brazos sometida y por fin aquí estaba, Excitada por mis caricias.

Cuando mi nombre salió por primera vez de sus carnosos labios, joder. 

Su olor a vainilla inundo mi olfato al enterrar mi rostro en su cuello, no pude controlarme y tal cual un animal, gruñí. Comencé a repartir besos húmedos a lo largo de su piel mientras su respiración se aceleraba. Finalmente hice lo que tanto deseaba, la marqué en el lugar más visible posible para que todo hogwarts se enterara de que ya tenía dueño, incluso cuando ya lo tenía desde hace mucho más tiempo de lo que ella estaba enterada.

—cómo te atrevas a cubrirlo... —ejercí más fuerza en el agarre de su cuello provocándole un leve gemido —le haré una visita al bastardo ese, ¿oíste?

—si —su voz salió en apenas un susurro.

Por más que me costara tenía que irme ya, sino terminaría follandomela y matando a cierta escoria que la tiene sometida a mí, y eso no me convenia de momento. Si quería que todo acabara como lo tenía planeado, había que aguardar.

Le di una leve presión con mis labios en el chupón antes de soltarla y aparecer en mi cuarto.

Thogether In The Dark ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora