Está historia es para aquellos persona que creen que amarlos es complicado, porque desde pequeños hemos crecido con la frase con esa actitud nunca vas a conseguir a nadie... Pero llega alguien que te hace una revolución en tu vida.
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"Narrator'sPerspective"
¿Alguna vez han sentido que tienen el apoyo de sus papás pero, al mismo tiempo, no lo tienen? ¿Por qué es tan difícil apoyar a tus hijos en algo que consideras que está "mal"? ¿Por qué les cuesta aceptar que lo que los hace feliz no siempre les va a agradar la idea? Según ellos, es porque buscan lo mejor para nosotros, pero realmente la vida se trata de cometer errores y aprender de ellos.
Se supone que su misión en esta vida es enseñarnos valores y principios, para que se reflejen en nuestras decisiones y acciones, alentarnos a seguir adelante, a pesar de que las circunstancias sean difíciles, y estar ahí cuando se necesita.
A veces creemos que no podemos contar con ellos, pero ellos intentan hacerlo. Aunque lleguen a hacer comentarios o acciones hirientes, recuerda que también es su primera vez viviendo. Y no digo que sus acciones sean justificables, sino que no sean tan duras, porque así como nos quejamos de que pueden llegar a ser malos con nosotros, también solemos lastimarlos sin darnos cuenta.
INICIO DEL FLASHBACK
Era una noche lluviosa. Las gotas que caían sobre el suelo creaban susurros suaves en el aire. El viento agitaba las ramas de los árboles, y los relámpagos eran los que iluminaban la pequeña oficina.
—No puedes estudiar eso —dijo el padre, ya irritado de discutir lo mismo.
—¿Por qué no? — respondió la chica castaña, que sentía una gran impotencia al no sentir el apoyo de su padre.
—Piensa mejor en lo que quieres hacer.
—Es lo mismo que estudiar una ingeniería.
—No, estudiar una ingeniería te asegura un buen futuro.
—Nada me asegura un buen futuro —dijo ella con una voz temblorosa.
—No insistas.
—Si lo que te molesta es el dinero, yo me pago la...
—Mar, te dije que ya no insistas. No vas a estudiar teatro.
—Pero papá...
—Pero nada, Mariana, además te lo prohíbo.
—No es justo. Ustedes me dicen que estudie lo que sea, pero lo más importante es que sea feliz. Yo seré feliz si estudio teatro, aparte...
