Karmaland es la mayor y más famosa escuela de magia y hechicería, en ella existen cuatro casas, Gryffindor, Ravenclaw, Hufflepuff y Slytherin.
Cada alumno es seleccionado para una de ellas.
Dirigida por el más grande grande mago de todos los tiemp...
El castaño de ojos rubí se encontraba en la biblioteca junto al pelinegro, quien se quejaba en voz baja, en ese mes ya se habían vuelto muy buenos amigos.
Q: puta madre cabrón, solo llevamos un mes aquí ¿como es posible que tengamos tantos exámenes ya? -se quejó en un tono bajo para no ser regañado, el castaño rió levemente- ¿y tu que te ríes pendejo?
L: ay Quacks -dijo acariciando su cabeza por encima de su gorro- tranquilo estos exámenes no son tan difíciles.
Q: para ti, tu eres un estudiante estrella, obvio que se te van a hacer fáciles pendejo -masculló y el castaño volvió a reír, haciendo que el pelinegro sintiera como su corazón daba un vuelco, lo que estaba sintiendo no le gustaba para nada-
L: tranquilizate y estudia, sabes que vine para ayudarte -dijo mientras se acercaba más al pelinegro, haciendo que este se pusiera nervioso y se le formara un nudo en la garganta-
Q: espacio personal pendejo -logró pronunciar, el castaño rodo los ojos y se acomodó en su lugar-
Ambos estuvieron en silencio cada quien haciendo sus cosas, el pelinegro se sentía nervioso, sentía una mirada punzante contra él, incomodandole, iba a buscar a la persona que lo miraba pero no fue necesario, un chico mayor que el se paró frente a ellos.
X: vaya, Luzu -el castaño al escuchar esa voz miró a aquella persona, haciendo que el cabello que cubría su ojo se levantara por unos segundos, el pelinegro se paralizó por unos segundos-
L: ¿Auron? -dijo con dificultad-
Au: el mismo, mi niño -sonrió de lado-
Ru: Auron -dijo la niña hacia ambos chicos- por lo que se, este año iba a volver, y por lo que sé, volvió hoy.
S: me suena mucho ese nombre...
Ru: su nombre real es Raúl pero le dicen Auron -el pelinegro pensó un poco más para luego suspirar rendido-
J: que apodo de mierda -dijo bajo, los hermanos lo miraron y rieron- ¿lo dije en voz alta? -preguntó mientras se sonrojaba-
S: no importa -dijo mientras paraba de reír- la verdad es que tenés razón, es un apodo de mierda -la niña asintió, dándole la razón a ambos, Juan rió levemente-
Ru: bueno niños, creo que es hora de que se vayan, ya casi es hora del almuerzo -ambos chicos asintieron y se despidieron de la niña mientras se iban-
J: oye Spreen -habló el castaño- ¿tus padres saben que Rubí es bueno... Un fantasma?
S: no -dijo algo serio- Rubí no quiere que lo sepan, aún les cuesta aceptar que se fue, no quiere hacerles sufrir -el castaño agachó la cabeza-
J: "tu y tus estúpidas preguntas fuera de lugar, eres un idiota Juan" -pensó, no hablaron más en el camino hasta el gran comedor- supongo que nos vemos mañana -dijo en bajo, el pelinegro lo miro y asintió mientras veía como iba a paso rápido hasta su mesa-
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El castaño se encontraba caminando apresurado con libros en mano, casi tapandole la vista, su cabello cayó en frente de su vista, haciendo que intentara correrlos soplandolo.
Por estar concentrado en sacarle el cabello chocó con alguien, haciendo que cayera.
J: ¡lo siento mucho! -dijo mientras buscaba sus lentes, más no escuchó una respuesta, se puso sus lentes una vez los encontró y miro hacia arriba, viendo como un chico mayor que el lo miraba con desagrado, haciendo que se sintiera intimidado-
X: ten más cuidado idiota -pateo los libros y se fue, su cuerpo empezó a temblar ligeramente, se notaba que era una muy buena persona-
Spreen, quien vio toda la escena se acercó rápidamente hacia el castaño, ayudándolo a juntar los libros.
J: gracias -dijo casi en un susurro, lo que pasó le afectó bastante, le había hecho recordar su pasado-
S: ¿estás bien? -el castaño asintió levemente, ambos empezaron a caminar hasta la biblioteca-
J: gracias -le agradeció y tomó los otros libros, empezó a avanzar entre los pasillos levantando los libros que flotaban hasta su lugar-
S: ¿seguro que estás bien? -preguntó mientras iba tras el-
J: ya te dije que si, Spreen -eso era mentira, en realidad quería llorar lo que pasó despertó recuerdos que pensó que había enterrado-
S: ¿querés ir a visitar a Rubí? -preguntó, el castaño lo pensó unos segundos y asintió levemente-
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