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Viernes

—Creo que es normal que siempre llegues tarde—. Hablé al rubio en frente mío

—Tenia hambre—. Volteo a ver mi rostro notando mi leve enojo—. Ademas te traje algo a ti también—. Introdujo una mano en su bolsillo y yo solo veía dudosa todo lo que hacía —Extiende la mano—.

Aún tenía dudas pero aún así extendí mi mano, terminó de sacar aquello que traía en su bolsillo y lo dejo en la palma de mi mano, una pequeña barrita de chocolate —Tenias hambre y lo único que comiste fue una barra de chocolate—. Me quedé mirando la chocolatina.

—Deja de quejarte y comela—.

—Ahora no tengo hambre, la comeré más tarde—. Tome la barra y la puse dentro del bolsillo de mi falda.

—¿Y mis gracias?— Dijo y señaló su mejilla.

—No te voy a besar, si quieres que te besen busca a tus amiguitas—. Empecé a caminar a mi salón de clases mientras Goo iba detrás mío.

—Tus amigas, no las mias—.

—Pues parecen más amigas tuyas que mías—.

—Mas bien estás celosa porque te quite a tus amigas—. Me señaló

—Uy, para nada—.

—¡Falso!—.

—Ya cállate—.

Hoy había pensado en llegar a la misma hora de ayer a la escuela, cuando aún no había nadie, es por eso que todo estaba vacío. Entre a mi salón de clases seguida por mi queridísimo "amigo", tome asiento en mi mesa al lado de la ventana sacando un libro para comenzar a leerlo mientras Goo se sentaba en la mesa de al lado y la juntaba con la mia.

—¿Es necesario que llegues tan temprano? Es aburrido—. Note la mueca en su rostro

—Si llego tarde llamarán a mi padre—. Le hable sin apartar la cara de mi libro

—No me digas que tienes de esos padres estrictos—. El había comenzado a mecerse en la silla, debe de estar muy aburrido.

Solte un resoplido y apoye la cabeza sobre la palma de mi mano —Algo asi—. Conteste.

—Si me pagas, puedo golpearlo—.

Su comentario me causo gracia, comencé a soltar pequeñas risas —¿De verdad golpearías a mi padre?—. Está vez hablé volteando a mirarlo.

—¿Crees que no podría golpear a tu padre?— Me preguntó indignado.

—No lo sé, tal vez—.

—Se ve que no me conoces, niña—. Cruzo sus brazos haciendo parecer que se encontraba ofendido.

—Es _____—. Tome nuevamente mi postura en la silla —Y tienes razón, no te conozco—.

Escuché la puerta abrirse y a alguien más ingresar, mire la hora en el reloj junto a la puerta, pronto todos comenzarían a llegar así que tome a Goo de la mano para salir del aula, lo mejor es que no lo vean ahí.

Dulce || Goo KimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora