Capítulo 2

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Un nuevo día y la misma rutina para Louis. Atender a la clientela, limpiar y llenar las heladeras de más postres. Hoy su paciencia fue mínima. Un niño le había tirado un poco de chocolate por encima y su delantal quedó un poco salpicado. Fue un día muy movido, pero las propinas valían la pena.

Cómo siempre con el último cliente cerró el local, lavó algunas tazas, guardó algunos postres para su mamá y se despidió.

En el camino compro algunos productos de limpieza que hacían falta para la casa.

Cuando entró su hermana estaba con una tiara dando mientras hacía la tarea.

–Louis, llegaste! ¡Baila conmigo!

A pesar de estar cansado Louis bailó igual con su hermana. Los Omegas se dejaron caer al piso luego de bailar. Louis le prestó atención al tele donde hablaban de la elección de una plebeya y ganar un puesto como consejera de la princesa como doncella.

–Le daré su tiara, Príncipe Louis -Emily pone una tiara de plástico en la cabeza de su hermano-

–No soy para nada un príncipe.

–Todos somos príncipes y princesas, algunos con coronas más elegantes.

Louis se paró y se dirigió a la cocina para guardar las cosas que había comprado.

–Mamá está bien?

–No tanto, el doctor dice que está cómoda.

–¿Cómoda? Ya debería estar mejor -Louis murmura- aunque lo estará, solo debo seguir trabajando así tendremos nuestra propia casa en una zona mejor.

–¿Con mejores doctores para mamá?

–Así es, y un mejor lugar para que crezcas, tan hermoso como en los dibujos que haces -cuando Louis termina de hablar Amelia sale de su habitación-

–Hola mamá, te traje un postre de arándano

–Ah, gracias, Cariño.

–No es nada en realidad...

–¡Ya es hora! -Emily interrumpe con un grito- ¡ya es hora! la lotería de la Escuela de Omegas Reales, hay que verla!

(La letra en cursiva es lo que dicen las personas del otro lado de la televisión)

...y ahora escucharemos a la directora Alexandra Privet...-dice el presentador del programa-

En la Escuela de Omegas Reales los que nacen con sangre real desarrollan su potencial de príncipes y princesas aunque cada año un Omega común de Gardenia se gana una beca completa en la escuela para poder convertirse en doncel o doncella real y cambiar su vida para siempre, tal vez seas tú.

–Ay, yo quiero, quiero, quiero, les mencione que yo quiero? -Emily repetía emocionada-

–Cuanto tengas edad entraras, lo prometo -Louis le asegura, aunque las posibilidades eran muy remotas-

–...Para elegir a el o ganadora de este año les presento a la Srta. Delancy Devin -la directora presentó a la joven la cual no se veía para nada contenta, pero una señora rápidamente se dirigió al micrófono-

Querrás decir Princesa Delancy Devin, mi hija pronto sera monarca de Gardenia -el publico aplaudio-

La directora le indicó a la princesa que girara la ruleta y así elegir un papel con el nombre ganador. Tanto el público como Emily están expectantes; finalmente la princesa elige uno.

Louis Deakins -la princesa lee-

Cuando Louis escucha su nombre su cabeza gira rápidamente hacia la pantalla.

Ahí lo tienen, Louis Deakins, el ganador de...

–Si, lo sabía! ¡Wooo! ¿Quién es el doncel? eres el doncel! ¿Quién irá al palacio? Louis irá al palacio! -Emily festeja, aunque louis siga congelado en su lugar-

–¡Ni siquiera me inscri...Tu me inscribiste!?

–¡Solo cinco o seis veces al día...-dice Emily inocentemente- durante todo un año!

Louis intentó reprocharle pero era imposible, Emily seguía festejando en su euforia.

El Omega trató de que su madre le dijera algo pero era inútil ya que el timbre sonó llamando la atención de Emily la cual se dirigió a abrir la puerta emocionada, seguramente estaban aquí para llevar a Louis consigo a su nuevo hogar temporal.

Del otro lado estaba un beta de traje, lentes de sol, muy alto y serio.

–Louis Deakins? Felicidades, vengo a llevarlo a la Escuela de Omegas Reales.

–No, lo siento. Hubo un malentendido, no voy a ir a la Escuela de Omegas Reales.

–Claro que si -le corrige Emily-

–Emily, no puedo estar con esos príncipes y princesas, mírame, soy mesero! ¡Tengo sobres de azúcar en los bolsillos y manchas de café por todas partes!

–Estas perfecto -dice Emily, ablandando el corazón de Louis-

–Gracias, pero ellos no lo verán así...y...y además tengo responsabilidades aquí...

–Louis -su madre le llama la atención- sé que no estuvo bien que Emily actuará a tus espaldas, pero es una buena oportunidad, un puesto de doncel real...

–...nos cambiaría la vida...para siempre. Lo haré -Louis decide haciendo que Emily festeje-

–Si! Wow! ¡Vas a viajar en carruaje!

–Tenemos que irnos -le apura el chofer-

–¿Ahora? -el beta afirma- déjeme empacar unas cosas...

–Hay de todo en la escuela. Tenemos que irnos o va a perder su beca...tic tac, tic tac, tic tac...

–Las quiero -Louis se despide de su madre y hermana- no las voy a defraudar -les promete y sigue al chofer hacia la calle donde espera el carruaje-

En la calle hay un hermoso carruaje esperando, el beta empieza a moverse por lo que Louis debe subir de un salto. "Qué actitud" piensa el omega.

Dentro del carruaje había una tetera y tazas, Louis intentó tomar una pero derramó su contenido sobre él.

–Perfecto, ya reprobé "viaje en carruaje".

Los minutos pasaron hasta que llegaron al edificio de la Escuela De Omegas Reales. Era un enorme palacio, jardines espléndidos en el frente y una enorme fuente. Este se detuvo frente a las puertas del palacio dejando que Louis se baje.

–Gracias por el viaje. Oiga quería saber si podría mostrarme...-el beta se fue sin siquiera escuchar a Louis- quizá no

Louis miró las puertas del lugar y con una falsa seguridad abrió las puertas y entró al palacio.

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⏰ Última actualización: Mar 03 ⏰

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