Corre

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La mirada de Jorge era fija en el final de la gran habitación . Su pelo con rizos negro , se encontraba sudado. Y de su cara  arrestaban varias gotas de sudor. Su mono blanco empezaba a mancharse.
La sala era completamente blanca, tanto que conseguía empezar a fatigar al propio Jorge, tanta luz y blanqueza empezaba a incomodarlo. Siempre había sido una persona mas de oscuridad, no disfrutaba el brillo del sol, prefería la esplendida de la noche y la luna.
Se encontraba en una posición digna de una carrera de maratón, apunto de salir corriendo en el momento q menos esperaba. Sabia de lo que debía huir sabia como debía de huir, su momento empezaría a llegar.
De repente detrás suyo, escucho un fuerte ruido.
Esa era la señal sabia que debía de correr. Sin mirar atrás sus piernas rápidas empezaron a correr rápidamente, los pasos de aquello eran exponencialmente más fuertes. Pero sabia que podía llegar al fondo de la gran habitación, sin mirar atrás siguió corriendo. Y aunque parecía que aquello lo atraparía consigo llegar al fondo abrir y cerrar fuertemente la puerta. Se apoyo sobre ella, y después de escuchar aquel escalofriante y fuerte grito digno de un ser totalmente indescriptible, el ser desapareció. El lo sabia.
Jorge miro a su alrededor, sabia que debería volver. Se poso otra vez en posición de correr a escuchad el siguiente ruido.





El doctor Álvarez con sus características grandes gafas negras, su pelo pobre y una taza de café para poder mantenerse en pie. Sentado en una silla azul frente al ordenador donde observaba a Jorge. Miraba a Jorge por las cámaras y no se impresiono al ver que estaba sufriendo un brote psicótico. No era raro en el lo hacia regularmente. Siempre se pasaba el día huyendo de algo, mejor dicho de alguien. El doctor Álvarez por algún tipo de razón que el mismo desconocía este sujeto este chico le despertabas en el una gran inquietud. Sobre todo después de la historia q le narraron.
Cuando Álvarez se dio cuenta ya era la hora de la comida y como no se le mando la comida con sus medicamentos dentro de ella para calmar su brote psicótico. Al llegar la comida después de un pequeño lapso de tiempo Jorge paro su brote psicótico y agarro rápida y agresivamente la comida empezando a engullirla. Al terminarla hizo una pequeña reverencia exclamando
—Gracias padre—dijo Jorge
Y volvió al lado derecho de la habitación, Álvarez se pregunto cuanto aguantaría hasta el próximo brote psicótico. Y eso despertó en el una buena curiosidad.
En ese momento Martínez entro por la puerta. Era un hombre alto, con un pelo rubio y perlas verdes. En el Hospital psiquiátrico lo conocían como el ojos de cocodrilo. Por su mirada penetrante . Álvarez lo saludo con tranquilidad.
—¿Cómo estás Martínez?—pregunto Álvarez mientras se levantaba de la silla
—Bien como siempre, de lunes— dijo Martínez
Álvarez se fijo en su mano derecha llevaba un reloj de una marca muy cara, nunca se lo había visto antes
— ¿Estas de estreno? Joder, parece caro, de donde sacaste el dinero. Trabajas en un psiquiátrico y tienes bastantes cosas caras.
—Herencia de mis padres me dejaron bastante, y prefiero disfrutarlo— Respondio Martínez
El silencio se mantuvo durante varios segundos.
— Venia haber como va tu investigación—dijo con algo de ironía—pero es que realmente no entiendo ¿Por qué ese chico?
—No lo se Martínez, simplemente hay algo en el que me intriga. Su historia seguramente.
—El que un chico que fue abusado por su padre y q lo acabo matando y descuartizando. No hay mucho mas.—dijo Martínez de forma fría y sin mostrar expresión.
—No lo se es el chico como se comporta y también,  hay cosas que no me cuadran en el homicidio, como un chico iba a poder tumbar aun hombre como su padre. No viste las fotos era muy alto y fornido. Crees que podría hacer eso un niño. No lo dudo mucho.

—O llego el detective Conan a resolver el caso- respondió en ironía Martínez-, no estudiaste criminología vale, eres un psiquiatra. Deja el chaval y no te metas en donde no te llaman sal de ese tema. Y no hay peros q valgan, deja eso.
Martínez con un gesto enfadado salió de la habitación. Aunque de la cabeza de Álvarez no había salido nada. Seguís con las mismas dudas. El informe de Jorge traía su dirección, Martínez tiene razón no es un policía. Pero sabe que hay algo que no cuadra.



Álvarez llego al antiguo apartamento de Jorge. Lo observo desde la calle, era  de noche y desde fuera todas el edificio parecía una mansión encantada un lugar de horror y miseria. La pintura desgastada y la noche que caía sobre el lo volvía digno de un lugar perfecto para una película de terror. Cuando se acerco a la puerta vio como uno de los vecinos de aquel edificio salía por la puerta y rápidamente se adelanto para poder entrar. Ya estaba dentro. El edificio contenía un total de seis plantas, y los pasillos mantenían un ambiente tenso, las paredes desgastadas que su blanco se había vuelto un amarillento color que daba desconfianza al lugar. Subió  las 4 planta por las escaleras y llego s el lugar. La puerta precintada por la policía, aunque ya habían pasado unos meses por alguna razón se mantenían hay. Álvarez sabia que lo que estaba apunto de hacer no serviría de nada y que le podría traer problemas pero no le importaba. Iba a entrar al apartamento. Cuando intento empezar a forzar la cerradura, algo raro paso. La puerta ya había sido forzada. Álvarez empezaba a pensarse mejor esto pero si no entraba esto no le dejaría dormir por siglos, saco de su bolsillo una linterna que traía de casa, era plateada y según recordaba mantenencia aun batería. Se adentro en la casa. La casa estaba algo destrozada se notaba que lo último que había pasado no fue bueno. Cuadros rotos, sillas por el suelo. Daban al lugar un ambiente mas tétrico y tenso de lo q era, la pobre luz de la linterna iluminaba aquel oscuro lugar que mientras Álvarez avanzaba mas oscuro se volvia. Álvarez consigo llegar a la habitación de Jorge, era algo pequeña tenia varios juguetes pero la mayoría rotos. La cama estaba algo rota y en el armario que se encontraba a su derecha veía varias gotas de sangre seca. Rebusco en ella y cuando parecía que su búsqueda seria en vano observo q debajo de la cama había una pequeña tapa donde al abrirla ,había un agujero. Álvarez quedo pensativo que diablos podría haber para que el chico lo ocultara. Metió la mano con torpeza y saco una lúgubre caja. Al sacarla y posarla sobre la cama empezó a observar que había dentro de la caja. En ella había varias cosas pero lo primero que consiguió rescatar de la casa fue un pobre y antiguo diario.
- 11 de febrero de 2020:
Hoy papa me a echo para desayunar huevos. A salido por la mañana y no volvio hasta la hora de merendar. Parecía muy cansado. Hoy el hombre malo no  ha venido. Aunque papa me prometió que no me haría nunca mas nada malo

Después de ojear la primera página guardo el diario en su bolsillo y busco en la caja donde saco varios diarios mas y agarro el que parecía mas nuevo
-23 de marzo de 2024
El hombre malo ha vuelto, esta vez a pegado muy fuerte a papa, le a sacado sangre y a mi me a vuelto a hacer lo impensable. Huir de el por toda la casa no servirá de nada, por mucho que corriera cuando sabia q entraba por la puerta, siempre me atrapaba .Papa me dijo q acabara pronto, no lo creo.

Siguió revisando el diario y solo hablaba de un hombre malo pero no de su padre. Con el paso de las paginas dedujo que el padre debía mucho dinero a alguien y que el hijo era una forma de compensarlo o seguramente fuera así por el estudio que demostró que el padre era consumidor de drogas. Aún así el padre no abusaba de el. Álvarez sintiéndose como un gran investigador guardo los diarios y rebusco mas en la caja. En la caja había juguetes en buen estado y algunos libros. Pero en el fondo notaba algo, agarro y saco una cámara de fotos. Parecía bastante antigua era pequeña y cuadrada, enfocando con la linterna observo su color plateado. Consiguió encenderla y empezó a revisar las fotos.

Encontró fotos con su padre, parecía un buen padre, eran de ellos dos jugando. Pero cuanto mas avanzaba el padre parecía en peor estado. Mas decaído y en una foto lo vio. Vio aun sujeto con un traje marrón debía de ser el, de una forma parecida lo describió el niño en uno de sus días. Pero no se podía ver su cara. El debía ser el hombre. Avanzo, avanzo y avanzo. Hasta q consigo encontrar una foto, miro a los ojos de esa persona. Álvarez no respiro durante varios segundos. No creía lo q veía, una gota de sudor recorrió su cabeza. Apago la cámara y la guardo de forma rápida en su bolsillo derecho. Los pensamientos y el terror nublaban su cabeza. Debía de salir lo antes posible de ese lugar pensó. Salió de la habitación de Jorge y se dispuso a dirigirse a la puerta de salida, recorrió los tétricos pasillos de la casa. Al llegar al salón el lugar mas cerca de la puerta, noto algo diferente. La puerta estaba cerrada, de repente escucho detrás suyo un ruido. Álvarez no quería pensar pero sabia a quien tenia detrás suyo.
—Álvarez te dije q no te metieras donde no te llamaran, que no vinieras.—dijo Martínez con una escopeta en mano. El arma llevaba una especie de silenciador, parecía q si disparaba nadie conseguiría escucharlo. Su dedo reposaba sobre el gatillo apunto de disparar.
—Martínez, escúchame llevamos mucho tiempo trabajando—dijo Álvarez pero no pudo terminar su frase
El gatillo fue apretado al instante y la cabeza de Álvarez fue totalmente destruida. Una explosión de sangre y cráneo cayeron junto al ahora inerte cuerpo de Álvarez. La sangre se hundía junto a la oscuridad de la casa mientras de lo que quedaba de su cabeza solo se podía apreciar el color de la sangre .Martínez miro el cada vez sin ninguna expresión, parecía muy calmado, sabía que debía de hacer. Sus ojos de cocodrilo se mantenían firmes. Agarro los diarios y la cámara y salió de la casa.





Jorge se preparaba para correr sabia que llegaría el sonido y esperaba y cuando mas preparado estuvo el sonido sonó. Ya sabia que Martínez estaba detrás suyo

Relatos del SilencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora