NARRADOR
Ambos estaban fascinados, el uno con el otro y pasaron mucho tiempo conviviendo, conociéndose y formando una conexión como ninguna otra entre demonio y ángel. Después de ese día no pararon de encontrarse, por el contrario, sus encuentros fueron aumentando, volviéndose constantes logrando fortalecer aquel vínculo.
Se sentían plenoscuando estaban juntos, hasta el punto de desarrollar emociones y sentimientoshumanos, provocando en ellos el enamoramiento, el más puro, ni siquiera los humanos (los cuales estaban diseñados para enamorarse) podían siquiera igualar lo que ellos dos fortalecían con el tiempo. Amor.
En cuanto al tiempo, un par de décadas pasaron y al igual que los humanos avanzaban, los encuentros entre Alastor y Lecabel también lo hicieron, incluso sus puntos de reunión cambiaron, pues ahora compartían lugares favoritos alrededor de todo el mundo y sobre todo, lograron un equilibrio perfecto entre dos seres completamente diferentes; un demonio y un ángel, pureza y malicia, todo en un vínculo inquebrantable.
Sin embargo, no todo era perfecto, tenían un problema; si los arcángeles se enteraban de aquel amor los separarían sin pensarlo ni tratar de entenderlos, al igual que los príncipes del infierno, todo estaría en su contra y ambos se negaban a alejarse.
Se dice que todotiene un final, desgraciadamente el de ellos estaba por alcanzarlos, pues enuno de sus encuentros románticos alguien los vio y ese alguien no era un sercualquiera, era Lilith; conocida por ser la primera mujer, primera pareja de Adán y por ser madre de los demonios (En realidad solo de un grupo de demonios, Alastor era uno de ellos).
En el infierno.
ALASTOR
—Te he visto Alastor. —Habló mi madre en un tono acusatorio.
— ¿A qué te refieres? —Dije tratando de hacerme el loco.
-Sabes muy bien a los que me refiero Alastor, dime qué haces socializando con un ángel, con la hija de Gabriel.
Su ira no tardó en hacerse presente, me tomó de los hombros con agresividad y sus ojos se tornaron completamente rojos, si no fuera un demonio me asustaría, pero la verdad es que estaba acostumbrado; además es mi creadora, mi madre.
—No estoy socializando con la primogénita de Gabriel. —Milagrosamente hablé en un tono serio, sin parpadear.
En un abrir y cerrar de ojos sentí un golpe en mi mejilla de la palma de su mano, logró desequilibrarme y mi vista se tornó borrosa. — ¿Cómo te atreves a mentirme? —estaba furiosa.
—Escúchame bien demonio iluso—Tomó mi mentón y me obligó a mirarla. —eres uno de mis hijos Alastor, ella representa un peligro para ti, no deberías involucrarte así con ella... Los he visto besarse. —Sus ojos rojos volvieron a la normalidad, pero su tono seguía siendo de molestia.
—Ahora escúchame a mi— Gruñí alejando su mano con brusquedad. — No la conoces, y no dudaré en hacerle daño a cualquiera que interfiera entre nosotros, mucho menos si sale con un solo rasguño, ambos estaremos bien. —Amenacé a mi propia madre, mirándola tan enojado como ella lo estaba.
—Solo te advertiré que si no te alejas de ella me veré en la penosa obligación de informarle esto a los arcángeles, a su padre; te doy la oportunidad de hacer esto por las buenas, eres mi hijo y te protegeré como tu estas dispuesto a hacerlo con ella.
Ella se fue, dejándome ahí con el rostro enrojecido y adolorido, peroeso no era nada, me dejo pensando acerca de Lecabel.
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INTERFECTOREM ANGELUM
Short StoryEsta es una pequeña historia, pero el amor es enorme.