LECABEL
Pude actuar como sinada, como si no supiera que todos son capaces de hacerme daño e inculpar a Alastor, por dentro estaba llorando, estaba hundiéndome en la tristeza, me desvié un poco de su plan para encontrar a Alastor antes, cuando lo encontré y lo tuve frente a mí, me derrumbé por completo y él me sostuvo en sus brazos.
—Meum fragmen album aurum, te encontré. — Habló con lágrimas en los ojos y besó mi frente.
—Por favor perdóname— Le dije sollozando —te quieren inculpar, te van a castigar, no permitiré eso. —mis palabras salieron rápidamente, acaricié sus mejillas y besé su frente también.
—Lecabel...
—No, no tenemos mucho tiempo, por favor tienes que perdonarme, haré esto por amor, me sacrificaré para evitar tu dolor—Lo interrumpí llorando, suplicando su perdón.
Cuando Alastor estabapor contestarme me di cuenta de que los arcángeles, y Lilith (suponía que cómotestigo) estaban llegando al lugar, cuando estuvimos a la vista de todosarranqué una pluma de mi ala y la enterré en el pecho de Alastor, de mi gran amor, todo sucedió tan rápido, ni siquiera había pensado en las consecuencias para mí, solo no quería el sufrimiento eterno para él. Alastor cayó en mis brazos, sorprendido por mi acción, logré escuchar los gritos de Lilith, pero yo solo me centré en él, muriendo en mis brazos, abrazándolo.
—Lecabel... yo...yo... te... perdono... confío— Sus palabras salían con dificultad de su boca, no me miraba con odio— te... te amo Lecabel, Meum...fragmen album aurum —Me dijo limpiando mis lágrimas.
Cerró los ojos y su mano cayó inerte, yo grité, ahora me odiaba a mí misma, no era capaz de soltar su cuerpo, él no me miró con despreció, sus ojos siempre me hablaron con amor, hasta su último aliento.
NARRADOR
Lecabel no paraba degritar mientras se aferraba al cuerpo de Alastor, es así como se habíaconvertido en el primer ángel asesino. Lilith la tomó agresivamente,obligándola a soltarlo, si no fuera por los demás arcángeles la madre del demonio habría asesinado a Lecabel en segundos.
Después de calmar a Lilith, los príncipes del infierno llegaron al lugar, encadenaron a Lecabel, ella parecía no estar ahí, su mirada estaba perdida, dejó de llorar, sin embargo, su aura estaba completamente apagada. Gabriel estaba igual, incapaz de procesar lo que había presenciado.
Al ser el primer caso de un ángel asesino se llegó a la conclusión de que lo mejor era enjuiciarla, los arcángeles no podían entrometerse, tal como los demonios no podían meterse cuando los arcángeles enjuiciaban a un demonio. Una cucharada de su propia medicina.
—Tengo el castigo que se merece— Habló Leviatán —la muerte no sería un castigo para ella.
— ¿Cuál es tu propuesta? — Respondió Lilith
—La condenaremos avagar por el mundo terrenal, por toda la eternidad, le arrancaremos las alas,tendrá todas las dolencias de un humano, será incapaz de ser amada y de amar, todas sus demás emociones y sentimientos serán el doble.
—Su padre será el encargado de arrancarle las alas y de desterrarla, quiero que sienta la pérdida de un hijo. — Dijo Lilith llena de rabia.
Todos los príncipes del infierno quedaron satisfechos con la elección del castigo, por otro lado, Lecabel aun escuchando su penitencia no luchó, no se opuso, simplemente lo aceptó. Ella murió junto con Alastor.
Gabriel tampoco se opuso, por mucho que quería no había manera, simplemente se acercó a su hija, la cual estaba encadenada, de manera tan perfecta que no podía mover ni un solo dedo, esto para poder arrancarle las alas.
—De ahora en adelante no tengo una hija. — Pronunció Gabriel entre lágrimas, dicho eso tomo las alas del ángel y sin detenerse a pensar las arrancó en un solo movimiento.
Los gritos de Lecabel se hicieron presentes, tan desgarradores que incluso algunos demonios huyeron del lugar.
El arcángel hizo lo último; la desterró de un solo empujón.
Actualmente
— ¿Qué más pasó? —Preguntó el niño agarrando la última galleta.
—Bueno, ella seguramente estuvo vagando por todo el mundo desde que despertó después de su caída. —Contestó la joven y se sirvió otra taza de té. Es solo un cuento Elián, pensemos mejor que ella y el demonio tuvieron un final feliz.
—Yo creo que es real, ojalá ella se encuentre bien, que su papá la perdone y que alguien se enamore de ella.
La chica solo acarició el cabello del pequeño, el cual terminó su galleta, besó la mejilla de Lecabel y se fue corriendo a jugar.
—Ojalá fuera solo un cuento. —Susurró la chica mientras una lágrima caía de sus ojos.
Lecabel vivíacondenada, pero estaba consciente de que había salvado a Alastor de un destinomucho peor, que si él no estaba sufriendo entonces su propio dolor no era en vano, ya no podía sentir amor, pero lo recordaba, lo recordaba a él, eso era suficiente para ella y en su espalda en donde solían existir unas alas impresionantes ahora eran cicatrices, eso era una gran marca del amor que tuvo por un ser precioso.
FIN
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INTERFECTOREM ANGELUM
Short StoryEsta es una pequeña historia, pero el amor es enorme.