Capítulo 4

14 1 0
                                    

" Paciencia "

Es sábado, son las 8:00 a.m y estoy a punto de llamar a la puerta de mi vecino-profesor Lucas, que desconsiderado es, me hizo levantar temprano un sábado para estudiar Matemática. Lo odio.

*Pero es por tu bien académico.*-me recuerda mi conciencia.

Es cierto, todo sea por mis notas y salvar la beca.

"Toc-Toc"
Toco la puerta y en unos segundos el profesor Lucas abre la puerta solo con un pantalón puesto , todo su pecho y abdomen está desnudo.

Vaya espectáculo a estas horas.

Debo admitir que este tipo está más bueno que el pan. Sus brazos están bien definidos y su abdomen es una roca, definitivamente sería mi tipo si no fuera tan estúpido y molesto.

*Si lo de arriba está bueno imagina lo de abajo*- me dice mi lado sucio de la cabeza.

Sacudo la cabeza sacando eso de mi mente.

**Es mi profesor, estúpida cabeza.**

- ¿Va a pasar o se quedará todo el día con la boca abierta mirándome?- me dice con un tono molesto sacándome de mis pensamientos.

- Yo no estaba mirándolo con la boca abierta, hay muchos hombres mejores que usted profesor Lucas.- le digo con indiferencia y entro a su apartamento.

La verdad no he visto ningún hombre que esté mejor que él a no ser en las revistas,pero no le agrandaré el ego.

Luego de que se pusiera una camiseta (gracias a Dios por eso, porque si no me hubiera entretenido en sus abdominales) comenzamos el bendito repaso.

- Entonces señorita Sánchez, repítame lo que le he explicado.- me pide y yo que estaba muy entretenida con una mosca posada en la mesa no sé que responderle.

- ¿Ehh, qué?- le pregunto despistada. La verdad no le he prestado mucha atención a lo que me ha dicho en solo media hora, las matemáticas nunca han sido lo mío, y no creo que él logre que coja una buena nota en el examen.

- Si no me atiende no va a aprender nada y todo mi esfuerzo será en vano.- me reclama.

¿Pero quién se cree? Yo no le pedí que me ayudara, él solito se ofreció no sé por que razón, que ahora no me venga a reclamar.

- Yo no le pedí que me ayudara, me hubiera dejado suspender y ya, que es lo que voy a hacer.- me levanto del sofá en el que estábamos sentados y me decido a irme pero él me detiene agarrándome por el brazo.

- Yo no le he dicho que se vaya señorita Sánchez, siéntese.- me regaña,sus ojos se vuelven oscuros y me asusto.

- Déjeme ir, no voy a aprender nada, no pierda su tiempo.- le digo en un hilo de voz.

- No estoy perdiendo mi tiempo señorita Sánchez, nunca se pierde el tiempo si se ayuda con buenas intenciones.- me dice suavizando su voz, con el brazo que me agarró me dirige nuevamente al sofá y me sienta allí.- Usaré un método de enseñanza que una vez me enseñaron para las personas como usted.- me dice agarrando los papeles y las cosas que tenía encima del sofá y poniéndolas en la mesa.

¿Las personas cómo yo qué,brutas? Ya sé que soy bruta pero no me lo tiene que decir así.

- Oiga no me insulte, sé que soy un poco difícil de enseñar pero no me tiene que decir bruta tan sutilmente .- me quejo.

- Para las personas que se entretienen con facilidad, no le he dicho bruta en ningún momento señorita Sánchez.- me dice con tranquilidad aunque puedo notar que le estoy colmando la paciencia.

Sentimientos y emociones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora