Olvido

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Cada vez que Francisco metía la mano en el bolsillo de la campera que usaba siempre, recordaba algo que había olvidado.

No entendía porque se olvidaba todas las veces de devolverle el guante a Esteban.
suponía quizás que Esteban no lo necesitaba, lo había visto usando otros pares, así que, al no percibir una urgencia, su mente decidía olvidar.

Ese día, sin embargo, decidió que era momento de hacerlo, llevaba con el guante hacía fácilmente una semana.

Vio a Esteban de lejos hablando con uno de los productores y sintió algo en el estómago cuándo él, desde su lugar, percibió su mirada, se la devolvió y sonrío.

No supo bien que hacer, estaban afuera, caía nieve pero no mucha gracias al sol potente.
se quedó allí algo dudoso y luego, como un acto reflejo,volvió a guardar el guante.

Miró su celular, todavía, de vez en cuánto, revisaba las redes de su ex, ya ni siquiera creía que le importaba, lo hacía más que nada por inercia.

Bajando por antiguas fotos que se conocía de memoria, una vez a sus espaldas lo sobresalto.
del salto que dio su dedo resbaló y le dio un "me gusta" a una foto de hacía dos años.

-¡¿pero que haces, Esteban?! ¡la puta madre!-gritó sacando el me gusta, aunque sabía que ya era tarde

-uh perdón...

-¿que sos un fantasma,boludo?-volvió a gritarle y se fue al hotel, con las mejillas hirviendo.

●●●

Tuvo tiempo de sobra para pensar en lo maleducado que había estado.
Esteban no había tenido la culpa de lo sucedido, y él lo había tratado muy mal.

Bajó desde su cuarto, cruzandose con Matias que tenía una sonrisa extraña, y llegó hasta la sala dónde Esteban parecía estar merendando.

No sabía que decir, suponía que un simple perdón bastaba, pero sabía a poco, además la presencia de Esteban siempre lo ponía nervioso

-¿algo interesante?-le preguntó al notar como los ojos de Esteban paseaban por su propio celular

Esteban sonrío y dejó el artefacto sobre la mesa.
Fran enredó sus dedos entre si, nerviosos, llevando ambos brazos hacía atrás

-no tanto, ¿no comes?

-no tengo hambre

-si bueno, muy tentador no es-admitió el rubio mirando el plato de avena, la dieta rigurosa de los actores le parecía horrible

-me quería disculpar por lo de hoy, estaba nervioso...

-no pasa nada

-si pasa-dijo sentándose a su lado-perdoname en serio, no estoy pasando un buen momento

-¿me querés contar porque estabas nervioso? capaz te puedo ayudar-le dijo bajando la vista un segundo al cuello contrario, el reflejo de una cadenita brilló unos segundos

-tengo un ex y...-pensó. no quería aburrir a Esteban con esa historia densa y pasada-no sé, me quedé un poco enganchado, todavía le escribo y...hoy lo stalkeaba...

-¿lo qué?

Fran lo miró sorprendido y sonrío, Esteban parecía ser abismalmente distinto a todo lo que conocía

-o sea que revisaba sus fotos, y cuándo vos me hablaste me asustaste y le di me gusta a una

-ay...

-si...asi que por eso...

-entiendo, perdoname

-no, perdoname vos a mí

Esteban sonrío. quería decir algo más, pero no sabía que, no creía ser muy bueno con las palabras

-pienso que deberías no hacer esas cosas, no sé,parece un poco destructivo...

-puede ser...soy un boludo

-todos pasamos por algo asi, tranquilo

Fran tampoco sabía muy bien que decir, pero tenía la necesidad de seguir hablando.
de pronto recordó aquello que solía olvidar.
llevó la mano hasta su bolsillo pero allí no encontró nada, llevaba una campera distinta esa vez.

-en realidad sí soy un boludo, no dejó olvidarme de devolverte el guante

Esteban lo miró y volvió a notar el brillo entre su cuello

-¿que tenés ahí?-le preguntó indicándole con la mirada

Fran llevó su mano derecha ahí y extrajo la cadenita desde adentro de su remera.
llevaba un dije en forma de F colgando de ella

-ay ¿te gusta? ¿podes creer que en el aeropuerto era la única que había? me estaba esperando

-capaz alguien te consideró importante y guardó todas las demás

-¿quién haría algo asi?-preguntó sonriendo

-yo lo haría-respondió sin pensar-o sea...por alguien que a mi me resulte importante...

-claro,claro

-bueno-dijo Esteban apoyando sus manos en la mesa, nervioso-¿te parece un intercambio?

-¿como?

-vos te quedas con mi guante, y yo con tu cadenita, cuándo te acordas de devolvermelo yo te devuelvo la cadenita

Fran lo pensó, sonrío y se llevó las manos a la nuca, desjustando la cadena

-suena justo-le dijo, y entonces se la entregó.

Yo tengo dos y vos ninguno: 𝐞𝐬𝐭𝐞𝐛𝐚𝐧 𝐱 𝐟𝐫𝐚𝐧𝐜𝐢𝐬𝐜𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora