Yo tengo dos y vos ninguno: 𝐞𝐬𝐭𝐞𝐛𝐚𝐧 𝐱 𝐟𝐫𝐚𝐧𝐜𝐢𝐬𝐜𝐨

Largos meses después

Habían pasado algunos meses, y ellos no volvieron a hablar, pero eso estaba bien, estaban muy ocupados para pensarse, aunque lo hacían, pero el recuerdo parecía sereno, un recuerdo bonito para ambos.

Aquélla tarde llovía y casi era de noche; Fran estaba en su casa, últimamente salía seguido y casi nunca estaba, pero la tormenta no le dejaba asomarse a la calle.
sin embargo si le dejó escuchar el timbre de casa.

Tenía muchos amigos pero todos ellos, como su familia, se anunciaban antes de ir a verlo, por lo que el abrir la puerta le parecía un riesgo.

De todas las personas que esperaba ver, incluso todas las personas que no, jamás imaginó que sería él.

Pablo, con quién había tenido una relación tortuosa, estaba del otro lado, empapado por la lluvia.

Fran fruncio el ceño un segundo, como si le costara entender de quién se trataba, para él Pablo no era más que un fantasma del pasado.

-¿que haces acá?

Pablo sonrió y se pasó la mano por la cara intentando limpiarse las gotas de lluvia.

-quería felicitarte

-bueno, gracias-dijo dudoso. ya no sentía nada por él y así y todo ahí estaba, temblando ante su presencia

-¿me dejas pasar o te felicito desde acá?

Para Francisco, dejar pasar a Pablo significaba mucho más de lo que parecía, pero lo hizo, necesitaba ponerse a prueba a si mismo.

Entraron; Pablo se secó el pelo con la toalla que Fran le alcanzó y luego recorrió la sala de un modo lento, como si hubiese vuelto a un lugar antiguo, que es, basicamente, lo que estaba haciendo.

Fran se sentó en el sofá, se sentía incómodo, algo conmocionado y como si estuviese en un sueño profundo.

Su ex se sentó a su lado y le pasó una mano por los hombros, como acariciandolo

-estuve pensando mucho en vos últimamente, creo que no me porté muy bien

-yo quedé muy enganchado y me costó mucho superar, hice cosas que no tenía que hacer,pero ya está

-¿ya está?-le preguntó él levantando una ceja

-si, o sea...¿no?

-no-respondió sonriendo

Lo siguiente pasó tan lento que Francisco no llegó casi a entenderlo.
en breve empezaron a besarse mientras la tormenta se violentaba.

Asi, a besos, llegaron a la cama, y aunque Francisco tenía una alerta permanente en la cabeza,una voz que le exigía detenerse, decidió no escucharla.

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En la mañana siguiente la lluvia se había detenido, aunque seguía nublado, amenazando con un nuevo día pasado por agua.

Fran fue al baño y al regresar encontró a Pablo sentado en la cama,vistiendose.

-es re temprano, quería prepararte el desayuno...

-Francisco, no empieces-le dijo. por alguna razón su tono de voz parecía haber cambiado

-¿con qué?

-cogimos, me encantó, como siempre, pero no soy tu novio-le dijo y mirandolo agregó-ya tengo novio

-¿qué?

-como si no lo supieras

-¡no! ¡no lo sabía!

-te lo había dicho