Capitulo 8

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Mateo

Estamos a viernes y Emma no asistio al colegio desde que comenzo la semana. Me entere através de la directora de que se habian puesto en contacto con ella y dijo que estaba enferma, pero sinceramente no le crei.

Habia algo mas detras de todo esto. Desde que ingresamos al colegio hoy al mediodia, tengo una extraña sensacion de que algo malo va a suceder.

Reuniendo valor, me decidí a acercarme a sus dos amigos más cercanos para indagar si tenían alguna información adicional sobre ella.

—¿Saben algo mas de ella?, estoy preocupado, ni siquiera los mensajes me respondio —

—Estamos igual de preocupados que vos Mateo, a nosotros tampoco nos contesta pero creo que hay que darle tiempo —dijo Fabricio, su mejor amigo

Yo solo asentí, no me había generado tranquilidad la respuesta de ellos pero decidí no molestar mas e irme a sentar a mi banco.

Paso un buen rato y esa sensación extraña seguía en mi, agarre mi celular y decidí mandarle un mensaje a Emma.

Emma fea
hola morocha, como estas?
17:30✔️✔️

No me sentía tranquilo cuando vi que me había
dejado en visto, pero afortunadamente solo faltaban 10 minutos para irnos, así que decidí sorprenderla yendo a su casa después de la escuela.

Eran las 17:40, al fin.

Yo me dirigía rápidamente hacia los casilleros para agarrar mis pertenencias, por suerte mi casa esta a pocas cuadras del colegio al igual que la de Emma.

Antes de ir hacia su casa, decidí hacer una parada sobre la mia y darle aviso a mi mamá donde estaría.

—Buenas, ma voy a ir a lo de Emma, paso a avisarte así te ahorras la preocupación — Te amo grite mientras daba un portazo.

Ni siquiera permití que mi mamá llegara a responder que ya me encontraba dirigiéndome a la casa de la morocho que quedaba a unas pocas cuadras, para ser exactos, solo 5.

Después de unos pequeños minutos llegue, toque la puerta y no hubo respuesta del otro lado, sabía que estaba en su casa debido a que sus papás trabajan en este horario y prefieren que no salga a ningún lado para que su casa no quede completamente sola.

Decidí aguardar unos instantes, para evitar quedar como un intenso, y volví a golpear nuevamente pero esta vez un poco mas fuerte, pero otra vez no obtuve ninguna respuesta. Intente mantener la calma considere las opciones de que quizá no me quisiera ver o quizás no quiera ver a nadie en sí.

Golpee otra vez y no tuve resultado alguno.

Rápidamente, mi mente ideo una locura: romper la puerta para poder entrar a la casa.

Pero y..¿se se encontraba ahi?, y..¿si solo no queria visitas?.

Sacudi mi cabeza y me replantee nuevamente aquellas preguntas, pero un nerviosísimo dentro mio de como si algo malo estuviera sucediendo alli adentro se apodero de mi.

Tuve varios intentos ya que derrivar la puerta no sería fácil, pero saque fuerzas de donde no tenia y pude ingresar.

—Emmaa, ¿donde estas? —grite

Nadie emitía ningún sonido, me dirigí hacia su cuarto, no había nadie, hacia el patio y tampoco se encontraba allí.

La última opción...era el baño.

Abrí la puerta lentamente y fue lo peor que pude haber visto en mi vida.

Ahí se encontraba ella, tirada en el suelo con una gran cantidad de tabletas esparcidas a su alrededor, las cuales no logró identificar. De su boca emanaba espuma, su piel estaba pálida y se encontraba completa inconsciente.

—Emma, ¿que hiciste? —grite sacudiendo si cuerpo con cuidado, pero la respuesta de ella era nula. —Emma por favor, no nos hagas esto —dije nuevamente.

Aumentó mi nerviosismo, decidí tomarle el pulso como la opción más inteligente. Agarré su muñeca y coloqué un dedo sobre ella, pero no podía sentir su pulso, lo cual me asustó por completo. Sin embargo, no iba a rendirme. Corrí su cabello para dejar al descubierto su cuello y posicioné mis dedos en él. Experimenté un gran alivio cuando mis dos dedos vibraron suavemente debido al movimiento de las venas.

Después de verificar el pulso de Emma, decidí llamar a una ambulancia alertando la gravedad de la situación.

Por suerte...llegaron en unos pocos minutos.

En estos momentos nos encontrábamos en el hospital con mis padres, su familia y sus mejores amigos.

Emma había sufrido de una sobredosis leve, pero no dejaba de ser una sobredosis, le hicieron un lavaje de estomago para sacar cada resto de pastillas que haya quedado en su estómago, ahora, se encontraba en observación.

—No sabemos como agradecertelo Mateo —dijeron Ana y Pablo, los padres de Emma.

—No hay nada que agradecer, enserio —

—Te juro que sigo sigo sin entender cual fue la razón, yo se que es una chica muy solitaria pero no pensé que podía llegar a estar viviendo un momento tan fatal —agregó su madre con algunas lagrimas en los ojos, yo solo la abracé.

Podía entender el dolor de aquella madre, de no ser suficiente o de no estar completamente informada de todo lo que le sucede a su hija adolescente.

Lo único que no sabían es todo lo que hay detrás de esto y cual fue la principal razón por la que Emma tomo esta decisión.

Actualizo
Como estan?, creo que nunca habiamos hablado del nombre de los papás de Emma
queria comtarles que somos poquitos leyendo este fan fic, pero estoy muy muy feliz
🫶🏽

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⏰ Última actualización: Mar 17 ⏰

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