Dos Mitades

Capitulo 4 - Llamadas

Saitama roncaba plácidamente en su cama, sumergido en el sueño reparador que seguía a una noche tan peculiar. Sin embargo, el silencio de su habitación se vio repentinamente interrumpido por el sonido insistente de su teléfono. Entre bostezos, Saitama buscó el dispositivo y contestó la llamada, aún medio adormilado.

"Oye, calvo, ¿qué tipo de mujeres te gustan?" fue recibido por la voz directa y enérgica de Tatsumaki al otro lado de la línea.

Saitama, confundido y aún medio dormido, frunció el ceño. "¿Quién habla?" preguntó, tratando de ubicar la voz en su aturdida mente.

"Tatsumaki, la chica que invitaste a salir hace unas horas ¿Me olvidaste tan rápido?" respondió ella con su tono sarcástico característico.

Saitama parpadeó, tratando de despertar completamente. "Ah, sí, lo siento. Estaba medio dormido. ¿Por qué preguntas eso de repente?"

Hubo una pausa momentánea antes de que Tatsumaki respondiera. "Solo curiosidad. ¿Eres de los que prefieren personalidades fuertes o te gustan más las chicas tímidas y dóciles?"

Saitama, aún tratando de procesar la situación, respondió de manera directa. "No tengo preferencias específicas. Me importa más la personalidad y cómo se lleva con los demás".

Tatsumaki soltó una risa corta. "Interesante. Bueno, era solo eso. Vuelve a dormirte, calvo".

"Está bien, gracias por despertarme para preguntarme eso", respondió Saitama con una mezcla de confusión y gracia.

Después de unos segundos de silencio, Tatsumaki colgó la llamada, dejando a Saitama nuevamente en su tranquilo dormitorio. Mientras volvía a acomodarse en su cama, no pudo evitar pensar en lo inesperado de la situación y en cómo la noche peculiar continuaba incluso después de que la cita había terminado. Con un suspiro, Saitama cerró los ojos, dejando que el sueño lo envolviera una vez más.

Quince minutos después, el teléfono de Saitama volvió a sonar, interrumpiendo su sueño. Aún medio adormilado, contestó la llamada y escuchó la voz de Tatsumaki en el otro extremo.

"Otra pregunta, cabeza de huevo. ¿Eres celoso? No es que me importe", preguntó con su tono directo y desafiante.

Saitama, intentando concentrar sus pocas neuronas restantes para entender la pregunta, respondió con una mezcla de confusión y somnolencia. "¿Celoso? No, no creo que lo sea. ¿Por qué preguntas eso ahora?"

Tatsumaki soltó una risa traviesa. "Solo curiosidad. A algunas personas no les gusta que sus parejas se vistan de cierto modo o salgan con cierta gente, ya sabes."

Saitama, tratando de comprender la situación a pesar de su estado somnoliento, respondió con sinceridad. "No tengo motivos para ser celoso. Cada uno hace lo suyo, no me molesto por esas cosas."

"Buena respuesta, calvo. Supongo que eso está bien. No quiero salir con un tipo celoso", comentó Tatsumaki de manera casual.

Saitama, incapaz de evitar un pequeño bostezo, respondió: "No soy del tipo celoso. Pero, ¿por qué todas estas preguntas de repente?"

Hubo una risa breve del otro lado. "Solo estoy pasando el tiempo. No tienes que responder si no quieres, pero eso significaría dar por terminada cualquier cosa que intentaste comenzar. Buenas noches, calvo."

La línea se cortó, dejando a Saitama con una extraña sensación de confusión y curiosidad. Mientras intentaba volver a conciliar el sueño, no pudo evitar preguntarse qué llevaría a Tatsumaki a hacer esas preguntas tan directas en medio de la noche. Con un suspiro, cerró los ojos, pero no intento dormir.

Diez minutos después, el teléfono volvió a sonar, y Saitama, ya un poco más despierto y anticipando otra ronda de preguntas extrañas, escucho resignado.