Toda la sala se volvió una zona de terror puro, varios estaban temblando, aterrados, entrando en pánico por esa cosa que se hacía presente en la pantalla
Algo que estaba en una pantalla les estaba haciendo sentir el peor terror de sus vidas, pese a que varios de ellos fueron Guerreros, asesinos, científicos entre otras cosas, en todos sus años nunca habían visto o sentido algo similar, les hacía querer correr y largarse del lugar
Nostradamus el profeta que siempre se encarga de molestar a todos con su actitud peseda ahora estaba callado, desde que tuvo la peculiar habilidad de poder ver el futuro o posibles acontecimientos creyó haber perdido ese sentimiento de miedo. Por favor, si hasta pudo ver un posible fin del mundo y ni eso lo estaba haciendo temblar como ahora, tomándose la cabeza con desesperación
Elizabeth Bathory, la condesa sangrienta que torturó a docenas de jóvenes y mujeres, una qué otra vez a un hombre también estaba pálida como una muerta, paralizada no queriendo moverse si esa... Cosa la seguía viendo, con ese rostro hecho por galaxias y estrellas que daba un toque más intimidan te
Buda, el iluminado dejo de comer sus dulces estando con la cabeza baja, con una sonrisa más que forzada notando del como todo su cuerpo estaba temblando, pero eso no era lo que más le alteraba, sino el hecho de que... No podía ver el alma del chico, cuando lo intentaba solo vio una profunda oscuridad, una qué ni siquiera Hajun transmitía en todo su ser
Tants oscuridad como los rincones más olvidados del universo
Jeanne D'arc estaba en un estado de shock, no sentía miedo, ni alivio, nada, era como si su alma hubiera abandonado su cuerpo al tan solo escuchar de quién le había dado ese poder, de quién había obtenido tal fuerza para acabar con todo ser vivo
Del mismo ser a quién adoraba y honraba con devoción, teniendo miles de preguntas que su cerebro no podía aguantar, estaba a nada de colapsar y caer a quizás la locura, todo lo que creía fue rotó de un segundo para otro
Todas las deidades estaban en silencio puro, sin tener mucho que opinar, ¿Para que? Si sus expresiones decían todo por ellos, todos y cada uno de ellos estaban asustados, desde los griegos hasta los nórdicos
Hasta Zeus y Thor qué eran unos locos por la batalla estaban sintiendo algo que pocas veces han experimentado, o mejor dicho, algo que nunca sintieron en todos sus años de existencia
Miedo hacia un individuo, uno que salía de toda lógica que ellos tenían o conocían
Lilim estaba arrodillada en el piso llorando, estaba aterrada? Claro que sí, la presión que emanaba el chico le hacía querer desmayarse o simplemente, darle una sensación de querer morir delante suyo
Pero si un sentimiento que se equiparaba con el miedo que tenía era la tristeza, una profunda tristeza de ver como aquel chico con unos ideales aunque incorrectos, firmes, ahora era una marioneta para el creador de todo
Pero alguien estaba peor, o si qué estaba mucho peor, el dolor de una madre al ver el camino que toma su propio hijo a veces era mucho más doloroso que la muerte... Sobre todo para una persona que ya experimento la muerte
Chun Yan estaba destrozando, llorando sin parar en lo que era, o al menos intentaba ser consolada por su hijo adoptivo, pero nada funcionaba, su corazón fue rotó en mil pedazos al ver en el Monstruo qué se volvió su hijo al momento que adquirió el poder de ese Dios...
Ese Dios que de seguro estaba usando a su hijo para sus planes, uno que de seguro no le importa en lo absoluto que le pueda pasar, que una vez no le sirva piensa desecharlo como basura... Odio era lo que inundaba su ser al recordar a ese maldito Dios, pero las palabras del anfitrión casi que la hacen explotar, no por lo que dijo, sino por como lo dijo