i.ii felipe otaño

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¿qué somos?
soft shot / posiblemente de los pocos así romanticones
oc name: carla rivero

El ambiente en la casa era cálido y acogedor, la luz tenue de las lámparas que ayudaban a iluminar la casa de la oscuridad que había ya fuera. El trío de amigos hablaba animadamente aún en la habitación de Felipe, tú te habías puesto una de las camisetas del susodicho junto con unos boxers que también le pertenecían. La atmósfera aún seguía siendo íntima, como si estuvieran en una especie de post polvo. Tú tenías apoyada la cabeza en las piernas de Blas mientras éste acariciaba tu cabello, mientras que tú tenías a Felipe recostando su cabeza encima de tu estómago, también recibiendo mimos en el pelo por cortesía tuya. Sin embargo, ya empezaba a ser muy tarde y debían empezar a moverse si querían dormir tranquilos. Los tres se levantaron de la cómoda alfombra que tenía Felipe en su cuarto para empezar a cambiar las sábanas y airear el mismo, pues a pesar de que no fuera a venir nadie más a la casa no entraba en sus planes que la habitación oliera a sexo durante toda la noche.

Después de ayudar a cambiar las sábanas y arreglar un poco la casa de Felipe, Blas se despidió de ambos con una sonrisa amistosa.

– ¿Estás seguro de que no quieres quedarte a dormir? Ya es algo tarde para andar por las calles.━ volviste a insistir, pero la respuesta fue la misma que antes.

A pesar de la invitación de quedarse, pero la mirada cómplice entre el ojiazul y Blas junto con la excusa de que María, su mejor amiga, le andaba esperando para terminar un trabajo de la universidad dieron a entender que no. Además de que era más que evidente que Felipe no quería que Polidori se quedara a dormir.

No era la primera vez que compartías habitación con Felipe. Habían pasado varias ocasiones en las que, durante escapadas a la playa con vuestro grupo de amigos, terminaban alojándose juntos en la casa que Matías tenía en la costa. La dinámica entre ustedes siempre fue cómoda y familiar, como si compartir espacio fuera algo natural y esperado. Aquellas noches se convertían en un ritual de cuidado personal, mientras charlaban de cualquier tema que surgiera.

Sin embargo, hubo una vez que el ambiente cambió. Realmente no recordabas con exactitud cómo pasó eso, fue justo después de una fiesta hawaiana a la que asistieron donde la barra libre fue una bendición para todos. Pero al llegar a la habitación, una especie de complicidad que antes no habían tenido surgió llevando a que Pipe te besara y tu gustosa correspondieras fundiéndoos en un repentino y fugaz beso. Fue un instante de sorpresa e impulso, pero a la vez de confusión por ambos mejores amigos.

A pesar de ese episodio las noches siguieron como si nada, casi como si ese beso no hubiera existido o no quisieran mencionar el tema. Después de aquello todo siguió igual de bien que antes, seguían haciendo sus pijamadas y a veces Felipe le preguntaba si le podía traer alguna mascarilla para ponérsela aquella noche.

Sin embargo, aquella noche era totalmente diferente. Había un aire cargado de tensión palpable al aire entre los dos. ¿Sería que el sexo que habían compartido hacía escasas horas había cambiado todo? Era una pregunta que no salía de tu cabeza, aunque en el fondo sabías que no te molestaba que todo hubiera dado un giro repentino a la relación que teníais. A pesar de tus intentos por contradecirte sobre esos sentimientos, tu mirada te delataba a la perfección.

Había algo en la manera que lo mirabas, embobada y llena de cariño, como si cada gesto suyo fuera un mágico descubrimiento que te asombraba. Tus inevitables sonrojos cuando él te rodeaba con sus brazos y te cubría de besos cada vez que llegabas a su casa o a cualquier sitio donde hubierais quedado. Después de ver las ganas que ambos se tenían el uno por el otro, era como si los sentimientos que compartías se hubieran intensificado aún más.

𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 | LSDLN CASTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora