Una Celebración Para Dos

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8 de octubre

Ya era el quinto día de aquel interminable festejo por la celebración en conmemoración al cuarto Hokage. Y como siempre, las calles estaban llenas de gente que disfrutaba de los diferentes puestos, haciendo que Sasuke se irritara. No soportaba la sensación de estar asfixiándose entre la inmensa multitud de personas que parecían moverse como tortugas o quedarse como estatuas obstruyendo su camino.

—¡Disculpe!... Disculpe... ¡Ay, perdón! —Se disculpaba con cada uno de los aldeanos cada vez que los rozaba o chocaba.

—Shisui... Así nunca vamos a llegar... —Se quejó sosteniendo con fuerza su mano para no perderse entre la multitud.

Sasuke estaba bastante irritado, esta era la primera vez que iba a ir a la casa de su amigo, algo que jamás había hecho anteriormente con nadie, y justo hoy a los aldeanos se les ocurrió transitar las calles en manadas. Sin mencionar que Shisui estaba más distraído de lo normal.

—No te preocupes... Ups, ¡disculpe...! —Volvió a disculparse, haciendo que Sasuke rodara sus ojos ya harto de oír la misma palabra cada cinco segundos. —¡Mira! ¡Allí está!

Miró hacia donde estaba apuntando Shisui, sin lograr ver absolutamente nada gracias a las miles de personas que tenía enfrente. Le dió una mirada seria a Shisui, diciéndole sutilmente que no podía ver nada por razones obvias.

—Ups... Cierto... —Shisui lo alzó con cuidado sobre sus hombros, volviendo a apuntar una vez más. —¡Allá! Esa es, ¿verdad...?

Esta vez, sí pudo ver con claridad el departamento que Shisui le señalaba. Sonrió cuando reconoció el edificio donde vivía su amigo.

—¡Si! Ese es.

—¡Eso! —Festejó alzando ambos brazos hacia arriba.

Aún con el Uchiha menor sobre sus hombros caminó la corta distancia que quedaba entre ellos y el dichoso edificio. Finalmente, después de aquella odisea, habían llegado. Bajó con cuidado a Sasuke al suelo para luego arrodillarse frente suyo.

—Muy bien, Sasuke… Cuando sean más o menos las siete, Itachi va a venir a buscarte para llevarte a casa.

—¿Es realmente tan necesario? Sé que a la noche suele ser más peligroso de lo normal, pero aún así yo siempre...

—No es una negociación, pequeño... —Interrumpió con un gesto comprensivo. —Últimamente hay demasiada inseguridad por las calles de la hoja... Sé que eres fuerte, pero no vamos a arriesgarnos... ¿De acuerdo?

Le dió una suave sonrisa, suplicándole con la mirada que le hiciera caso. Sasuke suspiró asintiendo con su cabeza en silencio. Antes de notarlo, Shisui le dió un pequeño abrazo de despedida.

—Mi pequeño hermanito ya está creciendo... —Dijo simulando llorar.

—¡Shisui, detente!

Entró al edificio dejando atrás a Shisui, quien debía seguir trabajando, ya que solo se había escapado para poder acompañarlo. Sacó un papelito bastante arrugado de su bolsillo y miró el número de habitación al que debía ir.

—Hm... Voy a tardar unos minutos en llegar...

Guardo el papelito de nuevo, miró hacia las escaleras y se quejó internamente de que su amigo viviera en un departamento tan antiguo. No había ni un triste ascensor que pudiera usar para llegar a la planta alta. Suspiró, cansándose antes de siquiera poner un pie en las escaleras y comenzó a subirlas, perdiéndose en sus pensamientos para matar el tiempo.

Era bien consciente de que habían muchos malhechores libres por la aldea, razón por la cual existía la policía, pero había algo que tenían estos nuevos casos que le resultaba bastante extraño: Shisui no había querido contarle detalles.

THE WAY OF A NINJA (SasuNaru) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora