III

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Justo cuando ya Justin se había dado a sí mismo por muerto, su captor se soltó, pero no por sí solo. Vex lo estaba sujetando, y con el mismo cuchillo con el que el enmascarado quería matar a Justin, éste lo apuñaló en el pecho.

Vex cogió a Justin y se lo llevó corriendo de ahí.

—¿Que acaba de pasar? —preguntó Justin impactado por ver como su amigo se había cargado a un sicario sin piedad.

—Te acabo de salvar la vida, eso acaba de pasar.

—¿Por qué?

— Eso es lo que tenía que contarte. —Justin miraba incrédulo a Vex — Mi familia es la que fundó la mafia. —dijo Vex entre suspiros —Por eso me encargo de este caso, para protegerlos.

—¿Cómo? —preguntó Justin perplejo —¿Entonces me has estado mintiendo?

—No es lo que crees, de verdad soy policía, pero a mi hermana pequeña no le quedó otro remedio que heredar la mafia cuando yo me fui, y ella solo quiere acabar con los corruptos y delincuentes que acechan nuestras calles. Por eso al salir, te esperaba el sicario.

—¿Y tú que haces?¿Cuál es tu papel en todo esto?

—Evitar que la pillen y ayudarla cuando sea necesario. Es mi deber como hermano mayor y se lo debo por haberla metido en este mundo, solo por no querer ser parte de los asuntos de mis padres.

Justin no sabía que decir, no sabía que hacer, pero sabía que todas las palabras que salían de la boca de su compañero eran ciertas y algo en su interior se removió, le enterneció ver a Vex en ese estado tan abatido y en esa imagen de hermano mayor tan sobreprotector.

—Entonces, ¿solo mata corruptos, delincuentes y asesinos? —preguntó Justin asegurándose de lo que acababa de escuchar.

—Sí, solo acaba con la vida de los peores. Lo siento debí contártelo antes.

—Está bien, no pasa nada, te ayudaré.

—¡¿Qué?! —añadió Vex, frenando el coche de golpe

—Soy tu compañero y tu mejor amigo, además solo se cargan a los malos malísimos, así que no tengo nada que perder y si caemos, caeremos juntos, así que no veo el problema. —le guiña el ojo con complicidad.

—Gracias, compañero.

Y así es como estos dos oficiales de detective, compañeros y amigos, se embarcaron juntos en un mundo donde eran policías de día y mafiosos de noche.

Protegiendo a los buenos civiles de las garras de la delincuencia. Cuidando de ellos mismos y de los suyos.

Y quien sabe que les deparará el futuro a esta pareja de detectives. Solo ellos lo sabrán.

Y bueno, el resto es historia.

Jex. El PrincipioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora