Primul capitol

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El cabello de Louis ondeaba por las calles de Mónaco mientras se dirigía al instituto en el descapotable Bentley de su padre Hannibal, quien también ejercía como conductor en esta ocasión.

A pesar de que Louis insistía en que los guardaespaldas podían llevarlo al instituto, ambos padres, Will y Hannibal se negaban y, como en su infancia, lo llevaban a diario.

Como Adán y Eva tenemos nuestro pecados...

"Papi, ¿cuando cumpla dieciséis podré manejar el carro?" Louis preguntó con esperanza, quitándose los auriculares y sonriendo con los ojos cerrados, disfrutando del viento y del aroma de la Costa Azul.

Hannibal, que conducía con la mano derecha mientras entrelazaba sus dedos con los de su esposo con la izquierda, asintió. "Si tu padre Will está de acuerdo, te compraré el carro que desees."

Louis sonrió con alegría, pero su expresión se desvaneció cuando Will negó.

"Papiiiiiii." Louis se quejó como un niño, susurrando en el oído de Will.

Will negó, y Hannibal suspiró.

"No soy el policía malo, pero aún no puedes manejar."

"Pero lo hago de maravilla." Louis se quejó, cruzando los brazos sobre su pecho.

"Cuando tengas 18, lo pensaré." A pesar de sus protestas, Will no accedió y Louis no volvió a hablar hasta que llegaron al instituto.

Hannibal le abrió la puerta a Will y luego a Louis.

El guardaespaldas entregó la mochila a Louis con un "Señor Louis", pero no recibió ningún agradecimiento del joven mimado.

"William." Hannibal dijo en tono serio, recordándole a su hijo la importancia de la cortesía.

Louis suspiró y agradeció al guardaespaldas, quien, acostumbrado a la actitud caprichosa de su joven jefe, asintió antes de volver a subir a la camioneta que llevaba a otros cinco guardaespaldas siempre presentes en la vida de Louis.

"William." Hannibal llamó la atención de su hijo, cargándolo y haciéndolo chillar y reír. "Būk geras, kunigaikšti. Ir tėtis tau atneš mašiną, gerai?" (Pórtate bien, príncipe. Y papá te dará un auto, ¿de acuerdo?)

Louis asintió entusiasmado, y su padre lo bajó, besando ruidosamente sus mejillas antes de empujarlo suavemente hacia Will.

"Mi niño mimado, ven." Will, aunque había oído el pedido de Hannibal, no pudo resistirse a abrazar y besar ruidosamente las mejillas de Louis, provocando risas alegres en su hijo.

Los ojos de muchos en el instituto se posaron en la entrañable escena.

A Louis, sinceramente, no le importaba; siempre había sido muy abierto a las muestras de afecto en público.

Mientras tanto, Harry, quien llegaba al estacionamiento con su Mustang y al ver el Bentley y la camioneta de los padres de Louis, sonrió al ver al chico.

Harry hacía el esfuerzo de llegar todos los días a esta hora solo para presenciar la sonrisa de Louis al despedirse de sus padres.

Si tenía suerte, podría saludar a Louis sin ser visto por Will o Hannibal, incluso charlar un poco.

Pero esta vez, la suerte no estuvo de su lado, ya que ambos padres no se marcharon hasta que Louis cruzó los portones del enorme instituto.

Con un suspiro resignado, Harry ajustó su corbata del uniforme del instituto y bajó de su Mustang 1967 color negro.

Mientras Hannibal subía al auto después de cerrar la puerta a Will, le dirigió a Harry una sonrisa que no reflejaba amabilidad ni cortesía, sino más bien frialdad y cálculos profundos.

Sky Fall Where stories live. Discover now