capitolul șase

422 52 7
                                    

Louis observaba con fascinación la interacción entre los dos hombres frente a él, su padre Hannibal y su papá Will.

A pesar de ser individuos distintos, la sincronía con la que se sentaban, cruzaban las piernas y hojeaban sus libros los hacía parecer una imagen reflejada en un espejo.

Admiraba profundamente la conexión entre ellos, anhelando algún día tener una relación similar, quizás con alguien como Harry.

"Will, mi amor, ¿podrías pasarme mi cuaderno de bocetos?" Hannibal, siempre cortés, dirigía la solicitud hacia su esposo.

Will dejó su libro y se levantó con elegancia. "Por supuesto."

Antes de dirigirse al escritorio de Hannibal, le dejó un beso en la comisura de los labios, un gesto que irradiaba cariño.

Louis y Hannibal no perdieron detalle de sus movimientos al caminar.

La complicidad entre ellos dos era evidente.

"Deja de mirarle el trasero a mi papá", reprendió Louis con una sonrisa traviesa.

Hannibal respondió con una sonrisa cómplice, disfrutando del ingenio de su hijo. "Niño maleducado."

Louis, lejos de ofenderse, sonrió orgulloso. Sabía que era una versión descarada y mejorada de su amado papá Will, y le encantaba.

Hannibal lo miró con cariño. Era evidente que Louis heredaba lo mejor de ambos, y eso llenaba su corazón de alegría.

Will regresó con el cuaderno de bocetos y lo entregó a Hannibal con una sonrisa.

"Gracias, cariño."

"De nada, mi cielo." Will respondió con un beso y se acomodó nuevamente al lado de Hannibal.

Hannibal abrió el cuaderno y comenzó a dibujar, recreando con maestría su palacio de la memoria.

Louis dejó su libro en el sillón y se acercó para observar el boceto por encima del hombro de Hannibal.

Reconoció de inmediato a su padre, pero más joven y con gafas.

"¿Papá solía usar gafas?" Louis preguntó, inclinando la cabeza con una sonrisa juguetona.

"Las usaba para evitar el contacto visual", explicó Will, dejando de lado su libro para unirse a la observación del arte de Hannibal.

"Will detestaba el contacto visual", agregó Hannibal, trazando con su lápiz la ligera barba que Will solía lucir en aquel entonces.

Louis se rió ante la imagen que se formaba en el papel. "¿Cómo te enamoraste de él si nunca te miraba a los ojos?" provocó, disfrutando del juego.

Hannibal se lamió los labios, entre divertido y pícaro, mientras le dirigía una sonrisa burlona a Will, quien se sonrojó ante la pregunta.

"La primera vez que nos vimos, le dije a tu padre algo así como 'Los ojos distraen, uno ve demasiado o no lo suficiente, y es difícil concentrarse cuando se está pensando...'", Will comenzó, sintiendo el calor del rubor en sus mejillas anticipando lo que Hannibal diría a continuación.

Desde el día de su boda, Hannibal lo había estado molestando con esa anécdota. "'Tiene muchas canas o quizás tenga hepatitis, o tal vez una vena brotada'. En resumen, me miró a los ojos para decirme que parecía viejo y enfermo, y con eso me tuvo rendido a sus pies".

Hannibal no pudo contener una sonrisa mientras besaba la mejilla sonrojada de su esposo. "Mi querido William, siempre tan romántico".

Will se refugió en el pecho de Hannibal, sintiéndose abrazado por el amor y la complicidad que compartían.

Sky Fall Where stories live. Discover now