Sky Fall

capitolul treisprezece

Un par de horas más tarde, ambos chicos se encuentran en la puerta de la mansión Lecter, el viento nocturno soplando suavemente entre las ramas de los árboles cercanos, creando un susurro misterioso.

Los faroles del jardín proyectan una luz cálida y tenue sobre el rostro de Harry, iluminando sus ojos con un brillo que Louis no puede dejar de mirar.

Louis deja un delicado beso en los labios de Harry, que mueve cada fibra del ser de Harry y lo deja con una sonrisa tonta en los labios.

Harry acaricia sus labios con un gesto cariñoso y le sonríe también. "Nos vemos mañana en el instituto. Que tengas una buena noche, ¿sí?", dice con una voz suave y cálida.

"Tu también, adiós." Louis sonríe mientras Harry le da un beso en la frente y sale por la puerta, la cual se cierra con un suave chirrido.

El sonido del cierre resuena en el silencio de la noche y parece prolongarse en el aire.

Louis se recuesta sobre la puerta, sintiendo el frío del metal a través de su camiseta.

Se lleva una mano al pecho y siente su corazón latiendo rápido, casi como si quisiera saltar del pecho para perseguir a Harry.

El calor de su rostro se intensifica y sus mejillas se tornan de un rojo profundo.

Will alza una ceja y sonríe de manera burlona desde el otro extremo del salón.

"Cuando eras pequeño decías que nunca te enamorarías, ¿qué pasó?", dice con una voz que lleva un tono de broma pero también de ternura.

Las orejas de Louis enrojecen aún más. "Voy a hacer tarea", dice, tropezando con sus palabras y sus pies al subir las escaleras.

Sus pasos retumban en la madera, cada uno más acelerado que el anterior, como si quisiera escapar del rubor que lo envuelve.

Will niega con la cabeza y sonríe. Su bebé está enamorado.

'Deja que el cielo caiga'

...........

Louis cierra la puerta de su cuarto y saca su iPad.

Su habitación es como la de un adolescente normal, está repleta de cosas que lo conectan con el mundo exterior: una pantalla grande para hacer llamadas, un micrófono de alta calidad para grabar, y un computador con una serie de monitores que le permite estar al tanto de todo.

Los AirPods se sincronizan con el iPad con un suave sonido de notificación.

El chico marca el número de Harry, y en pocos segundos, la voz cálida de su compañero inunda sus oídos. "Mi amor, te extrañé estos dos segundos", bromea Harry, quien siempre encuentra formas de sacarle una sonrisa.

Louis no puede evitar sonreír también. "Yo también te extrañé, pero ahora mismo tenemos un problema", dice con seriedad, aunque su tono sigue siendo ligero porque en realidad no está del todo preocupado. "Alguien te está siguiendo, al parecer lo hace desde que saliste de casa."

Harry escucha con atención mientras se desplaza por las calles de la ciudad. "¿Quién es? ¿Tienes alguna pista?" pregunta, ansioso por la aventura que habían previsto desde su primer encuentro con Mischa.

"Es un Cadillac rojo, de 1971", responde Louis, observando las imágenes de las cámaras de seguridad del coche de Harry y monitoreando el rastreador GPS que instaló hace unos días. "Ha estado detrás de ti desde hace al menos veinte minutos."

Harry frunce el ceño mientras acelera un poco para probar a su seguidor. Al otro lado de la línea, Louis sigue monitoreando las cámaras, detectando que el Cadillac también aumenta su velocidad.