Siempre he sentido que estamos llegando tarde a todo, la escuela, el trabajo, una cita medica o quizá creemos que el tiempo pasa tan rápido y que no queremos perdernos de nada, pero por alguna extraña razón siempre llegamos aunque sea un poquito tarde.
Así fue que conocí a Nicolás, cuando creí que me perdia de algo, él me enseñó que a veces llegar tarde tambien significa llegar temprano.
- Podrías pasarme esa tempera que está en la repisa? - Pide mientras sube a la escalera
- Se puede saber ¿Por qué estás pintando tanto ultimamente? - le entrego la tempera en su mano y logro ver su incomodidad
- No es nada del otro mundo, solo estoy poniendome creativo - Expresa
- Yo no te creo, algo te sucede ¿Estás enamorado? - Bromeo
- ¿Por qué todo contigo tiene que ser sobre romance o enamoramientos? Piensa en otra cosa - Recrimina amargado
- Está bien, tampoco es para que te pongas así - Le hago un puchero
- De verdad me molesta que todo el tiempo estés hablando sobre enamorarte, esa no deberia ser la mayor de tus preocupaciones. Por favor, reacciona y dejemos ese tema para más adelante
- ¿Cuando tengamos dinero? - digo chistosa
- Cuando seamos lo suficientemente estables economicamente para mantener a una familia
- A veces no sé si hablo con mi mejor amigo o es que mi abuelo reencarnó en ti, te lo juro que pareces un viejito
Esa tarde de temperas y chistes fue de las mejores que tuve, siempre voy a casa de Nicolás cuando está haciendo algo productivo, quizá soy esa piedrita de procrastinación en su vida.
Aún no sé que hubiera hecho si no lo hubiese conocido en ultimo año de la preparatoria, ninguno fue a la universidad. Ambos hicimos cursos cortos sobre diferentes cosas, porque según nosotros somos como Ken y Barbie, podemos ser lo que queramos ser. Con esa excusa estudiamos, Fotografia, animación, zapateria, reposteria, peluqueria y ahora estabamos a punto de graduarnos del taller de pintura.
Cuando llego a casa me tumbo en la cama con vista al techo y depronto me llega una notificación, creo que todos hemos pasado por ese momento en donde la ansiedad nos agota, porque sabemos exactamente lo que dice ese mensaje sin antes leerlo y sabemos que sea lo que sea va a doler. Tiro el telefono hacia mi sofá y me giro mirando a la pared, mis ojos me traicionan porque por más que lo intento no puedo evitar llorar.
Sabía que no seria suficiente para él, nunca lo soy, realmente nunca me siento suficiente para nadie, ni siquiera merezco tener un amigo tan genial como Nicolás y sé que en algún momento se irá, por eso quiero disfrutar todo lo que pueda a su lado antes de que se vaya.
Temblar durante la noche por tanto llorar, la ansiedad que te consume por dentro y pensamientos intrusivos que no hacen más que partirte la cabeza en dos, son claras señales de que no podré pegar ojo en toda la noche y aunque me sienta fatal, solo quiero estár sola y depronto hundirme en mi desgracia.
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Siempre llego tarde
RomanceKarina Patherson y Nicolás Sewell han mantenido una relación de amigos durante más de tres años. Ella una mujer libre que sale herida por ser tan impulsiva y Nicolás cansado de cuidarla de sus desastres todo el tiempo. Ambos guardan secretos que no...