"Mi señora, creo que deberíamos hablar sobre lo ocurrido ayer en la tarde" Ojiro había madrugado a la casa de la emperatriz para poder hablar con ella sin intervención de oídos chismosos. La casa era tan grande como una mansión decorado explícitamente con detalles en la paredes y suelo, la madera pintada de un color rojo claro dándole un toque femenino pero no tan infantil.
La emperatriz toma asiento y para poner total atención a las palabras del comandante.
"Por que la ah elegido sin siquiera conocerla?, es peligroso" dijo este recondando con una sonrisa en su interior los bellos ojos rojisos marrones de aquella chica sonrojada por solo un roce de sus dedos. Era un total pervertido.
"Es algo muy curioso, a él emperador le agradaría verla, se parece a alguien a quien conocimos en nuestra juventud, sabes? Por eso la elegi pero lo más importante es que Aoi me habló en cartas la entrada de su nueva amiga a este Palacio y ella venía de un burdel un poco lejano de aquí, necesito algunos consejos..." El semblante serio se cambió por completo a una cara de impacto un tanto incómodo al darse cuenta a lo que la emperatriz se refería.
"No podía preguntarle directamente...?" Dije intentando dar entender lo extraño que era para mi.
"Es más complicado de lo que tu mente masculina podría entender, pero te lo explicaré por que soy una mujer de muchas palabras" la emperatriz dijo con una sonrisa contagiosa.
"Si le preguntara a Kyoko estas cosas, podrían escuchar y informarle a Mazumi y está podría obtener tal información sin ningún problema y eso es lo menos que deseo, Ojiro" dijo finalizando con un sorbo de su té de hierbas.
Ojiro por otra parte en vez de cambiar su pensamiento más confundido de lo que estaba [que locas pueden ser algunas mujeres] aún que fuera algo infantil, detrás de aquellas palabras debe aver una causa que solo ella misma sabe, es muy astuta, es un requisito para sobrevivir como emperatriz o concubina aquí.
"Aún haci puede ser peligroso una traición de parte de esta chica" dije mirando la mesa decorada de aperitivos y té.
"Por eso mi querido Ojiro me ayudarás a seducirla para que no haga tal cosa, eres muy guapo tienes a más de una muriendo por ti, se que podrás"
"Es enserio? Aún que no es una buena idea pueda que tenga sus puntos a favor" susurro acomodándose recostado en sus piernas para mirar hacia delante, esa chica llamo su atención de inmediato al verla con aquella serpiente.
"Se lo que piensas, la tomarás como tú juguete pero yo La Gran Emperatriz te diré una cosa... Mientras ella sea mi dama no la tocaras, ella aún es pura y haci se mantendrá hasta su boda" aquellas creencias era muy ideológicas que a kos hombres les impedía poder tener una aventura con una mujer aun que en el pasado tuve más de una que echo todo eso atrás solo por ser mí acompañante esa noche.
"Cuento contigo, Ojiro, solo ten cuidado con ella, la flor más tierna puede tener espinas" esto último lo dijo en un tono que se hacía interpretar como lo contrario a aquel dicho era algo más como que era demasiado inocente para caer en mis manos o podría enamorarme ? Le mente de esta mujer es muy complicada...
Al salir decidí caminar hacia el jardín para ver si esta chica estaba allí, después de un rato estar saludando por puro juego a las doncellas que pasaban a mi lado llegue la puerta siendo recibido por mi razón de estar allí, su rostro había algo que ligeramente se notaba.... Era tierra? Había una mancha en su piel de porcelana que de echo era muy bella, sería suave? Y delicada ? Le mataba la curiosidad de saber pero era muy absurdo tan necesitado no estaba.
"Buenos días, señor" era el hombre de la otra vez, me tiemblan las piernas solo de recordar como su espada casi corta mi traje de lo filosa que era.
Este tenía un semblante casi igual al que cuando nuestras mierdas se encontraron.
"Desea usted algo-.... Uh?" Sus suaves manos acariciaron un parte de mi mejilla como si estuviera limpiando algo, sentí como un cosquilleo recorría todo mi cuerpo.
"Si no fueras tan descuidada contigo misma serías la envidia de muchas..."dijo aún con su mano en mi mejilla y por su sonrisa seguramente estaba tan roja como un tomate.
"Por que te sonrojas tanto? No seas tímida dime" Ojiro dijo entrando al salón, este hombre podría tener a quien quisiera en sus aposentos solo con su voz.
"Digamos que, me ponga nerviosa la presencia de un hombre que acaricia mi piel de manera extraña no es tan nuevo" dije siendo honesta y bajando la mirada.
"Un hombre...? Osea que estarías haci si fuese otro hombre...?" Ojiro sé ah ofendido, aún que no fuera nada que ver Ojiro interpretó las palabras de Kyoko que decían que era feo. Algo egocéntrico de su parte.
"...si" después de unos segundos pensando como interpretar las palabras del militar , respondió con un poco de temor.
Ojiro en su vida JAMÁS fue tratado como cualquier hombre en esta tierra, el que ella tal vez se confundiera sería totalmente una razón razonable pero igualmente es algo que despertó en el un deseo de demostrarle que no era un tipo cualquiera y sabía cómo hacerlo.
"Si me disculpa ire con la emperatriz" dijo esto sin más retirándose sin mirar a tras de ella cerrando la puerta con un poco de fuerza.
[Que tonta soy en tener está atracción por alguien tan egocéntrico...]
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HOLAAAAA disculpen que no subiera este cap ni otros pero es que había desinstalado Wattpad y cuando volví no pensé que algunas personas leyeran está historia pero gracias por su apoyo no saben lo feliz que me hacen, espero les guste y disculpen las fallas ortograficas prometo mejorar en eso, aré más caps para ustedes.
Muchas gracias por todo 🤍🤍
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Kyoko La jardinera
RomanceKyoko es una joven de 18 años nacida en un burdel de geishas,su gran belleza fue la causante de que mercaderes de chicas la secuestran para venderla como cortesana al gran palacio del sur, tras ser vendida decidió disfrazar su apariencia con su cono...