Cap 4 el emperatriz

120 15 1
                                    

Tres meses después....

Todos los días trepó aquella muralla del palacio que divide los pueblos con el reino sur , solo para ver si Ojiro ah regresado , y no es por qué tenga algún sentimiento hacia el si no que después de ese día comenzó un tipo de amistad aveces jugabamos al Go (un juego japonés algo como el ajedrez) y se me hacia divertido y a la vez podíamos hablar de muchas plantas que el solía ver en sus viajes y misiones como militar, pero se fue a una misión sin siquiera despedirse.

Hoy justo estaba revisando arriba de la muralla viendo las personas que entraban al palacio, más comerciantes que otra cosa.

Al bajar después de una hora viendo , puse uno de los ladrillos mal y caí no tan alto pero me doble el tobillo, grite de el dolor pero rápidamente tape mis boca para que alguno de los guardias me descubriera y pensará que intento escapar.

Casi arrastrando mi pierna salí de allí a dirección a la casa de Jardín, Aoi me descubrió tirando la canasta llena de telas sin cuidado al piso y corriendo a ayudarme preocupada por mi pierna.

"Kyoko !! Estás bien ? Que sucedió?!!" Dijo apoyando mi brazo en su hombro para ayudarme a sentarme. Cabe aclarar que nos encontramos en la parte central, es decir que estábamos en el patio que está justo entrando por la puerta principal para entrar al reino. Era un espacio muy grande donde se solía recibir invitados , entrenar militares jóvenes de 14 o 15 , o mayormente utilizado para pasear.

"Si... Estoy bien, me doble el tobillo y creo que se incho por caminar así" dije subiendo la falda del kimono desgastado para dejar ver mi pie con más facilidad.

Mientras tanto.

Me encontraba mirando aquel paisaje de naturaleza, aquella chica que decidí ver como un juguete se convirtió en mi amiga, una amiga peculiar durante algún tiempo hablar con ella se sentía tan cálido, ver su rostro lleno de ilusión al escucharme hablar de diferentes plantas logró hacer que estos tres meses fuera imposible no recordarla cada vez que veía a cualquier lado. Es confuso pero en parte me dejó llevar por este sentimiento que nunca eh sentido por una mujer.

"Señor Ojiro" Esas palabras no fueron capaces de hacerme volver a la realidad y seguí con mi mente mirando a la nada concentrándome en mis pensamientos.

"Señor Ojiro!!" Esta vez pude reaccionar a aquel grito , acomodando mi postura a la que normalmente hago cuando se trata de algo serio .

"Si?" Dije terminando me de acomodarme.

"Ya llegamos" dijo señalando con su dedo índice las puertas del reino sur. Mi corazón sintió un pequeño acelero al saber a quién quería ver, pero controle aquel incómodo pensamiento.

"Antes de que baje del jinrikisha debo informarle que el emperador está en el reino sur de visita a la Emperatriz" dice este colocando sus manos en sus rodillas como acto de nerviosismo.

"Bien." Dije sin más bajando del jinrikisha " Quiero que averigües donde se encuentra y me informes, are una visita." Toru solo asintió y se retiró.

Al caminar por los largos pasillos del reino pude ver cómo la empleada de la emperatriz llevaba consigo una ojalá y hierva en una pequeña cesta.

La tomé de la parte trasera de su traje haciendo que se detenga en seco.

"Dónde está Kyoko?" Dije soltando la de mi agarre.

"Esta en la casa se jardín señor, necesita algo?" Dijo haciendo una reverencia de saludo esperando ansiosa una respuesta para irse.

" Para que es eso que llevas allí ?" Ella comenzó a mover su pie en forma ansiosa pensando en que responderme.

"Kyoko se lastimó el tobillo.. llevo esto para calmar la hinchazón."

"Llévame con ella, ahora." Dije preocupado siguiéndole el paso a la sirvienta.

Al llegar, la vi, su pelo largo y negro brillante y lacio, su piel blanca y suave, esa chica era como una lechuza y yo un simple cuervo manchado de sangre de otros hombres, solo Dios sabe cuánto deseo sentir su olor, pero es un sentimiento que no puedo expresar en estos momentos es algo imposible de creer que este perdido ante ella en tan poco tiempo que me hace dudar que tal vez solo sea capricho mío. 

Ella al verme sonrió feliz de verme y me dio la bienvenida, que hombre en esta tierra no podría quedar derretido ante ese rostro angelical?. Esto me traer muchos problemas, pero al hacerlo , al dejarme llevar por este sentimiento me arrastra a mí perdición, y no hay vuelta atrás.

"Aoi, llama al doctor y dile que yo digo que venga aquí" está se sorprendió ante mis palabras pero al ver el pie de Kyoko no dudó en salir corriendo a buscarlo.

"Que ? No es necesario, Ojiro estaré bien no es tan grave solo está haci por el golpe no me doble tanto mira puedo caminar" intento levantarse para mostrarme pero tome su brazo y la senté otra vez y aún sosteniendo su brazo le dije .

" Aún no sabes, si no te revisan esto puede empeorar y no podrás trabajar, haz caso" dije con un tono de molestia pero era preocupación, lo juro.

"Y como te fue en tu viaje?" Dijo después de unos minutos en silencio para romper el hielo.

Yo solo pude recordar a las personas que tuve que matar y torturar, es algo que jamás la contaría a ella, no quiero que vea el mounstro que soy...

"Se podría decir que bien" dije secamente.

"Pero-" fue interrumpida por Toru mi asistente y aprendíz.

"Señor Ojiro, el emperatriz desea su presencia" dijo acercándose a nosotros.

"Enseguida voy"  dije soltando el brazo que, si, no me di cuenta que todo esté tiempo tenía agarrado su brazo creo que ella tampoco si no hubiese protestado por ello.

"La señorita Kyoko también se le requiere de su presencia"

... ?

Me quedé estático, Kyoko? Que quería el emperador con ella ?.

"Que?" Dijo ella levantándose de golpe.

______________________________________

HOLAAAAA , espero les guste adelante la historia un poquito jsjsj, hoy hize este cap y creo que mañana no podré haci que tal vez en un rato cuando termine algunas cosas haga otro , gracias por tu apoyo

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 31 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Kyoko La jardinera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora