Historias cortas, algunas basadas en imágenes que veo, otras de mi propia cabeza.
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Portada hecha por mi.
La casa de Catnap parecía envuelta en la soledad, pero dentro residía un felino sumido en la tristeza mientras escuchaba una canción melancólica.
"A él le gusta una chica
A él le gusta una chica
A él le gusta una chica
Y yo no soy una chica
Y yo no soy una chica
Y yo no soy una chica"
Las ojeras en su rostro evidenciaban el cansancio, y su incapacidad para conciliar el sueño como antes. Su mejor amigo, Dogday, se encontraba conversando con Craftycorn, quien había confesado su amor al can. Catnap observaba desde la ventana.
"Jódete", murmuró en un susurro mientras veía a la nueva pareja caminar por la ciudad. Después de recostarse nuevamente, quedó mirando el techo, lamentando haber perdido a la persona que le gustaba y a su mejor amigo.
Con el tiempo, Catnap ya no era el mismo. Problemas surgían constantemente con todos a su alrededor. Dogday intentaba hablar con él, pero su antiguo amigo optaba por ignorarlo. Las tensiones aumentaron al punto de que Catnap empezó a dañar a sus amigos, especialmente a Craftycorn, buscando hacerla sentir mal.
La paciencia de Dogday se agotaba. No comprendía lo que le sucedía a su amigo. En un día lluvioso, Dogday llegó a su límite. Catnap había herido gravemente a Craftycorn después de que ella lo invitara a colorear.
"¿Puedes dejarme en paz?", dijo furioso. "¿No te bastó con tener al sol o quieres algo más de mí?" Su cuerpo temblaba y retrocedió al notar que Dogday se acercaba. "Mierda", murmuró antes de salir corriendo hacia casa.
Mientras Dogday recogía a Craftycorn y la llevaba con los demás, no podía sacarse de la cabeza las palabras de Catnap.
"Estoy bien, no te preocupes por mí", sonrió Craftycorn, abrazando a Dogday. "Ve con él, sé que te preocupa."
Los ojos del can se llenaron de brillo y bajó a Craftycorn. "Ve con los demás, ¿de acuerdo? Cura esa herida, querida", dijo, acariciando su mejilla.
Ella asintió y se marchó, dejando a Dogday solo con sus pensamientos. Sabía lo que debía hacer. Fue directo a la casa de Catnap y, tras unos minutos, tocó la puerta, esperando pacientemente ser atendido por el felino. La puerta se abrió un poco, y un preocupado Catnap salió.
"¿Qué sucede?", preguntó. "¿Estás enojado porque dañé a tu novia, no es así?"
"Sí, estoy molesto por eso, pero también preocupado por ti", se acercó Dogday. "Desde hace meses te comportas distante, ¿hice algo malo?"
"¿Por qué crees que hiciste algo mal? Solo no me he sentido bien, no es nada", sus ojos reflejaron tristeza. Dogday lo notó y con determinación abrió la puerta, abrazando al felino.
"Tan solo con observarte, lo notaré siempre, querido amigo", mencionó.
Las lágrimas de Catnap empezaron a caer mientras se liberaba de esa tristeza, abrazándose más a Dogday. Extrañaba tanto esto, mencionó con una sonrisa, olfateando el delicioso aroma de su mejor amigo.
(continuara)
No soy buena dibujando a estas criaturas sonrientes, pero le meto esfuerzo ^^^. Si te gustaria ver más dibujitos, sígueme en mi Twitter! Estaré publicando mis ideas locas ahí, pero como dibujos para otras historias.
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