H O M E [ Satoru Gojo x Lectora ]

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Nunca tuvo el tiempo, o quizás, nunca volvió a tomarse el tiempo de apreciarlo. Con una expresión llena de seriedad y molestía lo analizó de pies a cabeza, importandole poco que su pareja en poco tiempo se daría cuenta de su fija mirada sobre él.

Ambos sentados sobre su respectiva cama, con satoru leyendo aparentemente algo en su celular y ella mirando anteriormente el televisor que aún yacía encendido; donde se mostraba la escena de terror de una sus películas favoritas.

Su piel pálida y perfecta, sus largas pestañas albinas al igual que su cabello alborotado le hizo frustrarse y llenarse de envidia. Infló sus mejillas y achicó sus ojos en expresión a su molestía, próximamente a pellizcar la mejilla ajena de satoru y estirar la piel del dueño. -- Augh... -- lo escuchó quejarse, sujetando con una de sus manos sus pequeños dedos a comparación de los suyos. Sujetandolos con delicadeza para mirarla fijamente con una expresión de " ¿Que mal he hecho ahora ?". -- ¿Powque? -- Cuestionó entre un tono gracioso.

Satoru la analizó está vez, mostrándose quieto al ver cómo la misma rubia dejaba de estar en su lugar para moverse hacia él y sentarse en su regazo, esperando un momento romántico de su parte como un beso, no. Tristemente así no fue; sus mejillas fueron pellizcadas una vez más. -- Aauwh.

-- Eres malditamente precioso -- Halagó sin querer ella, pellizcando cada vez más fuerte su piel.

Aquel comentario le hizo reaccionar, limpiando cualquier rastro de dolor en su rostro. -- ¿Qué?.

-- Mírate, incluso tus labios se ven bien. -- Murmuró atenta ella, llevando ahora sus manos cerca de sus rosados labios; aumentando el contacto de sus cuerpos al apegarse más a Gojo y mirarlo con detenimiento. -- Con razón todo el mundo quiere estar de rodillas ante ti -- susurró esto último muy cerca suyo.

T/N Inclinó su rostro para suspirar sobre su cuello sin pensarlo; causándole escalofríos sobre el cuerpo de su pareja, aquel que estaba más tenso que una roca. Sus brazos rodearon su cuello y está vez, su rostro se recargó entre uno de sus hombros; apreciando lo. -- satoru -- Pronunció con calma, está vez; haciéndose espacio entre las almohadas y la espalda del nombrado para enrollar sus piernas. Suspiró una vez más sobre el cuello de su pareja, intentado que este le devolviera la mirada.

Pero, era imposible. Tan imposible por igual ocultar el rubor que tenía en todo su rostro y sus orejas, sus orbes azules brillando más de lo que debía, un brillo lleno de emoción que intentaba no expresarlo con palabras al apretar sus labios con fuerza ¿Sería demasiado si se lanza a ella? Su corazón comenzó a latir a mil cuando comenzó a preguntarse si estaba bien actuar de la forma que tenía pensado sin verse demasiado apegado a ella.

Lo único que pudo hacer fue enrollar sus brazos en la cintura de T/N, cortando el inexistente espacio que había entre ambos y entrar en pánico al saber que en esa posición; T/N podría escuchar y sentir sus fuertes latidos.
Ante la vergüenza, se intentó ocultar en el cuerpo de la rubia. -- Cállate. -- Susurró con vergüenza.

Silencio, todo no fue más que eso; silencio.
El albino se mostró dudoso ante el momentáneo, intentando mirar a su pareja para asegurarse de que no estuviera planeando hacer algo malvado, como morderlo. Acción que repetía la mayoría del tiempo.

Pero así no fue, no está vez. Dándose cuenta que la fría habitación y la comodidad que los acompañaba había sido suficiente para hacerla dormir, ignorando por completo la película que tanto anhelaba ver desde hace varios días. Satoru sacudió su cuerpo con intenciones de asegurar su sospecha, recibiendo un pequeño quejido y un apretón por parte de la rubia, próximo a escucharla roncar de forma poco audible.