Capítulo 5

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Maldita regla

Los chicos de la mesa 8 eran los cantantes del concierto al que acababa de asisitir!! No podía creer lo que estaban viendo mis ojos. Tierra trágame y no me escupas.

Y ahí estaba sentado en una de las esquinas de la mesa el subnormal que hace un rato me había arrancado el teléfono de las manos para hacerse mil fotos de su cara. Puto egocéntrico.

-Que te pasa Lila?? Anda ves, no les hagas esperar.

Trago saliva, voy con la cabeza medio agachada y con el pelo por la cara. A ver si hay suerte y no me reconocen.
Estoy apunto, de llegar a la mesa cuando de repente se me cruzan los pies y me tropiezo encima de la mesa delante de ellos. Enserio?? Tan gafe soy?? Alguien me ayuda a levantarme y cuando levanto la cabeza me mis ojos se cruzan con los de él.

-Que fuerte!!! Si tu eres la amargada del concierto, que casualidad no? Al final vamos a estar destinados y todo jajajaja. Estás bien? vaya ostia te acabas de dar.

-Amargada?? Como te atreves a faltarme el respeto diciéndome esto!! No pienso atender a un sin vergüenza como tú y he borrado todas las fotos de la galería porque no quiero verte ni en pintura.

-Oye tranquila...

Me doy la vuelta para largarme...cuando de repente

-Una última cosa...deberías ir a cambiarte...ahora entiendo porqué estás tan irritada...

Me doy la vuelta, miro mi pantalón por la parte del culo y veo que lo tengo todo manchado de sangre. Que coño??? Me quería morir de la vergüenza. Tenía toda la cara roja (y no solo la cara). Puta regla, siempre molestando y llegando en el peor momento de todos. Nunca había pasado tanta vergüenza en mi vida!! Ha sido todo humillante.
Me voy corriendo al lavabo a cambiarme, y a tomarme un gelocatil, al salir me echo agua en la nuca. Pfff puede acabar ya el día? No quiero ni salir del lavabo.
Estoy hecha polvo. Pica la puerta del baño Matt, ya me conoce y sabe que hoy no es mi día. Hace una excepción y me deja irme antes hoy. Lo adoro demasiado.
Saco el móvil y mierda, el próximo bus pasa en 45 minutos. Nah un asco. Me va a tocar esperar otra vez.
Llamó a mi madre y la aviso de que hoy llegaré un poco tarde, que se esté tranquila y que se vaya a dormir.
Tengo mensajes de Maya, mi círculo social se reduce básicamente a mi madre, mi hermana y ella. Pero vaya tampoco necesito más para ser medianamente feliz.
De repente se oye un pitido "piippp piippp", y un mercedes de color negro, para enfrente mío.
Baja la ventanilla...

-Hola, Soy Jay...Jay Kim. Quieres que te acerque a casa?

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