Capítulo 15

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Habían transcurrido un par de días bajo revisión, el azabache se encontraba fastidiado de seguir en cama, quería poder ir a su departamento aunque sabía que seguiría sin moverse de ahí, pero prefería su propia habitación que estar un día más en el...

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Habían transcurrido un par de días bajo revisión, el azabache se encontraba fastidiado de seguir en cama, quería poder ir a su departamento aunque sabía que seguiría sin moverse de ahí, pero prefería su propia habitación que estar un día más en el hospital.

Jisung había estado visitándolo tan pronto como terminaban sus clases, llevándose sus cosas para adelantar trabajos a pesar de la insistencia de Minho sobre que no era necesario que estuviera ahí, pero el castaño era demasiado terco como para irse de su lado. El azabache no se quejaba en absoluto, disfrutaba de tener de su compañía, era más llevadero su estadía en el hospital que de no tenerlo ahí.

Félix lo visitaba en cada descanso que podía, pero aún tenía trabajo en el restaurante y sus visitas se relataban a estar trabajando en proyectos junto a Jisung al ser compañeros de clases. Minho se quejaba cuando lo dejaban a un lado y tenía que pretender entender lo que decían porque ni siquiera iba en la misma facultad, comprendiendo pocos términos que usaban entre ellos.

Cuando el siguiente viernes llegó y el doctor le dio el alta, no pudo estar más feliz por salir de ahí. Félix le había ayudado a cambiarse con la incomodidad del yeso y uno que otro golpe que aún le dolía, saliendo del hospital juntos directo al departamento.

— ¿ Y Jisung? — Cuestionó el menor en cuanto salió por las puertas del hospital, sintiendo por fin el aire fresco de la ciudad.

— Tuvo que quedarse más tarde en la universidad para terminar un trabajo en biblioteca, pero dijo que estará viniendo al departamento tan pronto como se desocupe. — Explicó, saludando al a distancia a Jeongin que los esperaba dentro del automóvil.

Emitió un leve puchero sobre sus labios, una parte suya había estado esperándolo tan pronto como le dieran de alta, pero entendía sus obligaciones con la universidad. Por lo menos había prometido ir a verlo tan pronto como se desocupara, así que tendría tiempo para arreglarse y alistarse para cuando llegara.

El camino fue corto, teniendo una pequeña bienvenida improvisada por sus amigos en el departamento; contando únicamente con la presencia de Félix, Jeongin y BangChan, comieron y charlaron sobre la recuperación de Minho, como iba el restaurante durante sus días de ausencia y el pequeño percance que habían tenido el mismo día del accidente.

— El señor caminó hasta la caja y me gritó que había un cabello en su comida, ¡Un cabello! Dios, como si yo fuera así de descuidado cuando cocino. — Comentó Jeongin con disgusto, picoteando su comida con molestia.

Todos rieron por su forma de actuar, estando de acuerdo lo cuidadoso que era cuando preparaba cada platillo. Tomaba su trabajo en serio, así que cualquier falta para él no podía ser cometida, no se lo perdonaría ni a él mismo.

— Creo que ya es tarde, mañana abrimos desde temprano y Minho debe de seguir descansando, fue mucha interacción por hoy. — Murmuró BangChan, levantándose mientras recogía todos los platos desechables vacíos.

Minho bufó en contra, sin estar de acuerdo que su bienvenida acabara cuando apenas parecían cómodos con todo. Sabía que tendría que ir a su habitación y sumergirse ahí hasta la siguiente revisión, tampoco quería pensar en todos los pendientes acumulados que tenía por sus clases perdidas, así que deseaba prolongar ese momento aunque fuera casi imposible.

Jeongin lo ayudó hasta su habitación, dejándolo sobre la cama mientras acomodaba todas las almohadas y cobijas a su alrededor, procurando que estuviera cómodo antes de despedirse brevemente y cerrar la puerta detrás suyo. Minho se acopló a estar nuevamente en su habitación, observando a su alrededor mientras escuchaba los ruidos de afuera ocasionado por sus amigos.

No estuvo seguro en qué momento se quedó dormido, pero pasó por alto cuando cierto castaño llegó a su habitación para comprobar que estuviera descansando, sonriendo al verlo.

Jisung solo caminó hasta la mitad de su habitación, observándolo dormir antes de decidirse en inclinarse y depositar un pequeño beso sobre su frente antes de apartarse, temiendo despertarlo.

— Buenas noches, Minhonnie. — Susurró, dándole una última mirada antes de salir de la habitación con cuidado.

Lo que no se percató fue la respiración irregular de Minho tan pronto como sintió la cercanía del castaño contra su rostro, volviendo un rubor a sus mejillas al mínimo tacto de los labios ajenos en su frente y como se apartó, deseándole una buena noche. Temía que su corazón latiendo desbocado lo delatara, soltando un suspiro tan pronto como escuchó la puerta cerrarse.

Lástima que después de ello ya no pudo conciliar el sueño, sus pensamientos atormentándolo con la imagen del lindo castaño sonriéndole, recordando su cercanía y los días donde se mantuvo a su lado en el hospital, cayendo completamente ante él sin siquier proponérselo. Solo esperaba no ser el único en sentirse de esa manera, ilusionándose con la idea de un posible futuro, uno feliz en compañía de cierta persona.

 Solo esperaba no ser el único en sentirse de esa manera, ilusionándose con la idea de un posible futuro, uno feliz en compañía de cierta persona

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Delivery Boy - Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora