Capítulo único

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          —¿Por qué estás tan nervioso? — Chase Young preguntó con una media sonrisa mientras se acomodaba las mangas de su camisa y se colocaba un juego de gemelos de oro puro, por supuesto, con su propio símbolo Heylin grabado.

—¿¡Cómo que por qué estoy tan nervioso!?— Jack Spicer, envuelto en un traje formal color blanco, estaba dando vueltas de un lado para otro en la habitación, empujando adornos y un par de obsequios personales —¿¡Tú por qué no lo estás!?, en primer lugar, por qué aceptaste esto!? — se quejó removiendo un montonal de cosas para buscar su dispositivo de emergencia.

—Fue la condición de tus padres para poder salir contigo — le recordó sin prisas, dándose un último vistazo al espejo de cuerpo completo para apreciarse a sí mismo por un minuto más.

Los padres de Jack, por múltiples razones, entre ellas que su hijo no se quedara solo y que formalizara lo más pronto posible, con un "hombre adecuado y billonario como él" le habían puesto de condición a Chase que, si pensaba salir con Jack aun siendo menor, debería ser respetuoso y casarse con él al cumplir los 18.

—¡Por favor! ¡Como si alguien en el mundo fuera capaz de obligarte o convencerte de lo que sea! — Jack lo increpó y Chase solo soltó una risita condescendiente, ignorando los nervios crecientes de su prometido justo a su lado — además, ese traje no te queda— agregó cruzándose de brazos en ese indiscutible gesto de berrinche que tenía.

—¿Perdón? — La sonrisa confiada desapareció en pos de un tenso gesto de disgusto, pero tomo aire, acercándose hacia Jack para encerrarlo entre la mesa de obsequios y su cuerpo, notando el pequeño dispositivo de escape en su mano.

—Lo que oyes...—repitió enojado y Chase frunció el ceño ante el desafió.

Jack, aunque excesivamente hablador e impertinente, la mayor parte del tiempo mantenía una actitud de adoración y sumisión ante él, pocas veces desafiándolo o enfrentándosele. Chase, con el tiempo, había descubierto que Jack únicamente lo molestaba cuando deseaba "ser castigado", intentando frustrarlo, hartarlo e incluso llegando a explotar cosas dentro de su ciudadela solo para sacar su lado "malvado", por lo que, negándose a glorificar sus berrinches, tomaba una actitud completamente diferente.

—Quizá el estilo moderno no sea lo mío— "admitió" mintiendo en su totalidad, mirándose a sí mismo, pero sin retroceder ni un solo paso— en cambio, a ti, te queda bastante bien— Un halago elocuente acompañado de un roce sutil de sus manos basto para hacer enrojecer al pelirrojo.

—¡Chase!— Se intentó desembarazar de su captor, no lográndolo en absoluto — Sa-sabes que eso es una vil mentira, el blanco es demasiado sucio, además, luzco más pálido de lo que ya soy— se quejó desviando la mirada, buscando su próxima ruta de escape, no espero que Chase tomara sus manos y con velocidad inhumana le quitara las "llaves" de su jet.

—¿Por qué quieres escapar Jack? — preguntó esta vez con un tono mucho más serio y aunque calmado y estable, una genuina preocupación empezaba a aflorar en su pecho, no creía que después de todo su tiempo juntos, Jack en serio intentara fugarse antes del "gran paso".

—No es...no, no quiero escapar —titubeó y Chase suspiró por su obvia aflicción— ¡O-oye! ¡No todos tenemos mil quinientos años de experiencia! ¡Además, es la primera vez que voy a hacer algo como esto! — se defendió al ver la incredulidad en los ojos de su pareja, dándole la espalda.

Chase entonces se percató del velado sub texto en sus palabras.

—Jack...— se acercó nuevamente rodeándolo por la espalda — ¿Hay algo qué quieras saber?— preguntó con paciencia. Jack dudó un instante, pero Chase apretó más el abrazo, únicamente para darle seguridad a su compañero.

—¿Por qué aceptaste la condición de mis padres? No pasaba nada si te negabas, tampoco hubieran podido obligarme a terminar contigo...— hablo bajo, dejándose llevar por la sensación de falsa calidez, pues la sangre y cuerpo de Chase eran fríos cuál reptil.

—Porque quería hacerlo— contestó transparente como el cristal.

—¡Por supuesto que sí, es obvio! Tú no haces nada que no quieres, pero... ¿Por qué?— insistió el menor y Chase suspiró —aceptaste como si fuera cualquier cosa—

¡Y allí estaba el problema!

—Jack— intentó detener su verborrea—desmintiendo todas las cosas que seguramente estás pensando, también es mi primera boda — aclaró con seguridad en cada palabra, Jack entones se giró para mirarlo.

—Mientes— acusó.

—No lo hago— refutó suspirando por la ofensa a su honor.

—¡Tienes mil quinientos años, tal vez más! En serio nunca te has casado en toda tu vida!?— Chase bajo los hombros y giró los ojos.

—Nunca había tenido que hacerlo— explicó, pero al ver que no era suficiente, se acomodó el cabello hacia atrás tomando aliento— de joven era un monje, en la guerra este tipo de uniones eran la última prioridad de cualquiera, luego solo se pensaba en ellas como alianzas políticas para ganar poder y yo nunca necesite de tal acto para conquistar cualquier territorio — dijo — además, no tenía sentido hacerlo si solo eran parejas descartables —añadió acercándose para levantar su mentón y poner un pulgar sobre sus labios, callándolos —y antes de que hagas una pregunta estúpida, no, no eres descartable— prometió quedándose en silencio por un instante y luego sintió los brazos de Jack enredarse en su cuello, capturándolo para intentar robarle un beso — ah ah Spicer—lo detuvo sonriendo de medio lado — esperaras hasta casarnos —

—¿Qué? ¡No puedes decir eso y luego negarme un beso! Además, aún falta para la boda "real" este es solo un ensayo— se quejó y Chase se rio bajo y grave, mirándose al espejo nuevamente para acomodarse el saco de estilo chino, ignorándolo de nuevo.

Jack suspiró y finalmente se dispuso a hacer lo mismo.

—También es mi boda Jack—añadió sin voltear— y quiero que salga perfecta— confesó afinando los pormenores de su atuendo.

Jack asintió y una sonrisa adorno su cara al ver a su todopoderoso señor de la guerra deshacer el nudo de su corbata para hacerlo de nuevo. Al parecer no era el único nervioso por casarse.

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