Capítulo 32 - Del pasado al presente

169 15 3
                                    

Nota: El flashback continúa en este capítulo.

-----

Punto de Vista de Cheryl Blossom

Flashback

Mi cabeza parecía hervir con todo lo que había pasado en las últimas horas. ¿Cómo todo se salió de control de esa manera? Estaba perdida, sin saber qué hacer, incluso cuando mis obligaciones estaban claras. Antoinette era una criminal, y yo era una oficial de policía, esto nunca podría funcionar.

- ¡Maldita sea! – Exclamé con ira, golpeando el volante de mi auto.

Las imágenes de ese video se repetían constantemente, haciendo hincapié en mi cabeza con una excusa para justificar las actos impropios de la morena. Nada, desafortunadamente, nada justificaba el que haya hecho justicia con sus propias manos, no para la policía. El mayor problema era que mi corazón no parecía entender, porque intentaba a toda costa hacer que mi cabeza acepte que podía perdonarla. No podía. Antoinette mintió, no solo a Nicholas durante todo su matrimonio, sino a todos a su alrededor, incluyéndome, la persona de la que dijo que estaba enamorada.

- ¿Por qué tenía que ser así? – Me pregunté en voz alta.

Sacudí mi cabeza mientras continuaba conduciendo por las calles de Nueva York, de camino a casa. Después de la discusión en el almacén abandonado, donde finalmente pude descubrir todo, incluso las razones para que Antoinette ejerciera tales actos, la dejé ir. Sabía que estaba mal, que la morena muy bien podía reunir todo el dinero robado y desaparecer en algún lugar del mundo de repente. Como sea, simplemente no podía reaccionar de ninguna otra manera al ver su mirada perdida después de mirar el video donde Nicholas St. Clair asesinaba a Charlie Cooper. A pesar de su aire imponente, características de su única personalidad. Pude notar la falta de brillo en sus ojos marrones, ahora tan apagados. Era claro que la manera en que esa brutalidad la había afectado. Antoinette, en un punto de su vida, estaba rota, y ahora estaba sedienta por venganza.

- ¡No debería haberte dejado ir! ¿Qué has hecho, Cheryl?! – Me dije a mi misma, en un conflicto interno entre lo correcto y lo incorrecto.

¿Y si tenía las agallas de matar a St. Clair? ¿Y si escapaba? Habría arruinado todo por ser débil, por no haber entregado la cabeza de Antoinette en una bandeja de plata a la policía. ¿Cuándo podría dejar mis sentimientos a un lado para cumplir mi deber como policía?

Bufé con frustración, y apreté el acelerador. Necesitaba un tiempo para mí misma, un tiempo lejos de todo esto. No podía simplemente actuar por impulso, necesitaba pensar y analizar cualquier decisión mía que podía suponer algo. El amanecer parecía más frío de lo normal, el tráfico era poco, había unos pocos autos conduciendo en las calles desiertas. Iba a amanecer pronto; y cuando todos estaban activos, quería estar lejos de aquí. En cuanto llegué a casa, me encargué de empacar una pequeña maleta, con cuidado de no despertar a Verónica. Decidí que tenía que alejarme, incluso si era por un par de días. Podía dar una excusa en el trabajo, como un viaje de última hora para completar mi investigación, que ahora estaba completa. Pero mi destino real era Miami, en la nueva casa de mi familia. Ellos podían traerme tranquilidad.

[...]

Error, no podían. No cuando mi cabeza estaba llena de pensamientos que rodeaban a Antoinette St. Clair. Ella era más de lo que cualquiera podía soportar. Estaba dentro de mi cabeza, y se quedaría por un tiempo indefinido.

- Estoy muy feliz de que estés aquí, cariño. – Clifford dijo mientras acariciaba mi brazo ligeramente.

- Yo también, papá. Te extrañe.

Jaque MateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora