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En el suelo, un joven pelirrojo yacía jadeando, su cuerpo temblando por el dolor y el agotamiento. El bosque alrededor estaba destrozado, los árboles desgarrados por el impacto de la batalla que, minutos atrás, había reducido el área a un campo de ruinas. Frente a él, un rubio permanecía en pie, tambaleante, cubierto de polvo y sangre seca. Su respiración era pesada, su cuerpo le exigía descanso, pero su mirada seguía fija en su oponente.
Gaara apretó los dientes, sin comprender. Su cuerpo ya no respondía. Había usado toda su fuerza, toda su ira, y aún así, ese chico estaba de pie.
—¿Cómo? ¿Cómo eres tan fuerte? —preguntó con la voz rota.
Naruto se inclinó ligeramente, acercándose sin bajar la guardia.
—No entiendes nada aún, ¿verdad? —su voz sonaba grave, entrecortada por la fatiga.
Gaara sintió un escalofrío recorrerle la espalda.
—No logro entender cómo eres tan fuerte… ¿de dónde sacas tanta fuerza para seguir peleando? —insistió, desesperado.
Naruto entrecerró los ojos.
—Es gracias a la gente que es importante para mí. Ellos me dan una razón para seguir en pie. Para pelear. Para proteger.
Gaara sintió algo retorcerse en su pecho. Su mandíbula se tensó y su voz se alzó en un grito:
—¡NO LO ENTIENDO! ¿¡CÓMO PUEDES PELEAR POR ALGUIEN MÁS QUE NO SEAS TÚ MISMO!? ¡¿POR QUÉ?!
Naruto apretó los puños. Su propio cuerpo temblaba, no de miedo ni de rabia, sino de cansancio puro. Pero aún así, su voz no flaqueó.
—Sigues sin entender nada, Gaara… —sus palabras fueron un golpe más fuerte que cualquiera de sus ataques anteriores—. Cuando peleas por los demás, es cuando realmente te das cuenta de lo fuerte que puedes ser.
Gaara sintió su garganta cerrarse.
—¿Pero cómo… cómo voy a hacerlo si no tengo a nadie para proteger? —susurró, su tono vacío, sin vida.
Naruto chasqueó la lengua y se acercó más.
—¿Cómo te atreves a decir eso, Gaara? ¡Claro que tienes gente que proteger! ¡Tus hermanos, tu maestro, tu aldea! ¿Acaso no lo ves?
El pelirrojo abrió los ojos con sorpresa.
—Pero… mi gente me odia… —su voz se quebró.
Naruto sintió una punzada en el pecho, porque conocía ese sentimiento demasiado bien.
—Entonces haz que eso cambie —susurró, con rabia contenida—. Sé lo que es ser rechazado. Sé lo que es estar solo… y sé que si te aferras a ese odio, nunca saldrás de ahí.
Gaara lo miró en silencio, sus pensamientos hechos un caos.
Un crujido en la maleza los alertó. Naruto giró la cabeza con pesadez, sus músculos entumecidos por el cansancio. Kankuro y Temari estaban ahí, sus cuerpos tensos, preparados para atacar si era necesario.
—Gaara, ¿estás bien? —Kankuro dio un paso al frente, poniéndose entre su hermano y el rubio.
—Tranquilo, Gaara, ya estamos aquí —dijo Temari, su abanico listo para abrirse en cualquier momento.
Naruto suspiró y se dejó caer sobre una rodilla, su pecho subiendo y bajando con dificultad.
—No se preocupen, no voy a hacer nada… apenas puedo mantenerme en pie —dijo con una sonrisa de cansancio.

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Mi rayo de sol (Naruto x Temari)
AcciónHola, gente de Wattpad. Este es mi primer fanfic, así que, por favor, tengan paciencia si hay algunas faltas de ortografía o fallos en la historia (sobre todo en los datos del anime). Estoy abierto a recibir críticas y consejos constructivos. Antes...