El silencio en aquella hermosa casa era algo habitual, quizá si no fuera por la presencia de aquellos cuerpos que iban y venían, podía ser considerada abandonada a pesar de su perfil tan elegante.
Aún así, ni sus pasos eran lo suficientemente ruidosos para opacar el silencio y, se podría decir, que sólo la naturaleza llegaba a dejarlo de lado. Forks estaba pasando por un día más que habitual, cielos grises acompañados de un viento fresco que arrastraba las hojas de los árboles y los obligaba a danzar ruidosamente.
Se avecinaba una tormenta , los truenos en su lejanía habían sido captados por cada miembro de la familia Cullen.Una familia que simplemente convivía en la misma sala, en dónde el joven de cabello cobrizo tocaba una dulce melodía en el piano, misma que retumbaba en esas cuatro paredes pero no llegaba a ser molesta para ninguno. Emmett se había entretenido con aquel videojuego que compró recientemente, cómo si ya no tuviera suficientes, estaba recargado sobre los brazos de su novia. Una joven rubia muy bella que leía los artículos de una revista lanzada hace una semana y hablaba sobre los avances de la mecánica.
La madre del grupo había decidido remodelar la biblioteca, así que junto a ella, su esposo iba acomodando los libros en aquel estante por orden alfabético. Un rubio de cabellera algo desordenada, leía el libro que traía entre sus manos, luciendo una sutil sonrisa burlona por los acontecimientos que marcaban los historiadores de la guerra civil.
Estando sumergidos en sus actividades sin tener en cuenta que la pequeña Alice estaba paralizada frente al espejo de su recámara, había estado acomodando algunas de las prendas que acababa de comprar, sin embargo, fue sorprendida por un par de episodios de imágenes que definitivamente la habían atormentado y, si sus pulmones pudieran respirar, hubiera perdido el aire casi al instante en un temblequeo de todo su ser.
Era la última...
¡Bienvenido a la familia!
¿Cómo lo haces? Es imposible.
Eres repugnante.
¿Y?
Das asco.
¿Por qué no admites que mueres por clavarme los dientes, rubiecito?
Alice salió de aquel ligero trance, exclamando casi con asombro a todo lo que había recibido tan de repente. Sus ojos habían reflejado la sorpresa del mismo, mientras doblaba sutilmente aquel vestido negro entre sus brazos y lentamente se dejaba caer en el borde de la cama, en dónde había tomado asiento. Sintió, si era posible explicar, una ligera sensación de ardor sobre su pecho. Un sentimiento algo nuevo para ella.. ¿Dolor? ¿Desilución? Tal vez tristeza, que venía de la mano de la alegría y felicidad. Y es que en sus visiones había aparecido aquel joven rubio con que había compartido cada uno de sus bellos recuerdos y ahora, resultaba ser que no era eterno. Jasper Hale no estaba destinado para ella, estaba aguardando a alguien más, alquien al que ni siquiera pudo desifrar quién es. Ni un nombre, ni una pisca de su aspecto, sólo esa voz tan masculina pero sutil al mismo tiempo, como si fuera una maravilla de persona.
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Déjame amarte. [ Jasper Hale x Oc Male. ]
FanfictionLuego de los acontecimientos de Crepúsculo, Alice tiene una visión que la dejó perpleja y muy confundida, en ella visualiza un nuevo integrante a la familia, mismo que estuvo frente a sus narices todo este tiempo. | Detalles. | • Los personajes no s...