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El amor a veces aparecía de las formas menos esperadas, como también lo hacían las sorpresas de la vida o el destino mismo, para ser honestos, Jasper Hale se hundía en un mar de total caos emocional. Todos esos sentimientos que florecieron tan sólo con el insignificante roce de sus manos, haciéndolo sentirse totalmente vivo cuando percibió la ligera sensación de su piel erizarse, de cómo el aroma de aquel joven lo invitaba a acercarse a él, como se hospedaba una cálida sensación en su pecho, y aunque esa parte suya se lo pedía, sus pies se clavaron en el suelo de aquella sala con la idea de no moverse hasta verlo partir. Al menos así se aseguraría de no hacer una estupidez o que Alice se atreviera a hacer algo, bien sabía que, si fue capaz de hacerlo saludar, podía esperar cualquier cosa y él, bueno, él tenía muchas cosas en la cabeza como para empezar a socializar cordialmente con alguien que había aparecido para desordenar todo en su vida. Aún pensaba, que debía ser una equivocación, una mal broma de Alice tal vez, ¿pero que su destino se hubiera enlazado con él? Eso removía cada una de sus células si es que su funcionamiento seguía igual, sin embargo, era una situación de total confusión para cualquier persona que fuera capaz de observarlo y de escuchar su pensamiento, porque Jasper podía pensar que era un error, que no se veía capaz de amar a otra persona que no fuera Alice o que si quiera se diera la oportunidad de pensar si otro género le atraía, había algo en él que estaba totalmente en desacuerdo con eso.

Lo hacía contradecirse la forma en que el dorado de sus ojos se deslizaba lentamente por la figura de aquel joven de cabellos oscuros, de observar cómo relamía sus labios antes de soltar palabra alguna, de esa sonrisa que delineaba sus belfos como un gesto amable. Jasper no se estaba dando cuenta de la manera en la que lo estaba viendo, de cómo lo analizaba a pesar de haberse alejado de él y estar a varios pasos atrás del resto de su familia. No era consciente de la sutil sonrisa que se depositaba en una de las comisuras de sus labios cuando Antony reía nervioso por las preguntas de Alice al querer saber más de él. Su mente no oía ni a su corazón, ni a su cuerpo. Principalmente a este último, quién se tomaba la libertad de hacer obvias sus acciones pese al estar pensando que: "¿Cómo podría agradarme él si lo viera con otro interés?"

-No creo que sea malo. – Se atrevió a decir aquel castaño mientras se acercaba a su lado, mirando las palmas de sus manos por un momento antes de llevar estas a los bolsillos de su pantalón. Aquel rubio, al oírlo, dejó de mirar aquel punto de interés y pasó a removerse en su lugar, tomando una postura más firme mientras ajustaba el agarre de sus manos detrás de su espalda.

-Hazme el favor de no hurgar en mis pensamientos. - Murmuró Jasper, mientras pasaba a ver al resto de su familia y haciendo que Edward sonriera un poco por sus palabras.

-Deja de pensar en voz alta. – Se defendió, aunque eso sólo amplió aquella sonrisa. – Se que no debo interferir, pero... deberías tomar un respiro antes de hacer caso a todo eso. – Comentó mientras pasaba a verlo, Jasper volteó un segundo hacia su dirección y luego al frente, soltando un suspiro totalmente denso. – Tendrás el tiempo de responder todas esas cuestiones luego. – Tras decir aquello, el castaño no evitó pasar a ver a su pequeña hermana, cuya alegre voz resonaba en todo el espacio de aquella sala.

Déjame amarte. [ Jasper Hale x Oc Male. ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora