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Aquino estaba intentando pensar en que responder, sabia que algo así sucedería, quería llorar, pero no podía, en ese momento no, no podía regular una sola palabra para poder explicar quien era el, si le decía que era su novia, se iba a espantar, no estaba tan seguro de que iba a pasar de aquí en adelante, no quería regresar a casa sin el, pero notó que Duxo estaba como drogado

-¿Estás bien?-
-¿Ah? No sé eh... Erres mu lindo- le tocó la cara mientras balbuceaba
-creo que aún tienes algo de anestesia-
-erres mu guapooo- definitivamente Duxo estaba anestesiado hasta los pies
-lo se- sonríe de felicidad al saber que no tiene que hacer nada por conquistar de nuevo el corazón del azabache
-¿Lónde está Rinny parra que me esplique quien e ete hombre- tocó uno de los brazos del castaño, estaba bastante fuerte -ohh-
-soy tu novio- sujeto su mano su mano y las entrelazó con las de el
-¿Mi... Novvio?- se sorprendió
-¿no me crees?- Aquino se acercó a el y le dio un pequeño beso, por otro lado Duxo se quedó con la boca abierta por la sorpresa -eres muy lindo- rió ante lo sucedido, el oji lila abrazo al menor, se sentía feliz
-te quierro musho- Duxo beso a su contrario
-¿enserio me quieres aunque no recuerdes nada?-
-si... Me gutaría vover a conoceteee- el azabache estaba feliz, no tenía ni la menor idea de lo que decía -e que tega miedo a morrir que no narzca- el azabache al parecer no perdería la oportunidad de estar con alguien atractivo como el castaño
-esta bien está bien, pero recuestate, debes descansar, volveré por ti cuando estés mejor- habla mientras lo acomoda en la camilla
-bueño...- hablaba bajo
-no estés triste, mañana vendré un rato- le da un pequeño beso en la frente
-eta ben- Duxo estaba feliz, no entendía del todo que sucedía ni de lo que hacia o decia, sentía bastante cansancio, por lo que no tardó mucho en quedarse dormido
-descansa palomita- le acaricio la cabeza

Pasaron las semanas, ambos chicos habían regresado al hogar del mayor, Duxo estaba feliz de estar con Aquino, tuvieron pequeños problemas en algunas ocasiones, Duxo había olvidado como conducir, recordaba a su mascota más pequeña, demasiados cambios para su mente, no estaba seguro de que esto fuera real, lo único que bueno que ha sucedido hasta ahora fue que sus sentimientos por Aquino no habían desaparecido del todo, pero se sentía mal por no recordar como lo conoció, no estaba seguro, no sabía dónde estaban sus padres, porque vivía en New York, o como es que de un momento a otro se convirtió en streamer, todo esto era nuevo para el

-¿Estás bien?- preguntó el castaño
-eh... Si si... Solo que... Todo esto es muy nuevo para mi, no tengo ni la menor idea de cómo llegue hasta aquí- el oji lila no entendía ese sentimiento que lo carcomía por dentro
-tranquilo, todo estará bien, me quedaré contigo el tiempo que sea necesario, ya hablé con mis padres- le soba la cabeza
-gracias...- miraba hacia otro lado, evitando dar a conocer su leve sonrojo
-oye... Se que no recuerdas nada, pero ya me he contenido mucho tiempo...- Aquino se encontraba sentado en el sillón de la sala en donde tenía a Duxo frente a el sentado en otro sillón, pero el castaño se levantó mientras se acercaba al azabache
-¿Que sucede?- estaba confundido, veía como Aquino se acercaba a el, tocándole el mentón
-necesito algo de contacto, palomita~- lo besó de una manera sofocante y fogosa, la intensidad subía constantemente, no parecía que a Duxo le desagradara
-p-pero yo nunca... No he estado c-con nadie- se separó un poco de los labios del oji miel
-ay amado mío... Ya lo hemos hecho algunas veces- volvió a unir sus labios con los del mayor, dejando a Duxo sorprendido, sentía como Aquino metía una de sus manos debajo de la ropa del azabache, su cuerpo le pedía más, no estaba seguro de que hacerlo fuera buena idea, pero no podía controlarse, poco a poco empezó a calentarse, su cuerpo se apegaba al del castaño. Aquino lo levantó con una mano por la cintura, cargándolo y sentándose en el sofá, haciendo que Duxo este encima de él

-A-aquino, no estoy muy seguro d-de esto- hablaba nervioso con su cara completamente roja
-solo relájate palomita~- comenzó a besarle el cuello, dejando marcas de mordeduras a su paso, con sus manos movía las caderas de Duxo de manera circular, Aquino realmente estaba necesitado, no se podía controlar, solo quería marcar territorio, era lo que realmente iba a hacer desde un principio cuando viajó para New York, pero todos sus planes se habían jodido, al menos tiene de nuevo a Duxo entre sus brazos otra vez, no quería dejarlo, Aquino se sentía algo incómodo en ese sofá, así que decidió cargar de nuevo al azabache para llevarlo a la habitación, era bastante amblia, el castaño tenia ganas de apoyarlo en cualquier parte de la habitación, la cómoda, la computadora, la pared, el armario, la cama, un pequeño mueble y el baño

Duxo se encontraba con una mordaza en su boca, quería gritar pero no podía, realmente estaba disfrutando de la sensación y cómo su cuerpo encajaba perfecto con el miembro de Aquino, sentía como su cuerpo estaba acostumbrado a estar con el castaño, no tuvo problema en que su parte trasera se acostumbrara al excesivo tamaño de la verga del oji miel, ahora sí le creía, realmente no era la primera vez que tenía sexo con el, Aquino lo apegaba contra todo lo que había en su habitación, tiraba todo al piso, no importaba que fuera

-Duxo~- alzó al azabache y lo apoyó contra la cómoda, poniéndolo en una posición comprometedora, había un gran espejo en aquella cómoda -vas a ver cómo te follo~- le quitó la mordaza que llevaba durante unas horas y lo sostuvo de las caderas al oji lila, y comenzó a moverse con fuerza, agarro a Duxo del cabello para hacer que vea su reflejo -¿Así te gusta?~- Aquino estaba cegado por el placer, su cuerpo le pedía cada vez más
-¡Si! Ah~- Duxo babeaba y se calentaba cada vez más al ver cómo era cogido por alguien como Aquino, ese cuerpo marcado el cual fue entrenado por un ex militar, no pudo pensar más debido a que Aquino  lo volteó, esto hizo que Duxo sintiera vergüenza en que lo vea en esa posición, se tapó el rostro con su brazo para evitar dar a notar su sonrojo
-no te cubras la cara palomita~- agarró sus manos y las apoyó contra el espejo por encima de la cabeza del oji lila, de esta manera quedando acorraladas, a Duxo le daba pena que lo vieran en ese estado, no podía forzegear ya que Aquino le ganaba en ello, el azabache tenía los ojos llenos de lágrimas, esto hacia que si vista fuera borrosa, no lograba mirar a gran detalle al castaño, pero notó un brillo diferente en los ojos de Aquino, parecían como si sus ojos le cambiarán de color, era un tono claro como el amarillo, no estaba tan seguro si anteriormente se los habrá visto y no le haya prestado atención o si es normal en el, jamás habia visto algo parecido, pero no era un buen momento para preguntar algo como eso, no paso mijo tiempo para que Aquino lo volviera a mover de lugar, apoyo su pecho contra el armario, el borde la cama, y hasta había una pequeña piscina en el patio que Duxo tenía, el azabache no tenía ni la más mínima idea de que eso estaba ahí, el castaño se sentó en una pequeña escalera y puso a Duxo encima de él

-e-es muy suave mmh~- miraba el agua que se encontraba tan clara
-si, así no te quejas mucho~- Aquino solo puso sus manos en las caderas de Duxo -te toca moverte, yo ya me cansé~-
-¿¡a-ah!? N-no yo no, yo no sé cómo hac- fue interrumpido
-¿Cómo que no?- lo mueve de arriba a bajo con sus manos -solo es esto- Aquino sonreía maliciosamente
-mmh~ r-realmente se siente bien- Duxo puso sus manos en el abdomen del castaño, por lo que intentaba seguirle el ritmo a sus manos, de a poco consiguió adaptarse al movimiento y oji miel quitó sus manos de la cadera de Duxo

"Oh como extrañaba esto~"
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Hola chicos, una disculpa por la demora, me fui de viaje y quería relajarme un poco, ya estamos a punto de terminar la historia, ¡Que emoción!, los quiero, ¡Bye!

Fumame [Duxino]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora