El sol ya había salido, los rayos caían en el rostro del castaño, haciendo que se despertara, sentía un ligero peso en su brazo izquierdo, era Duxo, este se encontraba bastante apegado al menor, no despertará, Aquino sabía que no lo iba a hacer, sintió su rostro arder al notar qué el azabache no traía puesto su abrigo de paloma, el cuerpo marcado del mayor era admirable para alguien de su estatura y la cintura que tenía jamás se la había visto en los años de amistad que llevaban, lo examinaba a detalle, también sentía el choque de su pecho contra la espalda de Duxo, al parecer habían dormido bien pegados, el azabache estaba por despertar, Aquino se recostó rápidamente y se hizo el dormido, sentía como su contrario se despertaba de a poco
-¿po-porque? Mi abrigo... ¡¿Dónde está mi abrigo?!- no levantó tanto la voz y comenzó a buscar cuidadosamente entre las sábanas sin evitar "despertar" a Aquino -aquí estás... Me haces asustar- se puso el abrigo, reviso su teléfono y se volvió a recostar dándose cuenta que era bastante temprano como para despertarse, inconscientemente su cuerpo se apegaba al de Aquino, Duxo se había acostumbrado en una sola noche a sentir el peso de la mano del castaño en su cadera, el menor fue sorprendido por aquella acción, por instinto enrollo su brazo alrededor del mayor, haciendo presión y acercándolo más a el, y si, se supone que Aquino debe estar dormido, pero Duxo no lo sabía, por eso volvió a dormir, el oji miel acercó su rostro al cuello del azabache, antes de que este pudiera recuperar su sueño, Aquino le susurró
-te gusta tener mis manos al rededor de tu cuerpo ¿No?- abrazó las caderas de este y lo alzó, poniéndolo encima de él
-¿Q-que haces?- se talló los ojos, tratando de recuperar la visión
-palomita, yo...- fue interrumpido por su progenitora
-¡Niños, despier...!- quedó anonadada por la escena que acababa de presenciar tan temprano -¡Que felicidad!- lo decía con ternura
-¡Ma-mamá!- gritó nervioso y exaltado
-esta bien cariño, ya me voy- cerró la puerta
-p-perdón, yo... No sé que me pasó- se tapo la cara con sus manos, tallándose los ojos para ver si recuperaba la conciencia de nuevo
-n-no te preocupes- se levantó del regazo de su contrario, salió de la habitación para ir a la cocina por agua
-eyy querido, ¿Cómo te fue?- preguntaba la madre del castaño mientras servía el desayuno
-n-no paso nada señora- abrió la refri algo apresurado
-ash, deja de decirme señora, dime Melanie-
-esta bien Melanie- tomo un trago largo de agua, pudo ver cómo Aquino bajaba de su habitación, descalzo y con el cabello despeinado, a Duxo se le hizo atractivo, se atoró con el agua
-cariño, ¿Estás bien?- pregunto Melanie preocupada
-si si, solo tome muy rápido el agua-
-bueno niños, a comer, vengan- el azabache se sentó a un lado de Aquino evitando mirarlo, lo mismo hacia el castaño, la mayor de ambos no se daba cuenta de esto
-bueno ¿Qué harán hoy domingo mis niños?-
-n-no lo sé mamá, ¿Tienes alguna idea?-
-tenia pensado ir a la playa con tu papá, pero no creo que esté de humor-
-si mamá, vamos a la playa, por favor, hace mucho no vamos- rogó el castaño
-esta bien, deja ver qué hago, ¿Deseas ir Duxo?-
-no quisiera molestar-
-no molestas no digas eso hijo, vamos a la playa, ve por tus cosas que nos vamos en la tarde- ordenó su superior
-esta bien Melanie- dijo algo avergonzado
-¿Desde cuándo le dices Melanie a mi madre?- cuestionó el oji miel
-yo se lo pedí, mi nuero no me debe llamar por usted, me siento vieja- sonrió y continuo comiendo.Ya era hora de que Duxo se fuera, pero de pronto pudo escuchar como un auto se estacionaba al frente de la casa, la madre de Aquino ya sabia quien era con solo escuchar el sonido del auto cerrarse, el azabache no comprendía nada, pero entendió todo cuando vio entrar a un hombre mas alto que Aquino, bastante parecido a este pero con el cabello negro y ojos miel pálidos, era el padre de su amigo, claro estaba, comenzó a sudar y ponerse nervioso
-amor, el es Duxo, el mejor amigo de nuestro hijo-
-b-buenas tardes señor- extendió su mano
-buenas tardes, me llamo César- acepta la mano del azabache -nunca te había visto, ¿eres buen amigo de mi hijo en verdad?- su voz hizo que a Duxo se le erizara la piel, era una voz como de locutor, pero uno que mataba, no sabia como describirla pero por lo que Aquino le a contado, el señor había sido militar, era bastante correcto y educado, el sabia que su hijo le gustaban los hombres, no le agradaba la idea, pero lo aceptaba, porque de todas maneras sigue siendo su hijo
-s-si señor, ya algunos años de amistad-
-te vez joven ¿eres del colegio de Diego?- cruzo los brazos esperando una respuesta, Duxo no sabia que responder ¿se molestará si se entera que es mayor a su hijo? ¿le prohibirá volver a juntarse con el?, eran las miles y miles de preguntas que se hacia a si mismo el oji lila -¿y bien?- no tenia de otra que decir la verdad
-em...- fue interrumpido
-déjalo, no lo interrogues, guárdatelo para después, quería pedirte algo-
-¿que es?- pregunto sin dejar de mirar a Duxo, esperando que le respondiera de alguna manera
-queremos ir a la playa e invite a Duxo para que nos acompañe y Aquino se distraiga un rato junto con el- le habló de manera tierna, incluso el menor le siguió la corriente a su madre
-si padre, vamos, porfi- lo abrazó para terminar de convencerlo
-ok ok, iré a guardar las cosas, ya decía yo porque andaban tan cariñosos- se separó de ellos y se dirigió a la habitación que compartía con su esposa
-que mentiroso, siempre te tratamos con cariño-Al parecer Aquino faltaría unos días al colegio, su madre decidió que se quedarían unos días en la playa, Duxo no pudo oponerse por la tétrica mirada de César, amaba hacer feliz a su esposa
-ya guarde las cosas en el auto-
-gracias corazón-
-iré en busca de ropa a mi casa y después los alcanzo- Duxo estaba por irse
-espera, ve con Aquino para que te acompañe en el camino y te guíe- propuso la madre del castaño -Cesar y yo iremos primero, les mandamos la ubicación por cualquier cosa-
-em, c-claro- el azabache fue por su auto lo mas rápido que pudo -ey bebé ¿Cómo estás?- si, Duxo hablaba con su coche
-vaya, ¿Es tuyo?- pregunto César mientras salía de la casa
-s-si señor-
-bueno gusto tienes, el morado es elegante, siempre digo que un hombre con buen gusto en autos, tiene buen gusto para todo- sonrió levemente, casi ni se notaba -no olvides que tenemos una conversación pendiente- aquella pequeña sonrisa había desaparecido en un abrir y cerrar de ojos, el tono de voz se torno al mismo de antes, frío y serio. Duxo quedó asustado, no le agradaba del todo como lo dijo, Aquino salió de la casa y entro al carro del mayor.No ocurrió mucho, Duxo se paso evitando la mirada de Aquino, el no le prestó mucha atención porque sabía que hablar después de lo sucedido no sería buena idea. Ya estaban en un estacionamiento privado, pagado por Duxo obviamente
-Palomita, ¿Estás molesto?- pregunto con pena
-n-no, solo... Nada- se quitó el cinturón para salir pero Aquino lo sostuvo del brazo
-¿No me dirás?- cambio su tono de voz a uno más serio como el de su padre
-A-Aquino, no m-me hables con esa voz- se había puesto nervioso, el mencionado no dijo nada, se bajó del auto, Duxo hizo lo mismo, pero no sabía que se encontraría con Aquino del lado de su puerta
-¿No me dirás?- separó al azabache de la puerta mientras la cerraba, cargo al mayor poniéndolo contra el auto, afortunadamente no habían personas en el estacionamiento, todos estaban en la playa, disfrutando de la arena y el mar, pero estos dos no, estaban tratando de solucionar lo que sea que esté pasando entre ellos, Duxo no entendía que sucedía, sentía que en algún momento se caería, pero aseguró sostenerse del cuello de Aquino
-¿q-que haces? Nos pueden ver- desvío la mirada
-¿Y eso a mí que? Me di cuenta que te pone nervioso que estén tan cerca de tu rostro y así hablas más rápido- su rostro estaba bastante pegada a la de Duxo, aquel castaño utilizo su mano para forzar la cabeza del azabache haciendo que lo mirase
-c-calla, y-ya vamos con tus padres-
-no iremos si no me respondes- su mirada era intensa de alguna manera Aquino tenía ojos que enamoraban
-no es nada, s-solo creí que no q-querrías hablar de lo sucedido está mañana...y ya-
-ah era eso, no tengo ningún problema si lo hablamos aquí, así- pasaron unos minutos, Duxo no sabia que responder, se estreso por la incomodidad que comenzaba a hacerse presente, por impulso lo besó"Tal vez lo que siento es más que amistad"
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Fumame [Duxino]
RomansaDuxo un chico que le encanta el cigarrillo, el cual tiene una amistad con un joven llamado Aquino, este está en segundo de preparatoria a un paso de graduarse pero con el tiempo Duxo comenzará a sentir algo más que amistad, hará lo que sea para cons...