Wrong Alpha - RadioApple

Capitulo 3

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Lucifer comenzo a toser al haberse ahogado con su propia saliva. Alastor se puso de pie y comenzo a darle palmaditas en la espalda; al ya encontrarse estable, Lucifer miro con el ceño fruncido al hombre de cabellos castaños que se encontraba al lado de el.

Aunque claro, era demasiado obvio su embarazo, gracias al otro olor que emanaba de el y no habia por que mencionarlo. Pero, tambien estaba el hecho de que siempre se rociaba de perfume para que el olor de sus feromonas no se distinguieran demasiado.

Fruncio sus labios y observo de manera fija al castaño.

-¿Y tu como sabes de eso? -Pregunto en un susurro, aunque seria demasiado obvio; aunque tenia la duda de si el alfa tenia el olfato demasiado desarrollado para darse cuenta de su pequeño secreto.

Alastor se encogio de hombros y volvio a su asiento.

-No lo se, solamente lo intui -Lucifer rodo sus ojos.

"Aja, ni que fuera un idiota"

Lucifer siguio comiendo de su pie de manzana, se le era mas facil ignorar al castaño que estarlo soportando; sabe bien que el de tez morena era su maestro, pero aun asi le es incomodo hablar sobre sus cosas y mas cuando se lo dicen de manera directa.

Observo como el castaño masticaba con lentitud de lo que comia, aunque mirandolo bien; la carne que le habian dado al castaño le era demasiado extraña.. pero preferia mejor guardar silencio.

Comio un poco mas de pie de manzana, mirando hacia el ventanal que daba fuera del establecimiento.

Miraba como los trauseuntes caminaban de un lado para otro, su telefono vibraba pero no le ponia demasiada atencion en ese momento. Alastor miraba fijamente al joven de cabellos rubios y piel palida, como si fuera porcelana; entrecerro sus ojos y tomo de la taza de café que antes se le fue dejada junto a su desayuno.

Sabia que su presencia incomodaba al Morningstar, y claramente disfrutaba de ver como este intentaba vagamente ignorarlo.

Disfrutaba de alguna forma permanecer cerca del omega, algo demasiado extraño para el. Ya que siempre fue alguien quien escogia de forma precisa a su proxima presa, y el Morningstar talvez estaba en sus planes. Pero algo impedia seguir con su rutina diaria.

Miro la hora en el reloj que permanecia en la pared, cerca del despacho, siempre en el mismo sitio desde hacia tiempo; notando que faltaban menos de unos minutos para comenzar su hora laboral. Se puso de pie y sacudio el polvo invisible de su impecable traje, arreglandose un poco. Dirigio su mirada al omega y le dedico una de sus sonrisas.

—Creo que deberia irme ya, fue un gusto encontrarte por aqui querido pero se me hace tarde —tomo la mano del joven y beso el dorso de este, seguido se alejo a pasos firmes antes que el Morningstar comenzara a quejarse.

Lucifer se quedo con la boca abierta y las palabras ni siquiera salian. La sorpresa se noto en su rostro ante inesperado acto de su maestro de musica, ¿y como no? Alastor Haworth aunque sea conocido como todo un caballero que cualquier omega quisiera como alfa, no le gusta el contacto con ninguna persona; aunque fue algo minimo como un beso en su dorso, no quita el hecho de que el alfa tenia algo, algo que lo puso alerta de golpe.

Conocia algo sobre el gracias a su amigo Stolas, pero era un diminutivo de lo que quisiera; es un omega demasiado curioso, pero no quisiera indagar de mas.

Sabia que nada bueno tenia el castaño entre manos.

Solto un suspiro y siguio comiendo de su pie de manzana. Agarro su celular al recordar que hacia menos unos minutos le habian llegado unos mensajes, y sabia quien era.

Y definitivamente, era Stolas preguntando cosas simples, talvez para asegurarse.

—"Estoy bien, no tienes de que preocuparte"

Envio, sabia que Stolas se preocuparia si tardaba en contestarle o minimo, si doña Katy le llamaba para preguntar por su presencia en la floreria. Sonrio, aunque aun no se adaptaba a las ruidosas calles de Nueva Orleans, disfrutaba del lugar y de su musica.

Al terminar de desayunar se acerco al mostrador, por que aunque es algo normal, le daba verguenza pagar desde antes y preferia hacerlo al momento de irse. En ese momento tomaba nota mental.

Ahora toca venir mucho mas antes que Haworth, claro que si.

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—Lucifer —La impotente presencia de su padre, el alfa de su familia, le hizo temblar levemente. Parece que ya se entero de su error; sabia lo que se avecinaba.

Cerro con fuerza los ojos y hizo su manos puños, con cada paso que su padre daba hacia el. Su aura parecia oscurecerse poco a poco. Su madre no podia hacer nada para detener a su esposo y solamente miraba desde la esquina.

Un golpe en seco se produjo en esa gran sala. Lucifer sintio como su mejilla ardia y poco a poco comenzaba a doler y cayo con la espalda al suelo. El enojo de su padre se hacia notar en el ambiente.

—¿¡Que diablos has hecho Lucifer?! —Le grito el alfa. El omega en el suelo intentaba vagamente no llorar, no soltar ninguna lagrima a toda costa; no frente a su progenitor. Solto el aire que contenia en sus pulmones y alzo la mirada.

—Yo no recuerdo haber criado a una puta, Lucifer —Las palabras que el alfa soltaba, lastimaban de cierta forma al omega, su padre se puso de cuclilla y tomo con fuerza las mejillas palidas del rubio—, Habla maldita sea, maldito.

Dolia.

Claro que dolia, pero no podia dirigirle la palabra.

Su madre miraba aterrada la escena, se notaba a la lejania que queria parar a su esposo, que no siguiera lastimando a su cachorro. Sus hermanos mayores han de estar en el cuarto de al lado o detras de la puerta. Los conocia bien.

—Hoy te largas de esta casa Lucifer, antes del amanecer no quiero encontrarte por los pasillos ni en tu habitación, ¿escuchastes? —Solto de forma brusca al omega y miro como si fuera una aberración.

Las palabras no salian del omega, solamente permanecia en silencio; por que si se atrevia a decir palabra alguna, sabia que le iria demasiado mal.

Los sollozos de su madre solamente se escuchaban, pero no habia vuelta atras.

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Alastor caminaba a paso firme por las calles de Nueva Orleans, desinteresado a todo lo que pasaba a su alrededor. Mantenia ambas manos descansando en su espalda baja.

Miraba como algunas omegas al pasar a su lado chillaban de la emoción o trataban de verse coquetas a su mirar, pobres estupidas.

Antes de llegar a la estación de radio, noto la presencia de un alfa a la lejania. Siendole de cierta forma conocido, hasta que observo bien.

—"¿Sera algun conocido del joven morningstar?" —se pregunto asi mismo al ver el parentesco de ese joven alfa con el omega que minutos atras estaba junto a el. Extendio su sonrisa y relamio sus labios al recordar al omega.

Oh querido lucifer. No puedo esperar el momento de probarte.. ¿sabras tan bien de como te ves?

Entrecerro sus ojos y siguio su camino, talvez algun dia pueda comprobar su duda.

Solo esperaba que ese dia sea pronto.