Eres un ángel, la favorita de Dios con el cuál creabas las flores para el Edén, terminas enamorada de Samael, la primera creación de Dios.
Pero él toma otro camino
El hombre suspiró cansado, no tenía mucho que hacer, su esposa se había largado, a donde? No lo sabía, ni siquiera le importaba, ni siquiera le interesaba.
Aburrido se levantó de la cama tirando consigo los patitos de goma que él mismo había creado, era su pasatiempo cuando no tenía nada que hacer.
Miró por la ventana, pesando en todas las decisiones que había tomado, en la forma en la que se arrepentía de todo lo que había hecho, pero no había vuelta atrás.
Se odiaba a sí mismo, la estaba olvidando, su rostro, su voz, su sonrisa, ahora no eran nada más que recuerdos borrosos en su mente.
Salió de su habitación, dispuesto ha cumplir con sus labores como rey del infierno. Aún así esos días en los que su esposa había desaparecido se convirtieron en años.
Más específicamente 7 años.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La joven había pasado 7 años estudiando ese libro, tratando de aprender los hechizos, después de todo eran de alto nivel para una Seraphina sin experiencia como ella. Aprender en solitario llegó a ser más duro de lo que ella pensó.
Hoy era el exterminio, y finalmente había conseguido abrir un portal, claramente de escasos segundos pero se preguntaba si sería buena idea bajar.
Claro, teniendo en cuenta que estarían los ángeles exterminadores por el infierno, eso la tenía un poco más tranquila pero ellos no sabrían que ella estaba ahí.
Estaba yendo en contra de las normas que Padre había puesto y ella era su favorita, la que nunca había roto las reglas. Pero en el fondo de su mente esas palabras se repetían en bucle "lo volverás a ver".
Suspiró y tratado de armarse de valor a ella misma, tomó su bolso y comenzó a llenarlo de cosas que seguramente necesitaría. Solo se iba durante unas horas, cierto?
-Solo será un momento, iré a ver como está después de tantos milenios y volver, no puede ser tan malo.-se dijo a si misma.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La mañana siguiente pronto llegó, nerviosa y con el corazón a mil por hora dentro de su pecho comenzó a recitar el hechizo.
Colgó su bolso de su hombro, llevándolo bien sujeto y así comenzó a decir.
