Ambos se quedaron abrazados, sin decir nada, solo la presencia de ambos era necesaria para el contrario. La de cabellos dorados comenzó a acariciar el cabello del contrario.-Desearía volver en el tiempo al día en el que me dijiste por primera vez tu nombre.-habló el hombre hundiendo su rostro en la curvatura del cuello de la chica.
-Por qué?-acarició su cabello rubio.
-Porque así podría tener una oportunidad de hacer las cosas de otra manera.-
-Las cosas suceden por algo, no tienes por qué arrepentirte de tus decisiones, Padre dice que siempre hay otra oportunidad.-
Se quedaron en silencio nuevamente, un cómodo silencio que apenas puede encontrarse en cualquier persona, pronto la fémina sintió la mirada penetrante de Lucifer sobre ella.
-Sucede algo?-preguntó dudosa.
-No es nada manzanita.-sonrió.
-Y por qué me miras tanto?-
-Quiero asegurarme de que no vuelva a olvidar tu rostro de nuevo.-susurró observando las imperfecciones de la fémina y aún así eso solo la hacía más perfecta antes sus ojos.
-Te gustaría ver un poco el infierno?-preguntó el hombre.
-No es peligroso? Bueno si quieres, está bien por mi.-habló la fémina.
-No, dije si te gustaría, haré lo que tú me pidas.-el mayor se levantó de la cama y le ofreció su mano a la chica.
-Estaría bien saber como es.-murmuró tomando la mano del contrario.
-Recuerdas cuando hacíamos picnics?-sin soltar su mano, ambos salieron del castillos, no era una sorpresa para nadie el hecho de querer matar a la de cabellos dorados una vez los demonios la vieron ahí.
-Si, nunca podría olvidarlo.-se aferro a él viendo a un demanio tratando de alcanzar a tocar su pierna de forma lujuriosa.
Lucifer se percató y miro en esa dirección, frunció el ceño completamente enojado y sin pensarlo dos veces le arrancó la cabeza. La muchacha horrorizada cerró los ojos y se abrazó a su acompañante.
-No sé si ha sido buena idea salir.-murmuró la chica.
-Yo te cuidaré manzanita.-
Siguieron caminando, Lucifer agarrando de su cintura a la más alta hasta que la joven visualizo algo que le encantó.
-Flores! Son flores Samael!-habló emocionada.-No sabía que aquí podían vivir las flores.-
Rápidamente se apartó de Lucifer y se acerco al parque que tenían justo en frente, mayor fue su sorpresa al ver un ojo en lugar de corola.
-No te preocupes manzanita, así son aquí la flores.-miró a Lucifer un poco angustiada.
Todo era muy diferente a lo que ella estaba acostumbrada, y no le agradaba en lo más mínimo, todo era muy sucio, los pecadores tirados por las calles desnudos o borrachos.
Se sentía incómoda, pero no se atrevía a decírselo a Lucifer, no quería quitarle esa ilusión de mostrarle el infierno, no quería herir sus sentimientos.
-Sucede algo manzanita?-pasó su mano por su cadera acariciando.
-No, yo solo.. Tengo algo de hambre, usar el libro de hechizos gasta energía.-
-Te llevaré a comer.-tomó su mano y la llevó al primer restaurante caro que vio en la calle.
Eran el centro de atención del lugar, los únicos ángeles que solían ver eran los que llegaban a exterminar a los pecadores.
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Mi amado ángel 《Lucifer Morningstar x Fem!Reader》
RomanceEres un ángel, la favorita de Dios con el cuál creabas las flores para el Edén, terminas enamorada de Samael, la primera creación de Dios. Pero él toma otro camino