Eres un ángel, la favorita de Dios con el cuál creabas las flores para el Edén, terminas enamorada de Samael, la primera creación de Dios.
Pero él toma otro camino
Una vez Lucifer entró junto a la chica al probador no pudo evitar lanzarse contra ella, sorprendida retrocedió unos cuantos pasos chocando contra la pared.
-Lo siento, es solo que verte en eso.-murmuró comenzando a besar su cuello.-Me permites?-
Asentio sin saber muy bien que decir, él en cambio sonrió y comenzó a acariciar el cuerpo de la contraria, sus manos se sentían suaves contra su piel.
Se sujeto de sus hombros mientras sus manos bajaban a la parte inferior de la lencería, acariciando por encima de la tela.
-Ya estas mojada?-soltó una risa ronca, acariciando en círculos la zona.
Las sensaciones eran nuevas, incluso más placenteras que cuando se dio placer a ella misma. Murmuró unas cuantas palabras sin sentido.
-Quieres que meta mis dedos en tu agujero apretado?-se sonrojó de sobremanera al ver su actitud tan libidinosa.
-Samael.-
-Mi señor ya decidió que llevarse?-habló un encargado de la tienda, Lucifer gruño molesto mientras se separaba de ella.
-Si, lo llevaremos todo, rápido.-
La muchacha se cambió usando la ropa que Lucifer le había ordenado usar, ambos salieron de la tienda hacia otra nueva, no muy lejos de la primera.
-Y este lugar?-
-Quiero comprarte joyas.-
-No creo que haga falta.-dijo rápidamente.
-Claro que si, anillos te parece? Uno para mi y otro para ti.-sonrió entrando a la tienda, rápidamente lo seguido. En el fondo ella sabía que él lo hacía para que olvidará lo sucedido con el anillo de su aún esposa.
-Luci realmente no hace falta.-sin escucharla comenzó a mirar los anillos, y aún así ninguno era del todo de su agrado.
-Creo recordar que tu color favorito es el morado no?-preguntó viendo los anillos.
La chica pudo ver la emoción en su rostro, la tomó de la muñeca mostrándo un par de anillos de oro, decorados con diamantes en forma de manzana.
-Esos son perfectos!-exclamó tomando su mano y mirando al dueño de la tienda.
Pidió ambos anillos, uno de color morado y otro de color rojo, el rubio la miró emocionado, abrazando su cintura y mirándo desde su altura el rostro de la fémina, está se inclinó pensando que quería un beso suyo.
-Que traviesa eres manzanita.-sonrió lo cual la hizo sonrojar, quiso apartarse pero el mayor se lo impidió tomando su rostro y dejando un beso en sus labios.
-Aquí tiene los anillos a la medida Su Majestad.-habló el anciano dejando una pequeña cajita con bordado de color dorado.
Lucifer la tomó y agarró la mano de la joven con delicadeza, abriendo la caja y poniendo el anillo de manzana roja en su dedo para luego besar con dulzura el dorso de su mano.
-Eres realmente hermosa.-susurró poniendo en su mano el de color morado.-Ves? Así llevaré yo tu color favorito y tú el mío.-
-Casi parece que no has cambiado nada.-río ligeramente, besando su frente sonrojando al mayor.
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-Dónde se habrá metido esa joven!-preguntó Sera completamente histérica.
-Me dijo que fue al mundo humano.-respondió despreocupado Joel.
-Que? Y por qué no lo dijiste antes!-se giro a mirarlo enojada.
Joel se encogió de hombros, no dándole mucha importancia, Sera buscaba a la joven necesitaba que creará más flores en el mundo humano, pues algunas de éstas comenzaban a desaparecer y a marchitarse.
-Pues ve a buscarla al mundo humano pero ya.-ordenó Sera.
-Oye, a mi no me das órdenes.-se quejó, ofendido.
-Solo búscala, de seguro se fue por tu culpa, no debiste decirle de vuestro futuro matrimonio.-
-Qué querías que hiciera, no creas que me agrada que no deje de pensar en Samael.-
-Bueno de todas formas es tú culpa a si que tú irás por ella.-
El hombre a regañadientes salió de la sala, dispuesto a ir al mundo humano a buscar a su futura esposa, lo que no sabía es que no la encontraría ahí.
Sera por su parte fue de nuevo a la biblioteca, de nuevo a ordenar como siempre debía hacer, ordenando la sección del infierno se percató de una cosa. Habían cambiado un libro.
-Qué significa esto? Donde está el libro de mitos y leyendas del infierno?-sacó el libro que estaba en su lugar, era parecido en la cubierta pero.. Era de recetas de cocina?! Quien lo había robado? Y hace cuanto? Como no pudo darse cuenta antes.
Sera rápidamente salió de la biblioteca, cambiando a paso apresurado hacia los aposentos en los que siempre se encontraba Dios para reportar su inconveniente.
________________________ Hace dos meses que no actualizaba, lo siento si tardé, pero ya estaba finalizando la escuela y debía asistir a la graduación.
Aparte de los exámenes y demás tampoco tenía mucha imaginación y actualmente Hazbin Hotel no es algo que me agrade mucho debido al fandom pero la historia que estoy haciendo si se me hace interesante.
Intentaré seguir con la historia.
Gracias por leer una vez más y haber estado esperando este capítulo, no sé olviden de la estrellita, los quiero a tdos<3
