Ya había pasado un tiempo desde el funeral de los caídos en la guerra, ya tenías una muy buena relación con los dragones y también aprendiste algunas cosas del contrato de invocación.
Actualmente estabas entrenando con un gran dragón con patrones de piel escamosa y octogonal que atraviesan todo su cuerpo hasta sus alas, su característica más notable son sus colmillos grandes que se extienden de ambos lados de su cara, similares a los de un mamut.
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T/N el cual estaba arrastrando una enorme roca: dios ¿cuántas horas eh estado aquí?, ¿4? ¿5? aaaah no recuerdo, Belserion-sensei ¿cuanto falta para que termine?.
Belserion: arrastrala hasta donde estoy y ya acabas.
T/N: joder...
Sin decir nada estiraste tus brazos envolviendo la enorme roca con ellos.
Belserion: [no me digas que el hará lo que pienso].
Tu simplemente empezaste a hacer fuerza levantando poco a poco la enorme roca para después empezar a caminar a paso lento hacia donde estaba tu maestro dragón.
Belserion: [santo...cielo] *pensó sorprendido al ver como el pequeño cargaba la roca*.
Luego de unos segundos por fin llegaste hasta donde estaba el gran dragón así que dejaste caer la gran roca.
T/N cansado: listo....ya la traje.
Belserion: T/N, lo que hiciste fue algo-.
T/N interrumpiendolo: genial, eso ya lo sé.
En eso un dragón grande, de cuatro patas, cuyo aspecto difiere considerablemente de la apariencia de un dragón tradicional. tiene un cuerpo blanco, que parece estar cubierto de tejido similar al de las patas de un ave, en lugar de escamas.
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Grandeeney: de hecho, lo que hiciste fue algo muy irresponsable de tu parte T/N.
T/N: ¿como?.
Grandeeney: T/N todos sabemos que eres alguien fuerte siendo un niño pero no puedes andar haciendo fuerza bruta a lo loco ya que podrías terminar con lesiones o romperte algun hueso.
