comienzo a no tener miedo 2

333 36 17
                                    

El auto se mueve a una velocidad alarmante. Jen sigue tratando de escapar del auto que nos persigue alrededor de diez minutos, ha dado muchas vueltas por todos lados y cada vez hace más maniobras peligrosas.

Pero no es su forma de conducir lo que me preocupa, si no el hecho de que este en el auto con él. No puedo creer que haya accedido, o que me haya parecido buena idea, la idea de irme con Jen. ¡Con Jen! Pase tantos años tratando de escapar de él y ahora estoy aquí por voluntad propia.

Me pongo una mano en la cabeza.

El corazón se me contrae y empiezo a sentir los primeros estragos de mi decisión. Ahora ya no tiene ese poder que usaba tanto para aterrorizarme, pero no puedo evitar ese sentimiento de angustia de ser atrapada. Quizás nunca pierda ese temor cada vez que este con Jen. El estomago se me revuelve.

¿Cómo voy a convencerlo después que me deje? No puedo confiar que Azusa le haga temer porque, conociéndolo, seguro le dará igual y es probable que se baje del auto y le dispare sin parpadear. Jen pasa por encima de los obstáculos.

Estoy demasiado sumida en mis pensamientos que no me doy cuenta que logro perder el auto. Giro sobre mi misma, miro sobre mi hombro, veo una arbolada detrás de nosotros, luego, lo miro a él, y finalmente lo que tenemos de frente. Unas rejas negras se abren y un largo camino apiedrado nos guía hasta una casa blanca ¿Dónde estamos? El auto empieza a avanzar despacio, y cuando estamos a menos de un metro, las rejas se cierran de golpe, provocando un ruido metálico y alto. La sensación de encierro crece en mi interior y siento como si una mano me apretara del cuello. Me agarro con fuerza del asiento y aprieto los pies contra la alfombra. El auto frena y cuando apaga todo, nos envolvemos en un silencio aterrador.

Quiero irme.

Pero no puedo moverme.

Necesito saber tantas cosas que, pese al temor que siento en este momento y todo lo que sé, no puedo irme. Quiero que me diga el porque y saber si me engaña, si esta aquí por mi o si todo se debe a Jasper.

- Nena, deja de mirarme así - susurra - Pasaron dos años desde la ultima vez que te toque y no tienes idea de lo que tengo ganas de hacerte en este momento.

Respiro profundo y trago grueso...

- N-no sé de que hablas... no estaba mirándote...

El aire entre nosotros es tenso y tengo mucho calor de repente. ¿Cómo pasamos de repente a ese tema? Tal vez si esta aquí por Jasper y ahora esta tratando de lavar mi cerebro... no, si Jen quisiera hacer eso iría por otro lado. Jen no es tonto. Sabe que lo descubriría rápido y que acabaría con esto enseguida. No. Tengo que pensar claramente, tengo que concentrarme y dejar de, como dijo antes, pensar lo peor de Jen.

Se estira el brazo para tocarme la cara.

- Te ves como la princesa frígida que odio - susurra, acariciando mi mejilla - No te ves como tú.

Ruedo los ojos.

Su mirada lo dice todo, esta enfadado y a la vez se siente contento por verme. Sin embargo, parece que su ira tiene más poder sobre él porque, aunque veo que se esfuerza por tener a raya sus emociones, por las palabras hirientes que acaba de soltar. Y yo no tengo tiempo, ni la energía para escuchar esto. Esto es una perdida de tiempo, no quiero escuchar esas criticas de nuevo. Ya tuve bastante por mucho tiempo con todos ellos diciéndome "inocente" "fresa" y no voy a volver a repetir esa fase. Ya demostré que soy más que mi pasado

Sonríe al verme enfadada.

- Me voy a bajar - digo, paso un mechón detrás de la oreja - Es mejor que me vaya ahora.

Mentiras verdaderasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora