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Agustin golpea a Ashton una y otra vez, y otra... y otra. La sangre salpica por todos lados, por el suelo, por su pecho y las paredes. Sus manos no son más carne viva. Cada vez que Ashton se desmaya, Agustín deja de golpearlo y espera unos minutos antes de volver a empezar. No lo despierta de buena manera, y él no lo hace por voluntad, lo que hace es clavarle un cuchillo en cualquier parte de sus brazos hasta que abre los ojos de golpe.

- ¿Y ya pensaste tu respuesta, Fresa?

Evito mirarle la cara, cada vez que lo hago los ojos suplicantes de Ashton me causan emociones que no quiero sentir. Odio la impotencia en este momento. No tengo un telefono para llamar refuerzos que puedan ayudarlo y estoy rodeada por ambos, por Jen y por Agustín, además de que este lugar esta rodeado. Ni siquiera tengo un arma encima, aunque sería inutil porque si hago algo cualquiera me podría disparar primero.

Antes de salir de casa, Jen me obligo a quitarme cualquier joya de encima; reloj, anillos, collar o pendientes. Dijo que era por si trataba de rastrearme... no puedo confiar que Azusa me vaya a encontrar si me tardo mucho tiempo.

- No sé quién es Knox. - vuelvo a decir por millonesima vez. - Jamás lo he visto en mi vida.

También evito mirar a Jen, que no me quita la vista de encima desde que llegamos. Estoy tan enojada con él en este momento con él. ¡Me ha traicionado! Me trajo a una trampa para que me maten ¡Y yo he sido tan estupida de haber confiado en él! No puedo creer que sea tan estupida para haberlo seguido. Debería haber gritado o haber hecho algo para que supieran que estaba ahí. Agustín se vuelve a mi. ¿Será feliz cuando me maten? Tal vez si. Vera en primera persona como me asesinan y con esto se asegurara que su tio le perdone por haberlo traicionado.

jen esta con Azusa... ellos lo planearon juntos y me trajo hasta aquí para que me maten. Seguramente ya sabe que soy Knox y están jugando conmigo para ver cuanto soporto hasta decir la verdad.

- Fresa, mi amor - dice desde el otro lado.

No puedo creer que tenga la poca verguenza de decirme eso.

- Nena - se corrige, volviendo la voz un suave ronroneo.

Me niego a mirarlo. Aprieto los puños contra mi costado, respirando hondo, y vuelvo mi cara al otro lado. Escucho la risita de Ashton. Malditos.

-¿Siempre es tan mal humorada?

- Lo que pasa es que la hice enojar. Y se le mezcla la abstinencia y que me extraña.

-¿Y es muy orgullosa o que?

- Es una drama Queen.

Listo. He perdido la cabeza. Busco con la vista algo para lanzarle y cuando veo una especie de piedra, me lanzo sobre ella y se la arrojo en su dirección. Jen mueve la cabeza y lo esquiva facilmente.

Lejos de sentirse ofendido, suelta una carcajda. Agustín se rie también y, de la nada, le pega una trompada con todas sus fuerzas a Ashton hasta que este cae de costado en la silla, volviendo a desmayarse.

- Bien. Es divertida... Lo reconzco.

- Esta enamorada de mi pero vive en la negación. Eso le pasa.

- ¡Callate, Jen!

Alza las cejas y le mira sobre el hombro con una mirada confusa, perdido. AL menos no soy la unica persona en el mundo que piensa que este tipo esta tan mal de la cabeza. De hecho, parece que estuviera preocupado por su salud mental. Que bueno, tal vez, si es buen amigo como cree, le ayude a ingresar a un centro de salud mental y hagan algo con su mente perversa.

Mentiras verdaderasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora