Lo que el tiempo se llevó ── ; Paw Patrol.

Capítulo 11

Skye cerró la puerta de un golpe, completamente exhausta.

Aún sentía lágrimas amenazando con salir de sus ojos, pero decidió retenerlas. Había sido rechazada por su propio hermano menor y eso había sido un golpe bajo. Pero, ¿Qué más podía hacer? No tenía autoridad sobre el chico, mucho menos sobre aquellos malditos gatos.

Decidió distraerse un rato y cocinar algo, así tal vez podría despejarse.

Comenzó a preparar las cosas y puso algo de música de fondo. Primero preparó el glaseado, la masa, y después un sonido chillante que pensó sería el horno. «¿Se habrá averiado?» pensó, pero luego se percató de que estaba apagado.

Rápidamente salió disparada a su sala y volteó su bolso para sacar todo sin dificultad, viendo así la fuente del sonido; era su pup tag. Los nervios la invadieron ocasionando que se le resbalara un par de veces, casi tirándolo por los aires, hasta que apretó la pequeña placa.

—.. ¿Hola..? —Titubeó, insegura de qué era lo que había activado aquello.

—¿Skye? —Escuchó al otro lado. Era Rubble.

Una ola de adrenalina le recorrió el cuerpo como un escalofrío y se le puso la piel de gallina. Nerviosa, siguió escuchando.

—Soy yo, Rubble —Hablaba casi en un susurro—. Rory había escondido mi placa. Necesito hablar– Necesito que hablemos, mañana pienso saltarme las clases, ¿Crees que puedas?

Rubble le hablaba como si todos esos años sin verse no hubiesen pasado, y eso le generaba un sentimiento de nostalgia. Claro, hasta que recordó que debía responder.

—Ah, ¡Si! Si, claro, si puedo, iré entonces —Dijo con los nervios a flor de piel—. ¿Está todo bien? ¿Por qué Rory...?

Pero antes de que pudiese terminar su pregunta, escuchó una voz femenina gritando a través de la llamada, la misma que le había llamado "pedazo de perra" antes. Skye sintió la sangre hervirle. Al parecer la felina se había percatado de que Rubble estaba usando la placa sin permiso, y tras un "perdón, debo irme" del chico, la señal se cortó.

Estaba emocionada, pero enfadada. No le gustaba para nada la forma en la que aquella gata trataba a Rubble.

De forma brusca se quitó el delantal y se limpió todas las manchas de harina que cargaba; sin duda alguna, iría a hacerle frente a Rory, no importaba el costo. Skye justamente estaba guardando sus cosas en su bolso para mañana una vez más cuando escuchó una notificación, esta vez proviniente de su teléfono.

Lo buscó torpemente entre el sofá hasta que lo encontró; era un mensaje de voz Tracker. En este se podía escuchar lo siguiente.

" Pulga, metieron a Rocky preso " Escuchó, con la peor calidad de audio que jamás había escuchado.

Skye quedó pasmada.

«¿Qué mierda?»

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