PRESA SILENCIOSA (parte 5: lo lindo de las tormentas

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Es una linda noche, pero es una de esas en las que no hay viento pero el frío es crudo, sin embargo está bien para el joven de ojos azules que está completamente despierto y concentrado pintando un cuadro para su mamá. No es ningún día especial, solo un día como cualquier otro, apesad de ser las 4:36 de la madrugada el joven no puede apartar la mirada de la pintura de aquel paisaje que sin duda no significa nada pero no tardo mucho en encontrar el sentido de cada pincelada, cada pincelada con un sentimiento diferente, es una lluvia de confusión para este chico que solo quería que el cuadro quedara bien y mejor que el anterior pero no pasó mucho para que eso dejara de importar y solo importará las lágrimas que caían sobre el lienzo incompleto que obviamente no iba a ser terminado, este joven se a desplomado en su cama mirando el techo de su habitación, y con las últimas fuerzas que le quedan se sentó en la orilla de su cama y miro con rencor ese "puto" cuadro incompleto se levantó y camino hacia el con el pincel en su mano siendo apretado fuertemente se colocó en la posición adecuada y comenzó llevaba más de la mitad pero el sintió que acaba de empezar desde cero, pinceladas lentas pero desesperadas, lentas pero fuertes, sosteniendo el pincel de esa manera tan única de siempre como si quisiera apuñalar a alguien con el, y así lo hizo apuñalaba el lienzo con todo lo que tenía, con todo lo que sentía y cuando termino solo lo miro fijamente tanto que no se dió cuenta cuando entro en ella y se perdió entre los pastizales de aquel paisaje bello qué estaba plasmado un el lienzo el solo entró en la pintura y se perdió dentro.

— ¿Dónde estoy?...— preguntá mientras se levanta del suelo y se sacude la hierba de la camisa

Los pajarillos cantaron y fue lo único que se escuchó a parte del viento golpeando las horas de los árboles, pero luego los pajarillos se callaron se marcharon al escuchar los fuertes truenos de la lluvia, yéndose a un lugar mejor.

— ¿una... tormenta?— mencionó mientras comenzaba a caminar llegando a la cima de la colina, se sentó mirando el paisaje que era hermoso apesad de las nubes tristes que se avecinan— es tan tranquilo aquí...si pudiera quedarme aquí para siempre...se que moriré con tan solo estar dos semanas en este mortal lugar...es cómo...el cielo.

Un rayo cayó a lo lejos iluminando el área del impacto

— si el cielo fuera así como esté lugar...me gustaría no haberlo sabido — se acostó en el pastizal mirando las nubes precipitarse— estoy asustado pero...¿por qué?  tal vez porque soy normal, no lo sé o ¿Soy normal por qué estoy asustado? — las gotas empezaron a caer sobre el chico mojando su pálida y fría piel sin que el hiciera algo sabiendo que detrás de el está ese gran árbol — no tiene sentido, me estoy mojando por nada — pensó — o no, lo estoy haciendo de nuevo, nunca cambio, no quiero— se sentó — no merezco ni las gotas de lluvia que caen sobre mi — y la lluvia se hizo más fuerte. De pronto los gritos del cielo se escuchaban con más frecuencia haciendo que el chico se estremeciera del miedo pero no sé movía asta que un rayo cayó en el gran árbol que se encontraba detrás del chico

— ¿¡pero que...!?— al voltear miro el árbol que ahora está en llamas, no sabía que hacer se quedó viendolo arder y solo supo retroceder, el fuego se empezó a extender, para ese momento el de lunares estaba muy lejos del incendio — pude aver muerto — miro atrás y observo el lugar donde estaba acostado tan solo hace unos minutos y se detuvo y luego siguió corriendo dejando atrás aquel lugar tan " hermoso" y se dió cuenta de que lo que había frente a el era mejor que lo que dejó atrás pero extrañaba tanto.

Cuando llegó lo suficientemente lejos miro el cielo que todavía lloraba sin control y el joven no podía hacer nada para consolarlo así que cayó de rodillas recuperándo el aliento para luego mirar atrás una vez más todavía jadeando un poco

— todo fue tan rápido, pero sobreviví, por lo menos ahora estoy en un lugar más tranquilo... Ya quiero irme de aquí — miro a todas partes y lo único que veía eran colinas y colinas no se veía otra cosa a lo lejos — mierda... Todo es realmente hermoso cuando se destruye por completo así como los momentos cuando se convierten en recuerdos y la vida cuando das el último respiro... — se levantó y se fue a sentar debajo de un árbol que un día y con suerte sería destruido por un rayo.

— ¡¡Yota!!— grito su madre — ¡¡ya ven a desayunar!!

— ya voy...— contesto mientras se frotaba los ojos y se estiraba — ¿en qué momento me quedé dormido?...¿Que hora es? — se levantó y salió de la habitación sin siquiera cambiarse

— traes la ropa de ayer, Yotasuke...— lo miro extrañada

— oh, si perdón creo que me quedé dormido ayer, ah si ¿Que hora es?— pregunto, se sentía como si se hubiera dormido un año

— son las once...de la mañana— contesto — jajajaja no me digas que te desvelaste pintando lo que te pedí — dijo de una forma amable y comprensiva.

— no tenía nada mejor que hacer— respondió algo desanimado

— si tenías, no se cosas como ¿Dormir?— agregó de una forma burlona

— ... — no dijo nada

— por cierto un chico vino en la mañana, ay se me olvidó su nombre — se quejo — así era yaguchi

El pobre de yotasuke casi se ahoga con la sopa — ¿¡Que!?

— si vino a buscarte dijo que quería hablar contigo de algo " importante" — respondió creando las comillas con los dedos— y le dije que estabas dormido pero insistió un poco, se veía un poco raro pero luego se fue dijo que volvería más tarde a buscarte, no creo que tarde mucho en volver

—¡¡No quiero verlo!!— se levantó y se fue a su cuarto

— que abra pasado? — se preguntó la mujer para luego seguir limpiando

— ¿con que cara viene a verme como si nada? Pensé que le había quedado claro cuando le dije que no éramos amigos ¿y si viene a disculparse?— ese pensamiento lo dejo callado un momento no se podía imaginar el echo de perdonarlo porque para el lo que pasó era demasiado grande como para olvidarlo pero dentro de el quería de nuevo esa atención que le daba, en el fondo si le hubiera gustado tenerlo como un amigo al cual le pudiera contar como se sentía de alguna u otra forma quería verlo de nuevo. Se baño y se cambió y cuando iba a salir se detuvo al ver la pintura que hizo, miro las pinceladas gruesas y rudas creando un paisaje hermoso de aquellas colinas solitarias y esas nubes grises y tristes solo el sabía lo que hiba a pasar con ese lindo y tranquilo paisaje lo que vio en el no había quedado olvidado cada pincelada traía el recuerdo.

— y pensar que este cuadro estará colgado en el pasillo de la casa — pensó para que luego solo se repitiera algo en su cabeza — mierda — fue lo que pensó al escuchar el timbre de la casa sonar y luego a su madre abrir la puerta.

                                      

                                    Continuara...

 

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