Esta creación- pues sepan amigos lectores que en eso se transformas los nombres y personas que usted esta leyendo- tendrá características propias, las cuales en ocasiones pueden ser ampliadas de manera consciente, así como también poseerá algunas que no son propias de la persona que escribe ni que es el autor de estas líneas, pero que para el desarrollo de la trama serán útiles inclusive preponderantes para su evolución.
La tarea en que tendrás que poner mayor énfasis será en poder discernir cuáles pertenecen a que grupo. Solo te sentirás motivado a esta misión si logras compenetrar con aquel joven que irá resolviendo sus dilemas.
He empleado el concepto joven de manera genérica, por lo cual, si eres un femenino, puedes pensar que eres tú, de igual manera si tu fisionomía es masculina, estas invitado a participar de manera activa, ahora si mientras leas las acciones te da igual el sexo (cosa que sería maravilloso) gozarás de la dicha de leer solo por disfrute.
Aún cuando los expertos mencionan lo ideal que es lograr que el lector se identifique con esa creación, en mi interior pretendo evocar la idea de que tan solo la divagación y el correlato de las acciones darán la fluidez y el ritmo que tú necesites para continuar con cada entrega.
A propósito te hago el siguiente alcance. Si miras las anteriores de estos "Pensamientos" que es como me decidí llamar a esta sección hace algunos años notarás cierta disparidad tanto en la extensión de la entrega como en el mensaje mismo. Podrás percatarte de lo variopinto de las ideas que surgen en mi cabeza y que hace un tiempo no volvía a ellas en este formato.
Hoy en los albores del mes de marzo del año 24 (suena como a inicio de civilización) me tomaré la libertad de ir dejando detalles de los individuos ficticios que circundan en mis pensamientos y que de una vez por todas quizá vean la luz de manera pausada.
Para este intento precursor he optado hablar del personaje principal. Si hubiese escogido a este en los inicios de mi proceso de escritor allá en la calle República entre las salas de redacción y la biblioteca, hubiese sido un muchacho de contextura delgada, cabello de mediana longitud con un suave tono claro y en sus pupilas destacaría el verde de las playas paradisiacas.
Hubiese tenido cierto apego a las doctrinas de la Iglesia, lo escribo con mayúscula, pues esta descripción está centrada en aquella época, donde tenía un peso específico y la I se imponía por una costumbre poco cuestionada. La de mis veinte o twenty's como se leería en algún texto de habla inglesa. Anyway estaría enamorado de la persona que se convirtió en su primer amor y con quien compartió su primera vez en más de un estamento.
Obviamente esa creación carecería de la "experiencia" con la que hoy puedo sentarme a escribir, pero sin duda, tendría como eje la sinceridad y la observación, pues desde que Dostoievsky caló hondo en mi juventud han sido los pilares o valores que he tratado de dibujar en cada acción.
Sería falso y por lo tanto inconsecuente si dijera que en el camino me mantuve recto y que ningna vez tome algún atajo que me acercara la meta. Desde la tribuna que entrega el tiempo pasado, no estaría tan errado afirmar que en dichas oportunidades, ni siquiera sabía cuál era la meta. Caminé, actué y como consecuencia decidí de manera automática.
Solo hace algo más de un lustro puedo decir que en cada acto sopeso las consecuencias y reviso lo que digo y expreso desde la posición del observador antes de ser uno más de la vorágine de seres con los cuales comparto a diario. Aquellos que aún no despiertan.
Es curioso que esa luz que irradio ahora viniese como respuesta desde una posición tan oscura como lo es un quiebre. En la actualidad estoy viviendo uno nuevo, pero este ha sido menos violento, no por la falta de amor involucrado, sino que por las circunstancias personales y de formación que nos separaban. Sin embargo, quiero decir que fueron dos años y meses en los cuales disfrute a concho de cada comida, viaje, corrida y conversación. Espero que haya sido recíproco.
Teniendo como base para la construcción casi cincuenta años de vida, quiero que el protagónico logre ser perspicaz, que tenga consciencia plena del presente en el cual se mueve y que promueva la alegría y el amor tanto en su discurso como en su actuar.
Sé perfectamente que puedes ser tú, pues todos en nuestra vida hemos desarrollado esas cualidades. En mayor o menor medida, si hemos sido capaz de darnos cuenta de lo hermoso que es el presente, el vivir a concho lo que te sucede, el vislumbrar en cada escenario la intancia para agradecer y saber que tan solo estar es el regalo.
Si con eso logró motivarte parte del trabajo estará hecho.
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Pensamientos
RandomAcá podrán encontrar las divagaciones que surgen en cualquier persona en el día a día. Trataré de reflejar sensaciones que de seguro más de alguno ha vivido y quizá las pensó y trató de llevar al papel. Si bien será relacionado con fechas no tiene l...