Laberinto (Edwardx Draco )

Capitulo 6

"Así es, ¿puedes venir a ver mi habitación primero?" Edward susurró al oído de Draco. Parpadeó y respondió: "Es un honor". En cuanto a Emmett, bueno, todavía es mucho tiempo, volverás con él más tarde.

De camino a la habitación de Edward, le contó brevemente sobre la historia de la familia Cullen, "No sabes, al principio, esa sensación de hambre y sed... es un instinto, muy difícil de reprimir... Ah, aquí están nuestros diplomas". Edward señaló una pila de papeles enmarcados que colgaban de la pared.

"¿Diploma?" Draco miró muchos diplomas diferentes, luego pensó en algo y se rió, "Tch, eso es interesante".

"No te rías de mí". Murmuró Edward, guiando a Draco hasta el final del pasillo y deteniéndose frente a una puerta, "Esta es mi habitación". Después de que Edward terminó de hablar, la abrió y empujó a Draco hacia adentro.

La habitación de Edward es muy luminosa, con una ventana a un lado y un mueble para CD lleno de CD al otro. Al otro lado había un sistema estéreo, no había cama, sólo un sofá negro en el medio de la habitación.

"No hay cama." Draco frunció el ceño.

Edward sonrió, asintió y dijo: "Los vampiros como tú no pueden dormir".

Una mirada traviesa apareció en el rostro de Draco. "Si quieres dormir, tal vez tenga una manera para ti".

Edward se rió, "¿Entonces tal vez debería preparar una cama realmente grande?"

Draco se sentó en el sofá, moviendo las piernas, "Es tan hermoso aquí, puedes ver el bosque al otro lado".

Edward se acercó y lo abrazó, "De esta manera podemos ver el paisaje". Draco se sonrojó y dijo suavemente: "...Qué apretado". Él sonrió, aflojó su agarre, permitiéndote apoyarte contra él un poco más cómodamente.

Miró el hermoso rostro de Edward, extendió la mano y le empujó la barbilla con el dedo, fingiendo estar aturdido y dijo: "Edward, quiero besarte". Luego de terminar de hablar, ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar, se inclinó hacia adelante y lo besó.

Los labios de Edward eran muy fríos, pero muy suaves y dulces, como fruta fría. Draco lo sintió ponerse rígido, sus malas intenciones aumentaron, y se lamió los labios nuevamente.

Edward echó la cabeza hacia atrás y dijo: "No deberías hacer eso".

Draco se humedeció los labios y volvió a preguntar: "¿No deberías besarme?"

Su mirada se detuvo en los labios de Draco, luego lo besó suavemente, lamió y mordió suavemente, como si probara un plato delicioso. Edward estiró su lengua para rozar los pequeños colmillos de Draco, diciéndole suavemente: "Abre la boca".

Draco obedientemente abrió los labios, su respiración inmediatamente se entrelazó inseparablemente, hasta que no pudo respirar, entonces Edward lo dejó ir de mala gana.

Vio las mejillas de Draco ponerse rojas y le devolvió la sonrisa. "Debo haber sido yo quien tomó la iniciativa".

Draco obedeció, haciendo un puchero con los labios y diciendo: "Si quieres besarme, entonces sólo bésame, ¿por qué debería molestarme? Además..." Al decir esto, sonrió con picardía, luciendo como un pequeño zorro, "Te besé, así que tengo que asumir la responsabilidad. Si te atreves a pensar en alguien, no te dejaré solos a ti ni a esa persona".

Edward se rió, "Contigo aquí, ¿en quién más puedo pensar?"

De repente la voz de Emmett se escuchó afuera de la puerta, "Oye, ¿puedo entrar?"

"Adelante." Dijo Edward sonriendo. Emmett los vio a los dos acurrucados en el sofá y sonrió con maldad, "Vaya, parece que los estoy molestando a los dos". Levantó las cejas y le dijo al todavía sonriente Edward: "Déjame prestar a Draco por un momento, bueno... Bruja, me muero de curiosidad. Y todos también".